Marruecos se une a la Agencia Africana de Medicamentos
La Agencia Africana de Medicamentos todavía está en su proceso de creación tras varios años en los que se ha quedado en ‘stand by’. En estos momentos, los países que conforman la entidad se encuentran en Addis Abeba para extender el procedimiento. Marruecos es una de las naciones que se encuentra en la reunión y el país alauí ha ratificado el tratado constitutivo de la organización.
El Reino se une a esta confederación, donde reafirma su disposición para empezar a entrar en el reparto de los medicamentos en el continente. Así Marruecos, empieza a consolidarse en esta asociación, donde la nación norteafricana tiene el objetivo de hacer esta unión todavía mucho más grande lo que es.
“Como miembro de la Unión Africana y el líder regional de la industria farmacéutica, especialmente en términos de infraestructura, tecnología y experiencia adquirida a lo largo de los años, Marruecos sigue muy comprometido con los medicamentos de alta calidad y es consciente de que la salud y la seguridad del ciudadano africano dependen de los medicamentos de calidad y de la eficacia de los mismo”, dijo Mohamed Arrouchi, embajador representante permanente de Marruecos en la Unión Africana y en la CEA-ONU.
La capital de Etiopía ha reunido a distintos países para celebrar una ceremonia de depósito de los instrumentos para seguir con esta institución. El evento ha sido organizado por la Oficina del Consejero Jurídico, además de Minata Samate, la comisaria de Salud, Asuntos Humanitarios y Desarrollo Social de la Unión Africana.
La Agencia Africana de Medicamentos (AMA) tiene el objetivo de regular la capacidad de los países en el ámbito de los medicamentos. Esto tiene el fin de que todo aquel ciudadano de un país que pertenezca a esta asociación tenga un buen acceso a medicamentos para tratar enfermedades y problemas, y, sobre todo, que sean seguros, eficaces y de buena calidad.
Es un proyecto que empezó a formarse desde el año 2009, cuando surgió la primera idea viendo la situación en la que se encontraban los africanos ante los problemas médicos. A pesar de los años que lleva en marcha, el plan todavía sigue paralizado y no se ha empezado a implementar. El director de esta agencia es Michel Sidibé, un maliense que fue ministro de Salud y problemas sociales en dicha nación.
En 2021 por fin, entró en vigor el tratado para el establecimiento de la institución tras la unión de decimoquinto miembro, la República de Camerún. Hoy en día, solo existen 18 naciones que son miembros permanentes de la Unión Africana y ha ratificado los instrumentos necesarios para su creación. Entre ellos se encuentran Argelia, Benín, Burkina Faso, Camerún, Chad, Gabón, Ghana, Guinea, Malí, Mauricio, Namibia, Níger, Ruanda, Seychelles, Sierra Leona, Túnez, Zimbabue y, ahora, Marruecos forma parte de ella.
Aun así, otros países todavía no han prestado su ayuda pero sí han firmado el tratado. Entre ellos están, Togo, Uganda, Sierra Leona, Tanzania, Senegal, República del Congo, Madagascar, Guinea, Costa de Marfil, Egipto y Burundi.
En África todavía hay muchas naciones que no son capaces de conseguir medicamentos para su población y otras zonas que, incluso, no tienen acceso a ellas. Uno de los ejemplos más recientes es la COVID-19, que está dejando una serie enorme de fallecidos y es todos porque las vacunas no llegan al continente. Por ende, en el continente se siguen generando muchas más variantes y mutaciones del virus que se expanden rápidamente por todo el planeta.
Hoy en día, la enfermedad más mortal que padecen los africanos es el paludismo. Es una enfermedad causada por parásitos que se transmiten a través de la picadura de los mosquitos. También es comúnmente llamada malaria. Los expertos sanitarios aseguran que, en 2020, la mortalidad por esta afección se multiplicó por ocho en comparación con la del coronavirus.
Por lo tanto, es muy importante que esta Agencia de medicamentos se desarrolle y se implante de una vez en el continente, ya que el problema de las enfermedades cada vez se agrava más y los ciudadanos africanos no tienen recursos, a diferencia de otros lugares del mundo como Europa o Norteamérica, para detener las epidemias.
