Marruecos rompe definitivamente las relaciones con Argelia
El reino alauí rompe de manera definitiva sus relaciones diplomáticas con Argelia. Después de seis meses de librar una importante crisis diplomática tras la ruptura de forma unilateral por parte de Argel, el reino ha decidido poner fin a su intento de reconciliarse con su vecino tras cesar las funciones de su embajador.
El representante diplomático marroquí en Argelia, Mohamed Ait Ouali, termina así sus funciones, según ha anunciado un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores. Esta decisión se produce en un contexto en el que se ha evidenciado “la falta de medios” para volver a reestructuras las relaciones de vecindad entre los dos países, lo que pone de manifiesto el distanciamiento total entre ambos.
El pasado agosto el ministro de Exteriores argelino, Ramtane Lamamra, confirmó la ruptura diplomática por parte de Argelia con Marruecos tras argumentar que la causa habría sido “un cúmulo de circunstancias”. A pesar de que el rey marroquí, Mohamed VI, ha tratado de tender la mano a su país vecino, Argelia rechazó las posibles propuestas de reconciliación para seguir forjando un abrupto distanciamiento.
Después del anuncio por parte del Gobierno argelino, ambos países han protagonizado una importante escalada de tensión que alcanzó sus máximos el pasado mes de septiembre cuando las autoridades argelinas cerraron el espacio aéreo de Argelia para las aeronaves marroquís.
Sin embargo, la principal causa de la crisis que marca la distancia entre Marruecos y Argelia es el conflicto del Sáhara Occidental ya que Argel ha demostrado ser un aliado del Frente Polisario. Por su parte, el presidente argelino, Abdeljamid Tebboune, expresó su preocupación después de que Marruecos mostrara su apoyo en la ONU al movimiento de independencia de las tribus cabilas tras apoyar “el derecho de autodeterminación del pueblo cabileño”.
Tras anunciar el cierre del espacio aéreo, Argelia apuntó a uno de los sectores claves de Marruecos: el turismo. En este aspecto, la pérdida de influencia del país argelino en la ONU y su pérdida en el terreno diplomático pudo propiciar esta decisión con tal de perjudicar su economía.
En esta línea, tanto Marruecos como Argelia están librando una suerte de carrera diplomática y armamentística con el fin de conseguir imponer su influencia en el norte de áfrica. Por un lado, el reino alauí ha comenzado a entablar relaciones de cooperación con Israel, sobre todo en el sector de defensa y de inteligencia, con el objetivo de poder defenderse ante un posible ataque.
Además, el apoyo diplomático de Estados Unidos y su posterior reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental supone un soporte fuerte.
Por otro lado, Argelia estaría tratando de expandir su influencia en países como en Malí, aprovechando la inminente retirada de las tropas francesas del terreno maliense. Así, su asidua diplomacia con países como Rusia sirven a Argelia como un respaldo para tratar de crear adeptos en distintos países africanos. Además, el país argelino habría redoblado sus esfuerzos con el fin de conseguir el nuevo sistema antimisiles ruso, el S-500, que se espera que entre en servicio este mismo año.
En este contexto, Argelia se ha posicionado como el tercer importador a nivel mundial de armamento ruso, lo que hace que un alto porcentaje de su arsenal sea de procedencia de Rusia.
