Los buenos datos epidemiológicos, consecuencia de una actuación gubernamental rápida y contundente, auguran una progresiva vuelta a la nueva normalidad en el país vecino

Marruecos prevé no prolongar el confinamiento general más allá del 20 de mayo

PHOTO/AP - Calle vacía en el centro de Rabat (Marruecos) tras el anuncio del estado de emergencia sanitaria en una imagen del domingo 22 de marzo pasado

El confinamiento general en vigor en Marruecos como resultado del estado de emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus no se prolongará más allá del 20 de mayo próximo. Así lo han publicado varios medios marroquíes, incluido el semioficial Le360. Las buenas cifras epidemiológicas y la necesidad de retomar la actividad económica así lo aconsejan. El país vecino se prepara ya, por tanto, para la vuelta a la normalidad. Buenas noticias, aunque la situación recomienda cautela. “Ante las alentadoras señales de la cambiante curva de mortalidad, el Gobierno podrá comenzar el proceso de salida del confinamiento el 20 de mayo. No hay otra opción sobre la mesa que el desconfinamiento”, afirma la fuente gubernamental citada por Le360. El inicio del regreso a la nueva normalidad se solapará prácticamente con el fin del Ramadán, que mantiene en una suerte de letargo a la sociedad marroquí en estos momentos. 

Transcurridos dos meses exactos desde que se registrara el primer fallecido en Marruecos, la tasa de mortalidad se situaba a mediados de semana en 0,48 por cada 100.000 habitantes –un índice que ha venido cayendo en los últimos días-; datos muy por debajo, al menos según las cifras oficiales que ofrecen las autoridades de un lado y otro del Estrecho, a, por ejemplo, la española, que se eleva hasta 51,87. La francesa baja hasta 35,33 y la italiana se sitúa en 45,81.  Las autoridades marroquíes aseguran que solo se está utilizando el 14% de las unidades de cuidados intensivos existentes en el sistema sanitario nacional. Al momento del cierre de este artículo, en Marruecos se computaban 4.687 infecciones y 172 muertes por la COVID-19. 

Según datos de las autoridades sanitarias marroquíes, desde que comenzara la pandemia se han practicado un total de 38.102 test de detección. Una cifra, con todo, muy por debajo de las previsiones. Máxime después de haberse informado de la llegada de decenas de miles de kits de inmunodiagnóstico procedentes de Corea del Sur hace ya varias semanas para controlar los contagios en un país de más de 35 millones de almas. 

Trabajadores de una fábrica empaquetan mascarillas de protección desechables en Casablanca (Marruecos) el pasado 10 de abril en plena crisis del coronavirus

En estos momentos el Gobierno marroquí ultima un plan para la salida del desconfinamiento a semejanza de los que ya han hecho públicos otros países como el nuestro. La economía marroquí no puede permitirse permanecer demasiado tiempo en la situación actual: cerca del 60% de las empresas -142.000 sociedades-, la gran mayoría de pequeño tamaño, reportaron a comienzos de abril en una encuesta del Alto Comisariado del Plan -organismo estatal de estadísticas, HCP en sus siglas francesas- haber detenido total o parcialmente su actividad, 800.000 personas han dejado de trabajar como consecuencia de la parálisis y el Estado está haciendo un gran esfuerzo financiero para apoyar a los cientos de miles de familias en situación de máxima precariedad. Este martes el mismo HCP estimaba que el PIB marroquí caerá un 6,8% en el segundo semestre del año y el FMI fijaba el retroceso para el conjunto del año en el entorno del 3,7%. Y también esta misma semana se conocía que la agencia de calificación crediticia Fitch había rebajado la perspectiva marroquí de ‘estable’ a ‘negativa’, manteniendo la nota BBB-. “Prevemos una contracción del PIB marroquí del 4,5% del PIB, poniendo fin a 22 años de crecimiento continuado”, se aseguraba desde la agencia el pasado día 28. 

No tiene el país vecino, por tanto, muchas más opciones que el regreso progresivo de la mayoría de actividades, apoyándose en la demanda interior y en los capítulos ligados a la exportación que menos se han resentido durante la pandemia del coronavirus: los fosfatos y el automóvil. Precisamente, PSA Peugeot Maroc, la filial del fabricante de automóviles francés, anunciaba esta semana la inminente vuelta la actividad de sus instalaciones de Kenitra, según reportaba el diario L’Économiste citando a la dirección de la empresa. Como en el caso de otros muchos países, el sector hostelero será el que permanezca más tiempo lastrado por la parálisis. Por su parte, la Confederación General de Empresas de Marruecos (CGEM), la patronal del país vecino, anunciaba este jueves estar preparando su regreso a la actividad normal, tras haber elaborado tres guías prácticas y un kit de formación destinado a las empresas con arreglo a su tamaño.  

Todo apunta a que el desconfinamiento diferirá de una región a otra del país y se hará tomando una unidad administrativa como la provincia. Con todo, según el ministro del Interior, en unas declaraciones que le atribuye el sitio Médias 24, “la circulación entre ciudades, provincias y regiones será una de las últimas cosas que se restablezcan”. La del desconfinamiento en el horizonte del 20 de mayo es una decisión, en cualquier caso, no exenta de riesgos dado que el número de pruebas de detección practicadas sigue siendo reducido y teniendo en cuenta las limitaciones del sistema sanitario marroquí. 

El ministro de Industria marroquí Moulay Hafid Elalamy habla con empleados de una fábrica de mascarillas protectoras en Casablanca
Marruecos comienza a exportar mascarillas

Entretanto, Marruecos ha comenzado a exportar sus flamantes mascarillas de producción 100% nacional, fundamentalmente a Europa, donde ha escaseado la oferta. Un motivo de orgullo para nuestros vecinos que no ha pasado desapercibido fuera de las fronteras magrebíes. Inicialmente las autoridades marroquíes tuvieron en mente vender su material sanitario fuera, pero la situación de excepcionalidad y los problemas logísticos registrados las primeras fechas les hicieron pensárselo mejor y el pasado 10 abril anunciaron que el ‘stock’ se quedaría en casa. Ahora las autoridades marroquíes han decidido, teniendo en cuenta que ya hay mascarillas de sobra, comenzar a exportar. “Tenemos demanda de varios países y como las necesidades nacionales están cubiertas, vamos a autorizar a empresas a exportar de aquí a varias semanas”, aseveró en declaraciones a la edición de este viernes del diario francés Le Monde el ministro de Industria y Comercio, Moulay Hafid Elalamy.

El ministro informaba además de que en las últimas jornadas las farmacias –donde se venden exclusivamente y en paquetes de diez unidades- eran abastecidas diariamente con 4,5 millones de mascarillas sanitarias. El ministro precisó que el número de empresas que fabrica este material sanitario se había elevado a 34 en todo el país y que cinco de ellas ya exportan la mitad de sus mascarillas a Europa. Elalamy se congratula de que el tejido productivo marroquí haya sido capaz de producir unos siete millones de mascarillas diarias partiendo de cero. Hay que recordar que desde el 7 de abril el uso de la mascarilla –que se venden a 80 céntimos de dírham, unos 7 céntimos de euro, gracias a la subvención del Fondo solidario para la gestión de la pandemia-  sigue siendo obligatorio para todo aquel que salga de casa en Marruecos. 

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