El país alauí ha experimentado una crecida de turistas a principios de año, pero parece que el conflicto ucraniano está empezando a frenar la recuperación económica del sector

Marruecos, uno de los cinco lugares favoritos para los turistas franceses

Morocco Tourism

El turismo en Marruecos parece comenzar a recuperarse tras el parón por el cierre de fronteras que llevó al país alauí a estar varios meses sin poder alimentar al sector turístico y hostelero. A principios de 2022 con el restablecimiento de los viajes internacionales, el Reino se cuela en una lista como uno de los cinco mejores destinos de los franceses a lugares de media distancia. Según el informe del Syndicat des Entreprises du Tour-Operating (SETO), el inicio de año ha estado marcado por una “recuperación muy fuerte”.

Marruecos entra en un ranking en el que España y Grecia siguen siendo uno de los favoritos del turismo francés. En estas dos naciones, los franceses continúan eligiendo las islas Canarias y Baleares, por un lado, mientras que en la nación helénica se siguen decantando por turistear en Creta y Rodas. Túnez también forma parte de esta clasificación, mientras que las Islas Mauricio se posicionan en el segundo lugar tras afirmar haberse recuperado de los estragos al coronavirus con la venta de casi 26.000 paquetes turísticos. A este le sigue las Antillas francesas, que también vuelve a alcanzar cifras anteriores a la pandemia con poco más de 22.000 paquetes vendidos.

Turismo de Marruecos

SETO recalca que durante el periodo comprendido entre el 1 de noviembre de 2021 y el 28 de febrero, un total de 1,9 millones de viajeros franceses visitaron la nación norteafricana. Los datos de los primeros meses son muy bajos en comparación con 2019, donde la cifra ha bajado un 3%. Pero con el inicio de año los datos empezaron a ser cada vez más esperanzadores para un sector que se encontraba viviendo sus peores datos después de los registrados en 2020, año marcado por el inicio de la COVID-19.

Pero a pesar de que los primeros datos señalaban un restablecimiento del sector, el conflicto ucraniano está afectando de nuevo al turismo. Desde el 25 de febrero, día que da comienzo al estallido de la guerra, la tendencia de los turistas para visitar el Reino ha empezado a volver a disminuir considerablemente.

Turismo de Marruecos

SETO señala que el conflicto ucraniano está volviendo a frenar los datos, que cada vez se van igualando más a los niveles de actividad que se dieron durante el primer año de la crisis sanitaria. El portal asegura que este nuevo conflicto vuelve a perjudicar a los turistas que cada vez se ven más temerosos a que cualquier problema pueda surgir. “Provoca ansiedad con una clientela con un deseo real de viajar”, afirma el sindicato francés.

Francia siempre ha sido un buen emisor de turistas que viajan al Reino debido a las buenas relaciones que mantienen las dos naciones en todos los niveles. Con la apertura de las fronteras, las reservas de vuelos y hoteles en la nación norteafricana se dispararon por parte de los turistas franceses. Nicolas Henin, director de la aerolínea Transavia confirmó la tendencia: “Desde el anuncio, contamos entre 4.000 y 5.000 reservas. En enero, solo hubo entre 400 y 500”.

Turismo de Marruecos

El país galo significa para Marruecos casi el 30% del flujo de turistas que cada año visitan la zona. Para los franceses, Marrakech es la ciudad favorita para pasar las vacaciones, seguido de otros destinos como Agadir, Casablanca y Esauira. Desde la reanudación del tráfico aéreo, Transavia, por ejemplo, ofrece dos vuelos semanales para sus clientes hacia Marrakech, y para verano pasarán a ser cuatro por la alta demanda vacacional.

El Gobierno marroquí ya ha tomado cartas en el asunto para empezar a reactivar el turismo en la zona con un plan nacional de emergencia. Se han destinado 1.000 millones de dirhams que se han repartido en una paga de compensación para trabajadores y empleados del sector turísticos y hosteleros, y otra ayuda para aplazar los gastos que han tenido los negocios durante los meses de inactividad y que han supuesto pérdidas considerables de dinero. Se le añade, también, una prórroga de un año para hoteleros y transportistas para no pagar impuestos y el deber del Estado para asumir los gastos del impuesto empresarial, además de conceder subvenciones para la hostelería.

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