Nuevos enfrentamientos entre el Ejército israelí y Hamás vaticinan más oleadas de violencia

Israel y Gaza vuelven a vivir una significativa escalada de violencia. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han llevado a cabo una serie de ataques aéreos en Gaza en respuesta a un lanzamiento de cohetes y misiles antiaéreos que se habrían lanzado desde enclaves dirigidos por el grupo Hamás.

Estos ataques se han convertido en los más trascendentales desde las ofensivas lanzadas en mayo del 2021, cuando los continuos desalojos de los palestinos en el barrio de Sheikh Jarrah hicieron que palestinos e israelíes se enfrentaran en una nueva oleada de violencia. 

A las protestas se le sumaron una serie de lanzamientos de cohetes desde Gaza que habían tenido como objetivos zonas de Jerusalén y Tel Aviv. Fue en este momento cuando se conoció el sistema de defensa antiaérea israelí, el Iron Dome, que consiguió interceptar, de manera eficaz, los cohetes lanzados por Hamás.

En esta nueva oleada, el Ejército israelí habría atacado un puesto militar de Hamás, designado como organización terrorista, en el que habría un túnel de fabricación de cohetes subterráneos, así como un complejo utilizado por la fuerza de defensa aérea.

En este intercambio, Israel anunció que el Iron Dome había confundido una serie de disparos con cohetes lanzados desde Gaza. Sin embargo, al final de la noche, el Ejército confirmó que solo se habría disparado un cohete contra Israel, procedente de Hamás.

El lanzamiento se produjo alrededor de las 10:30 de la noche, cuando la metralla había conseguido alcanzar un automóvil estacionado, así como una pared de un domicilio en la ciudad de Sderot.

En menos de tres horas desde que se produjo el lanzamiento, las FDI respondieron con ataques aéreos en el centro de Gaza contra un objetivo militar y un túnel, que, según indican, “contiene productos químicos crudos utilizados para la fabricación de motores de cohetes”. De acuerdo con las Fuerzas israelíes, este ataque simboliza un “ataque significativo” para el proceso de producción de este tipo de cohetes. Asimismo, informaron que durante esta semana Hamás habría apuntado a sus aviones con misiles antiaéreos en medio de estos ataques.

En una declaración emitida por Israel, las FDS señalaron que la única responsabilidad de lo que sucede en Gaza recae sobre Hamás. Sin embargo, el portavoz de Hamás, Hazam Qasim señaló que “el bombardeo de Gaza aumentará la persistencia de nuestro pueblo y su resistencia para continuar la lucha y aumentar el apoyo y la ayuda para nuestro pueblo en Jerusalén”.
Asimismo, la media luna palestina denuncia que la policía israelí habría arrojado botes de gas lacrimógeno en el interior de la sala de oración de al-Quibil, lo que provocó lesiones entre los creyentes por asfixia. Según denuncian, la policía desalojó las plazas donde se concentraban los creyentes y detuvieron a aquellos que se encontraban en la sala de oración de Al-Quibli y en la cúpula de la Roca. 

Estos últimos ataques ponen fin a un periodo de aparente calma. En este último mes, coincidiendo por primera vez desde hace 33 años la pascua judía, el ramadán y la pascua cristiana, Jerusalén ha vuelto a ser testigo de diferentes enfrentamientos entre los palestinos y las autoridades israelíes en la explanada de las mezquitas de Al-Aqsa. 

Este enclave ha sido escenario de diferentes enfrentamientos entre estas dos religiones monoteístas. Para los musulmanes la explanada de las mezquitas es el tercer lugar más sagrado, después de La Meca y la mezquita de Medina, tras creer que fue en este lugar desde donde ascendió el profeta Mahoma a los cielos. 

Por otro lado, según la religión hebrea fue aquí donde Abraham llevó a su hijo para sacrificarlo ante Dios. Para ellos esta zona es conocida como el “Monte del templo” y alberga uno de los sitios más sagrados para el judaísmo. Tanto es así que la mayoría de los judíos no pueden acudir a ella, según prohibiciones sagradas, ya que en caso de pisar la zona estarían contribuyendo a su desacralización. 

Sin embargo, grupos de judíos ortodoxos abogan por contar con un mayor acceso y control del sitio, en ese intento de tratar de recuperar el histórico “Monte del Templo”, lugar en el que según el judaísmo “Dios promete estar en su plena presencia”. 

Estos simbolismos sagrados han sido uno de los principales motivos de los enfrentamientos entre judíos y musulmanes, confrontaciones que se han vuelto a suceder este mes coincidiendo con el ramadán y el Pésaj (la pascua judía).

De acuerdo con Israel, este asegura no querer modificar el estatus quo que mantiene la explanada desde el año 1967 que autorizan a los musulmanes poder subir a la explanada a cualquier hora del día y la noche. Del mismo modo, los judíos también podrían acudir, pero sin rezar. 

Esta regulación crea fuertes enfrentamientos entre ambes partes y temores por parte de los propios musulmanes que creen que Israel podría modificar las normas de acceso a los templos, lugar, además, que Jordania administra junto con las autoridades palestinas.

Jordania ha acogido una reunión de emergencia del Comité Ministerial Árabe, integrado por Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Palestina, Egipto, Qatar, Marruecos, Túnez y Argelia, que se ha mostrado muy crítico con las actuaciones en la explanada de las mezquitas por parte de las autoridades israelíes. 

En una declaración el Comité condenó “los ataques y violaciones israelíes contra los fieles en la mezquita de Al-Aqsa que se intensificaron peligrosamente durante los últimos días del bendito mes de Ramadán" habrían "provocado cientos de heridos, detenciones entre los fieles y severos daños a las instalaciones de la Sagrada Mezquita”. 

Advirtieron que estos ataques y violaciones representan una flagrante provocación a los sentimientos de los musulmanes en todas partes y socavan la libertad de culto en la bendita Mezquita Al-Aqsa, y la libertad de acceso a los fieles allí. Además, añadieron que estos ataques “amenazan con iniciar un ciclo de violencia que amenaza la seguridad y la estabilidad en la región y el mundo”. 

Asimismo, han instado a Israel a que respete el “estatus quo histórico” de la zona y han apelado al Consejo de Seguridad a que adopte “medidas inmediatas” que pongan fin a “las prácticas israelíes ilegales”.