Mauritania aumenta sus inversiones industriales tras encontrar nuevas reservas de gas en las costas del país
Mauritania firmó un acuerdo de exploración y producción compartida de gas con la petrolera británica British Petroleum (BP) y la estadounidense Kosmos Energy en un campo situado en las aguas mauritanas del Atlántico. Según la agencia EFE, Mauritania empezará a producir por primera vez gas natural licuado a partir de noviembre o diciembre de 2023, según anunció el ministro mauritano de Petróleo, Abdeslam uld Mohamed Saleh.
El ministro señaló que la primera producción se realizará en la planta gasística Grand Tortue Ahmeyim (GTA) del Golfo de Guinea, ubicada en el mar en la frontera entre Mauritania y Senegal. El yacimiento, considerado uno de los grandes del Golfo de Guinea, podría producir hasta 10 millones de toneladas de gas natural licuado al año, por un coste total de 4.600 millones de dólares. Según el ministro mauritano, GTA es uno de los proyectos más profundos en el mundo por lo que requiere el uso de nuevas tecnologías que se usarán por primera vez.
El Ministerio de Petróleo, Energía y Minas de Mauritania informó en un comunicado de que este campo, denominado "BirAllah", contiene reservas de casi 2.260 millones de metros cúbicos de gas y agregó que la participación del Estado de Mauritania en sus ingresos será del 29%. Explicó que la producción del campo en tiempo y forma proporciona suficientes recursos de gas para lograr opciones de licuefacción de gas para que Mauritania se convierta en un futuro productor de gas. Se espera que los estudios de ingeniería del proyecto estén terminados en un plazo de 30 meses, tras lo cual se tomará la decisión final de inversión en el primer semestre de 2025.
La sed de gas de la Unión Europea que ya está afectando a países como Bangladesh, podría encontrar en Mauritania un gran aliado con quien poder llegar a diferentes acuerdos. Aunque las reservas de gas natural en África son grandes y países norteafricanos como Argelia ya tienen ductos conectados con Europa, la falta de infraestructura y los problemas de seguridad impiden desde hace tiempo que los productores de otras partes del continente aumenten sus exportaciones.
Se espera que, en un principio, el campo cerca de las costas de Senegal y Mauritania contenga unos 425.000 millones de metros cúbicos de gas, cinco veces más que todo lo que utilizó en 2019 Alemania, país muy dependiente del gas. Pero la producción no comenzaría hasta principios del año que viene.
Eso no ayudará a resolver la crisis energética provocada en Europa por la guerra de Rusia en Ucrania. Aun así, Gordon Birrell, ejecutivo de BP, coimpulsora del proyecto, dijo que la obra “no podría ser más oportuna” ya que Europa intenta reducir su dependencia del gas natural ruso para fábricas, centrales eléctricas y calefacciones domésticas.
En un paso más que respalda sus planes de hacer de esta vital zona su tercer pilar económico tras los minerales y la riqueza marina para potenciar sus recursos financiero, Mauritania ha acelerado el desarrollo del tejido industrial del país. El Gobierno lleva tiempo centrado en su atención a los recursos gasistas, por lo que sus rendimientos en el futuro le ayudarán a consolidar reformas económicas que rompan con el pasado en el tratamiento de las inversiones y la producción con el objetivo de pasar del autoabastecimiento a la etapa de exportación. Los mauritanos esperan que los ingresos de la riqueza del país por el gas contribuyan a mejorar sus condiciones de vida y brindar oportunidades laborales a los jóvenes, ya que la tasa de desempleo alcanza el 30% en el país de unos 4 millones de personas.
Especialistas del sector creen que, con el inicio de la explotación de las reservas de gas descubiertas, Mauritania se convertirá en el tercero del continente africano, después de Nigeria y Argelia, en el campo de la exportación de gas.
