El país presidido por Mohamed VI ha puesto 20.000 dosis a disposición del Estado argelino a la espera de su aprobación por parte del Gobierno

Marruecos ofrece 20.000 vacunas contra la COVID-19 a Argelia

photo_camera AFP/FADEL SENNA - Sede de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) en El Aaiún

Marruecos se ha ofrecido a vacunar a 10.000 saharauis detenidos en los campamentos de Tinduf, una acción que está dentro de la campaña nacional de vacunación del Reino de Marruecos. El Gobierno argelino todavía no ha emitido una respuesta sobre esta entrega de lotes que correrá a cargo de los miembros de la Misión de Naciones Unidas para el referendo en el Sáhara Occidental (MINURSO). Este nuevo acercamiento por parte de Marruecos, tras la donación de 800 toneladas de alimentos, contrasta con las recientes exhibiciones armamentísticas realizadas por Argelia hace menos de dos semanas en el sudoeste del país. La demostración de fuerza por parte de Argelia no coincide con su mejor momento, tras anunciar un descenso del 40% de la exportación de los hidrocarburos, suponiendo una pérdida cercana a los 20.000 millones de dólares. 

El aumento de las tensiones con Marruecos provocó una demostración de arsenal llevada a cabo para “desarrollar experiencia” y dotar a los militares de “preparación para el combate”. Estas maniobras fueron supervisadas por el general Saïd Chengriha, jefe del Estado Mayor del ejército, que sigue catalogando a Marruecos como un enemigo clásico. Tras los ejercicios, el Frente Polisario (movimiento de liberación del Sáhara Occidental) manifestó a través de Sidi Wagal, ministro de Seguridad y Documentación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que no descartaban una escalada bélica y que la intervención tanto argelina como mauritana, eran una posibilidad real. 

Atalayar_Campamento Tinduf

Por otra parte, el conflicto ha generado ciertos cambios de posicionamiento. Algunos como Malawi, tradicionalmente posicionados del bando del Frente Polisario, han cambiado su apoyo y reconocido el Sáhara Occidental como parte de la soberanía marroquí. La inestabilidad no termina de desaparecer y los sectores más reaccionarios ven el conflicto armado más cerca. Sin embargo, desde Marruecos pretenden evitar a toda costa el enfrentamiento bélico. Más aún cuando la situación de crisis provocada por la COVID-19 está azotando de una manera muy fuerte todo el norte de África, superando, en algunos países, el impacto que tuvo la primera ola durante la primavera de 2020. 

La solidaridad entre ambos países será fundamental en los próximos meses según el Estado marroquí, que pretende aliviar tensiones y acercarse de forma amistosa a Argelia, que por su parte ha ayudado a Túnez cediendo parte de sus dosis de la vacuna de Pfizer. Algo que ya había manifestado el ministro de Relaciones Exteriores tunecino, Othman Jerandi: “Argelia aún no ha adquirido las vacunas, pero tan pronto como las reciba, las compartirá con Túnez”. La ayuda por parte del país presidido por Abdelmadjid Tebboune es fundamental para Túnez, que es el segundo país con la tasa de mortalidad más elevada de todo el continente africano sólo por detrás de Sudáfrica. Su sistema sanitario se encuentra al borde del colapso tras superar los 100 fallecidos en 24 horas, la cifra más alta desde que llegó la pandemia a tierras tunecinas. Los malos datos unidos a la inestabilidad que atraviesa Túnez tras cambiar hasta en dos ocasiones de ministro de Sanidad, complican aún más una crisis que no deja de causar estragos en todo el mundo. 

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