Miguel Ángel López: “La propuesta de Constitución no representaba al pueblo chileno”
¿Por qué más del 60% de los chilenos han rechazado esta nueva Constitución?
Realmente ha sido un rechazo masivo, algo que nadie se esperaba. En realidad, la mayoría de los chilenos, alrededor del 80%, quieren una nueva Constitución y así se voto en el 2020. Lo que ha ocurrido es que la propuesta de Constitución que se ha presentado en las urnas la semana pasada no representaban el ideario del pueblo chileno, había una serie de propuestas que no contaban con el apoyo entre ellas, por ejemplo, la sentencia constitucional del aborto o cuestiones que no quedaban del todo claras como la del derecho de propiedad. Si bien se garantizaba el derecho de propiedad, quedaban algunas dudas sobre las garantías que tenía este derecho. También había un verso que hablaba de la posibilidad de que el Estado se quedase con alguna de las casas pagando un precio general, un precio de mercado, entonces hay una serie de ideas generales, el mismo trabajo de la Constitución, que fue un trabajo que la gente persiguió con mucha rabia y odio, en el sentido de que durante todo el proceso de reacción no existieron unos acuerdos generales políticos. Siempre hubo un grupo que estaba más a favor de la izquierda radicalizada, que vendían imponer una serie de ideas que quedaron muy de manifiesto en la prensa y las redes sociales, esto es algo que no gusto a los chilenos.
Y la disposición de hacer un estado plurinacional...
Eso es otro elemento que tampoco gustó mucho, la predisposición de hacer un estado plurinacional muy similar a lo que existe en Bolivia o en Ecuador, cuando a los chilenos les hubiera gustado algo más pluricultural. Todo este tipo de cosas, unidas a una visión radicalizada han hecho que los chilenos hayan rechazado la propuesta.
La palabra consenso la conocemos mucho en España... La Constitución es esa herramienta vital para el correcto funcionamiento de la democracia, la libertad, el respeto a todos y es necesario que se haga por consenso.
Efectivamente, en Chile se habló, durante la época de los 90 cuando se volvía a la democracia, se hablaba siempre de la democracia de los consensos. Hace falta consensos para llegar a acuerdos entre los diferentes actores políticos es lo que ha caracterizado la política chilena durante los últimos 30 años. Sin embargo, el grupo del presidente Boric y toda la izquierda radical rechazó esta idea de los consensos y eso es lo que en cierta medida ha terminado afectando la credibilidad de la Constitución y del Gobierno. Por eso ahora, con todas las reformas llevadas a cabo en su gabinete y con las declaraciones del presidente del pasado domingo pretende enmendar eso y buscar ese consenso con la sociedad para continuar con ese proceso de cambio de la Constitución.
Este es un aviso muy importante al presidente Gabriel Boric, quien ha cambiado a su gobierno, pero también para los partidos tradicionales, porque si se ha producido este rechazo en contra de un posicionamiento de extrema izquierda, los partidos tradicionales deben reflexionar sobre que el pueblo chileno lo que está demandando son dirigentes eficaces y que tengan la categoría que Chile se merece.
Exactamente, todos los partidos, incluso los partidos de derechas fueron ganadores de este plebiscito. Como los mismos partidos de izquierda y algunos partidos del centro acusaron recibo de todo este asunto y partieron de la base que es necesario continuar, a pesar de que se rechazó la propuesta constitucional, se parte de la base de que el pueblo chileno si quiere una nueva Constitución, entonces ahora estamos en el proceso de como redactarla. Para ello, el presidente, con todos los partidos, debe reunirse y buscar una especie de “unión nacional” que logre desarrollar un nuevo mecanismo para reformar esta Constitución y continuar con este proceso. Se debe hacer con una postura más abierta, algo que significa la incorporación de los socialistas, o del PC que pertenecen a la izquierda moderada y forman parte del gabinete político del presidente.
¿Lo que ha ocurrido en Chile puede ser un toque de atención a esa corriente de extrema izquierda que corre en América Latina?, por mucho que se alcance el poder no se podrá utilizar como uno quiera sin dar ningún tipo de explicación y hacen falta consensos para sacar adelante las decisiones trascendentales.
Ojalá que sí. Lo que ha quedado aquí de manifiesto en Chile es que los grupos de izquierda y los más radicalizados abogaban la representación de todos los ciudadanos y ellos decías que eran la voz de todo pueblo y eso quedó demostrado que no es así. El pueblo chileno y la ciudadanía en general es mucho más de centro y más moderada que esas posturas. Espero que esto sirva a otros grupos radicales de los diferentes países de América Latina para demostrar que ellos no son representantes de la voluntad popular. La voluntad popular se recoge en las urnas, pero el público latinoamericana es más de centro en general, y quiere cambios, pero quiere cambios pausados, alejados de los radicalismos, no quiere ni aventuras, ni experimentos que afecten a la estabilidad de su país.
