Al Shabab reivindica la autoría de un atentado provocado en plena fase final de las elecciones presidenciales en Somalia

Ocho muertos en un ataque yihadista contra un recinto de la ONU en Mogadiscio

photo_camera REUTERS/FEISAL OMARAR - Atentado en la capital somalí de Mogadiscio

Al menos ocho personas murieron este miércoles y once resultaron heridas en un ataque del grupo yihadista somalí Al Shabab contra el recinto que aloja, entre otros, las oficinas de la ONU en la capital de Somalia, Mogadiscio, confirmó a Efe la Policía. “Estoy presenciando el incendio, sale humo de las tiendas (...). Hay muertos y heridos que han sido llevados al hospital”, declaró a Efe el agente de policía Mohamed Adam, que presenció el atentado.

“El ataque resultó en la muerte de ocho personas, incluyendo dos policías, un militar de AMISOM (la misión de la Unión Africana en Somalia) y cinco civiles”, señaló a Efe Adam. El asalto, perpetrado por dos atacantes, tuvo como objetivo el complejo Halane –incluido en la llamada Zona Verde, altamente vigilada– que contiene las instalaciones de la ONU, de AMISOM, de varias embajadas y de organizaciones internacionales.

En el recinto viven funcionarios de las agencias onusianas, diplomáticos, espías (extranjeros y somalís), contratistas, guardaespaldas y militares de AMISOM; y alberga también la Misión Europea de Entrenamiento del Ejército de Somalia. Asimismo, el complejo se encuentra junto al Aeropuerto Internacional Aden Adde.

De acuerdo con Adam, el ataque se produjo hacia las 10.55 hora local (07.55 GMT) y los asaltantes fueron abatidos tras un tiroteo que provocó incendios en varios establecimientos comerciales del recinto.

Al Shabab, afiliado a la red terrorista Al Qaeda desde 2012, reivindicó el atentado a través de su emisora local de radio Alfurqan. Este asalto coincide con una escalada de las acciones por parte de ese grupo y en plena fase final de las elecciones parlamentarias en el país.

Farmajo

El pasado 15 de marzo, Somalia incumplió por segunda vez la fecha límite que se había marcado para completar las elecciones de su Cámara Baja debido a las tensiones políticas, las pugnas entre clanes y las acusaciones de irregularidades.

En enero, el primer ministro somalí, Mohamed Hussein Roble, y los presidentes de los cinco estados federales del país pactaron completar esas votaciones antes del 25 de febrero, un compromiso que no pudieron cumplir. Concluir las elecciones parlamentarias es un hito imprescindible para poder celebrar los comicios presidenciales, que se han postergado en varias ocasiones desde 2021 a pesar de que el mandato del presidente, Mohamed Abdullahi Mohamed Farmaajo, caducó ese año.

El aplazamiento sistemático de las elecciones –que cuentan con el apoyo de la comunidad internacional y a las que Al Shabab se opone– supone una distracción respecto a problemas notables para el país, como la lucha contra los yihadistas.

El grupo controla áreas rurales del centro y sur y quiere instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador) en Somalia. Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde que en 1991 fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de señores de la guerra y milicias islamistas, como Al Shabab.

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