Mogherini y Margallo advierten de la gravedad de la situación en Libia y no descartan una intervención militar

                                                                                                               Alicia Pérez Lozano

Pie de foto: Federica Mogherini y José Manuel García-Margallo en Madrid.

La Alta Representante para Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, advirtieron este lunes de la extrema gravedad de la crisis de Libia y afirmaron que cualquier solución que se adopte, incluida la militar, debe contar con el apoyo de la ONU y los países de la región y ser precedida de un proceso de diálogo entre los libios.

“Estos últimos meses hemos peleado para poner a Libia en la agenda del Consejo de Exteriores de la UE (CAE), incluso cuando había otras crisis que atraían la atención“, porque “pensábamos que Libia iba a ser la siguiente gran crisis que iba a explotar al lado de nuestras fronteras y, por desgracia teníamos razón”, declaró Mogherini durante la rueda de prensa conjunta con Margallo con motivo de su estancia en Madrid, que incluyó encuentros con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y con el Rey Felipe VI

En opinión de la jefa de la diplomacia europea, cualquier actuación que se haga en Libia debe hacerse dentro “del marco de la ONU” y contar con el apoyo de los países de la zona y con la participación de los propios libios, porque “tiene que ser un proceso libio” a través del diálogo. Estos aspectos, añadió, los tratará en sus próximos encuentros con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y con el ministro egipcio de Exteriores, Sameh Sukri.

Respecto a la reciente ejecución de más de 20 cristianos coptos por parte del Daesh en Libia, Margallo y Mogherini invocaron la iniciativa hispano-italiana a favor de los derechos de las minorías religiosas y el ministro español destacó la necesidad de defender “la libertad religiosa como uno de los derechos fundamentales básicos. “No es un choque de civilizaciones, debe ser un diálogo de civilizaciones”, manifestó la alta representante de la UE.

El ministro español advierte a Venezuela que la libertad de prensa es “un principio absolutamente irrenunciable”

Aparte de otros asuntos, como Ucrania o el Mediterráneo, Margallo y Mogherini destacaron la importancia de fomentar las relaciones entre la UE y América Latina, una labor en la que, según la italiana, España puede aportar un apoyo “realmente eficaz”. Según el ministro español, la reunión del Consejo de Exteriores de la UE del próximo mes de abril estará dedicada “fundamentalmente” a América Latina, sobre todo a Cuba y Colombia, y podría contar con la presencia, a propuesta de España, de la ministra colombiana de Exteriores, Ángela Holguín, “protagonista importante” del proceso de paz.

Margallo se refirió también a las amenazas del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a las empresas españolas con intereses en el país latinoamericano para que presionen a los medios de comunicación españoles a fin de que dejen de desprestigiar a Venezuela. “En un Estado democrático y de derecho, la liberta de opinión y prensa es un principio absolutamente irrenunciable”, manifestó el jefe de la diplomacia española.

Intervención de Mogherini en Casa América

Casa de América recibió en la tarde del lunes 16 de febrero a Federica Mogherini, Alta Representante de la Unión Europea, en el primer Foro Red de Casas con motivo del Año Europeo del Desarrollo. Al acto también asistieron el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, y la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan.

En el acto presentado por Tomás Poveda, director general de Casa de América, se ha tratado como tema principal la importancia del desarrollo y la cooperación entre los países europeos, así como la relación entre estos y Latinoamérica. Haciendo hincapié en el sustancial avance y las mejoras llevadas a cabo por la Unión Europea en los últimos 25 años. La propia Federica Mogherini ha recalcado que su misión como invitada en los distintos países miembro es escuchar detenidamente los distintos puntos de vista de cada uno para poder proseguir con el desarrollo pactado.

La primera en tomar la palabra ha sido Rebeca Grynspan, quien no ha dudado en felicitar en primera persona a la italiana Federica Mogherini por ser una de las pocas que posean un alto cargo en la Unión Europea y visiten varias veces Latinoamérica. Como prioridad ha mencionado la trascendencia que supone un desarrollo de los países a nivel general, siempre y cuando sea compatible con el medio ambiente. “No tenemos un planeta B, así que debemos cuidar el único que tenemos”, afirmaba R. Grynspan al comienzo de su alocución. Al vernos involucrados en un mundo diverso y plural que exige un mayor reparto del poder, ha reconocido la labor y el compromiso de la Unión Europea en este aspecto.  Otro agradecimiento ha ido dirigido al Ministro español por el apoyo solidario mostrado por España ante la Comunidad Iberoamericana.

José Manuel García-Margallo, segundo en exponer, ha conducido su discurso hacía la historia de la justicia y la política, mencionando citas de Kant, Sartre e incluso pasajes de la Biblia, la cual ve como ejemplo de solidaridad en la sociedad cristiana. “España es uno de los países más solidarios del mundo” ha mencionado mientras se dirigía directamente a Federica Mongherini. Además, ha querido acabar con el mito que trae consigo la globalización como causante del aumento de la pobreza y las desigualdades. Resulta ser todo lo contrario. Es gracias a la globalización por lo que se ha reducido a la mitad la pobreza en el mundo.

 Como conclusión ha propuesto un cambio en la pregunta que se hacen muchas personas sobre la riqueza y pobreza de las naciones. En vez de preguntarnos por qué hay naciones pobres, ha decidido que sería mejor que nos preguntáramos por qué hay países ricos. La posibilidad ahora más que nunca de hacer reales los tres ideales de Keynes: libertad individual, eficiencia económica e inclusión social, es un hecho y por eso declara que tanto desde España, como desde Europa y así desde el mundo hay un programa de acción.

Por último ha intervenido la invitada de honor, Federica Mogherini, agradeciendo desde un principio a España su alto nivel de en la política de desarrollo y solidaridad dentro de la Unión Europea. Ha considerado el 2015 como un año en el que el mundo es un lugar mejor para vivir pero mucho más complejo, competitivo y conflictivo que hace unos años. Ante esto, ha establecido algunas de las bases que deberían ser básicas para llevar a cabo un desarrollo sostenible. Entre ellas reconoce la paz en el mundo como elemento sin el cual se pueden mantener los recursos naturales. Otra característica fundamental según la italiana es la seguridad, tanto personal como colectiva, así como la igualdad entre hombres y mujeres. La solución la ve en el trabajo conjunto entre los países miembro, con la ayuda de la Comunidad Iberoamericana y del resto del mundo.

2015: año del comienzo de la edad global

Así ha denominado Federica Mogherini al año en el que deberían cumplirse los objetivos fijados en 1990, y que según han anunciado se cumplen con creces. Centrar la ayuda a los países más  necesitados o prevenir el fraude y la corrupción son algunos de los objetivos que se consiguen gracias a la transparencia de la Unión Europea, tal y como ha afirmado F. Mogherini.

Otro de los propósitos marcados para el 2015 son los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) a cargo de las Naciones Unidas (ONU). Entre ellos, erradicar la pobreza extrema y el hambre o mejorar la salud materna, todo ello siguiendo un modelo acordado por todos los países del mundo e instituciones de desarrollo.

Visión de la política como un pie al desarrollo

Ha sido Rebeca Grynspan la encargada de mencionar que “la política debería ser un pie al desarrollo, no un mal”. Debido a los últimos casos de corrupción y fraudes, la mayoría de ciudadanos han perdido la confianza en la política de sus países, algo terrible para la consecución del desarrollo que se quiere aumentar en todo el mundo.

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