“Mujer, vida, libertad”: los iraníes de Madrid se manifiestan contra la dictadura

Las protestas que comenzaron en Irán el pasado mes de septiembre tras la muerte de la joven kurda Mahsa Amini a manos de la policía de la moral han traspasado fronteras. Los iraníes en el extranjero se manifiestan en sus países de residencia, desde donde expresan su total apoyo a sus compatriotas y piden el fin del régimen de los ayatolás.

La comunidad iraní en Madrid también ha salido a la calle para mostrar su respaldo y pedir al Gobierno de España que reaccione ante las flagrantes violaciones de derechos humanos que se están llevado a cabo por el régimen de Teherán. Los iraníes de Madrid, así como ciudadanos españoles, se han congregado en la Plaza de Cibeles bajo el lema “mujer, vida, libertad”, uno de los símbolos de las protestas.

Tanto en persa como en español, los participantes pidieron el fin del “régimen islamista y terrorista” de la República Islámica de Irán y trasmitieron su respaldo a las mujeres y los jóvenes de Irán. Asimismo, recalcaron que el motivo de la lucha era la “igualdad” y la “dignidad”. Como ha ocurrido en Irán y en otros países, los manifestantes recordaron a Mahsa Amini y al resto de asesinados durante las protestas. De acuerdo con los últimos datos de Iran Human Rights, al menos 277 han muerto durante las protestas, incluidos 40 menores. “No a la dictadura, abajo ayatolás”, corearon los iraníes de Madrid.

“Esta manifestación sirve para demostrar que nosotros detestamos el pensamiento retrógrado, queremos avanzar hacia algo mejor, hacia la igualdad y la dignidad para crear una sociedad más justa acorde con los estándares que son aceptables hoy en día”, señala Moshen Vahedi Eyvazi, uno de los iraníes que acudió a la cita.

Respecto a lo que puede hacer la sociedad occidental, concretamente la europea, de cara a las protestas, Moshen explica que se debe “reconocer que gran parte de la gente de Irán, especialmente los jóvenes, quieren vivir y participar en un entorno que les permita progresar”.

Además de los cánticos contra los ayatolás y las fuerzas basiji -una fuerza paramilitar dependiente de la Guardia Revolucionaria Islámica que está teniendo un papel clave a la hora de enfrentarse a los manifestantes-, durante la manifestación de casi 2 horas también hubo espacio para canciones iraníes y kurdas, como “vente al campo de batalla”, entonada recientemente por famosos cantantes como el kurdo Naser Razazi, Shahin Najafi o Ebrahim Hamedi -conocido como Ebi-, tal y como señala Moshen.

Durante el encuentro también se ha recordado a Santiago Sánchez, el español que ha desaparecido en Irán mientras viajaba a pie para ver el Mundial de Qatar. De acuerdo con Hengaw, Sánchez fue detenido por las fuerzas de seguridad iraníes después de visitar la tumba de Amini en Saqqez, ciudad natal de la joven. El español fue arrestado junto con un ciudadano iraní, Bandar Abbas, su traductor, y se encuentra en el centro de detención de la Inteligencia iraní en Sanandaj.

Los manifestantes también se dirigieron directamente al Gobierno español, al que exigieron medidas más firmes contra el régimen iraní. Recientemente, con motivo del atentado contra el Mausoleo Shah Cheragh en Shiraz, La Moncloa reiteró “su plena solidaridad con Irán en la lucha contra el terrorismo”. En este sentido, bajo gritos de “vergüenza”, los participantes recordaron al Ejecutivo de Pedro Sánchez los actos terroristas que comete el régimen iraní contra su propio pueblo.

Desde que comenzaron las protestas, los iraníes han reclamado una mayor implicación a los líderes políticos mundiales. Piden que condenen abiertamente las acciones de las autoridades iraníes y que impongan medidas firmes contra la República Islámica de Irán. En este sentido, el presidente de Canadá, Justin Trudeau, ha sido uno de los pocos presidentes que sí ha mostrado su total apoyo a los manifestantes, rechazando y criticando la violenta represión del Gobierno iraní, al que tachó de "bárbaro régimen” y al que ha acusado de “cometer asesinatos y provocar terror”.

Ottawa ha prohibido el ingreso “para siempre” de 10.000 funcionarios iraníes, incluidos miembros de la Guardia Revolucionaria. Tal y como ha recordado Trudeau, “esta es una medida que solo se ha utilizado en las circunstancias más graves contra regímenes que cometen crímenes de guerra o genocidio, como en Bosnia y Ruanda”. Asimismo, el presidente canadiense “ha exigido responsabilidades” a Teherán, mientras que la vicepresidenta, Chrystia Freeland calificó el régimen iraní de “represivo, teocrático y misógino”.