“Nos embarcamos en un viaje histórico con el objetivo de cumplir con las ambiciones en Defensa de Arabia Saudita”

Navantia firma un acuerdo de defensa con Arabia Saudí por 990 millones de euros

photo_camera AFP/JOSE LUIS ROCA - Astillero español Navantia, en Puerto Real, al sur de España.

Navantia ha estrechado sus lazos con Arabia Saudí tras la firma esta semana de un contrato valorado en 990 millones para la integración de corbetas Avante 2200 en los sistemas de combate del país arábigo.

El acuerdo ha sido alcanzado por Sami Navantia Naval Industries (SANNI), controlada en un 51% por el Gobierno de Riad mediante la empresa Saudi Arabia Military Industries (SAMI), y un 49% por la empresa pública española Navantia. El contrato ha sido rubricado durante la Feria Internacional de Defensa y Equipamiento de Seguridad que ha tenido lugar en Londres y en la que las autoridades saudíes han buscado potencias su producción armamentística

“Este nuevo acuerdo de asociación representa un logro histórico para Sami-Navantia mientras nos embarcamos en un viaje histórico con el objetivo de cumplir con las ambiciones de Arabia Saudita en Defensa”, ha afirmado Antonio Rodriguez-Barberán, consejero delegado de SANNI, en un comunicado recogido por El Mundo posterior a la firma. “Es una excelente oportunidad para capitalizar nuestra vasta experiencia con un socio estratégico en el diseño, la construcción y la integración de barcos de guerra para construir nuestras propias capacidades en el país”, añadía.

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Además de proporcionar al sistema militar de la Marina de Arabia Saudí las corbetas Avante 2200, que ya han comenzado su fabricación en la Bahía de Cádiz, en este reciente acuerdo se incluye añadir un sistema de ingeniería y arquitectura con el desarrollo de programas de diseño de hardware y software, pruebas de verificación, creación de prototipos e incluso simulación y modelaje, según han avanzado fuentes recogidas por este diario. El pedido de cinco naves procedentes de astilleros gaditanos ya estaba contemplado en un acuerdo que se rubricó el mes de abril del año pasado a manos de la entonces ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, y el príncipe saudí Mohammed bin Salaman por un valor de 1.800 millones de euros y que suscitó ciertas polémicas. La mitad del millonario presupuesto está destinado a empresas públicas conjuntas a Navantia que gestionarán la implantación de los sistemas de combates y los radares de los barcos. 

“El contrato contribuirá al desarrollo del ecosistema de defensa de Arabia Saudita mediante la transferencia de tecnología y la creación de nuevas oportunidades de trabajo, en línea con el objetivo de Saudi Vision 2030”, como así lo ha afirmado un comunicado de la agencia Saudi Press Agency. Este proyecto “Saudi Vision 2030”, constituye un plan que guardan las autoridades saudíes con el príncipe Bin Salman a la cabeza y que tiene el objetivo de hacer al país arábigo más independiente de la producción de petróleo y convertirlo en uno de los mayores inversores en alta tecnología del planeta. 

La presidenta de Navantia, Susana de Sarriá, ya anunció la intención de sellar un acuerdo que permitiera la transferencia de tecnología y formación, ahora, la segunda parte del acuerdo tiene que concretarse en Arabia, permitiendo así que empresas locales del país de Oriente Medio puedan participar en el desarrollo del proyecto. La propia Susana de Sarriá ha sido una de las encargadas en firmar el convenio en Londres este martes. “Nuestro contrato con Sami-Navantia subraya el compromiso de Navantia con el apoyo a Arabia Saudí para que desarrolle sus capacidades industriales en el sector de defensa. Esto proporcionará un sólido cimiento para una cooperación beneficiosa para ambas partes a largo plazo”, declaraba. 

La firma de este contrato se ha producido después de que el Gobierno de Arabia Saudí fichara para SAMI  al ejecutivo español Esteban García Vilasánchez, antiguo presidente de Navantia entre 2014 y 2018 quien también participó en la firma del polémico contrato de cinco corbetas para Riad el año pasado. Con el español en la empresa, ahora SAMI se quiere convertir en una de las 25 mayores compañías de armamento del mundo en la próxima década. Por su parte, Arabia Saudita se constituye como el primer cliente mundial de la industria de armamento, con un 12% del total de las compras del mundo, según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI). 

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