Rusia llevó a cabo un bombardeo de ataques a infraestructuras catalogadas como críticas en Kiev y Járkov la mañana del lunes, según informaron autoridades ucranianas

Ofensivas rusas dejan sin luz y agua a gran parte de Kiev y Járkov

AP/EFREM LUKATSKY - Desde hace unas semanas, los regimientos rusos han vuelto a incrementar los ataques sobre Kiev, especialmente realizados con drones kamikaze y dirigidos contra infraestructuras energéticas y otros objetivos civiles

Cuando se cumplen 250 días desde que comenzó la guerra en Ucrania, el ataque a tres barcos de la flota rusa en el mar Negro el pasado sábado 29 de octubre ha provocado la respuesta de Rusia a primera hora de este lunes. Las fuerzas de Putin han atacado las instalaciones de energía con el lanzamiento de “más de 50 misiles”. La Presidencia de Ucrania ha denunciado ataques masivos por parte del Gobierno de Moscú de forma simultánea en varias de las principales regiones más pobladas del país. Dichas ofensivas han derivado en cortes intermitentes de luz y dificultad de acceso a agua potable en distintos puntos del país.

Parte de la capital ha quedado sin suministro de energía y agua, lo que, según el acalde de la ciudad Vitali Klitschko, afectará a unos 350.000 hogares. Fuentes ucranianas afirman que las fuerzas de Moscú utilizaron drones y bombarderos estratégicos en la ola de ataques del lunes. También se detectaron unos 40 misiles de crucero, según informes de los medios nacionales. No hubo información inmediata sobre posibles víctimas. Las autoridades han alertado de que se han registrado explosiones en varios puntos de la región, así como en la zona de Cherkasi y Zaporiyia, donde también han resultado dañadas infraestructuras civiles.

“Los terroristas rusos han lanzado nuevos ataques masivos contra el sistema energético de Ucrania”, afirmó el jefe de la oficina de la Presidencia, Kyrilo Tymoshenko, a través de su cuenta en Telegram, que reproduce el portal Ukrinform. Además, se han registrado ataques a instalaciones criticas para el suministro de luz la región de Kirovohrad, así como en Vinnytsia, mientras que en Leópolis las defensas antiaéreas consiguieron neutralizar la mayoría de los misiles de origen ruso. En Járkov, dos huelgas afectaron instalaciones de infraestructura crítica y el metro dejó de funcionar. Algunas partes de los ferrocarriles ucranianos también quedaron sin electricidad, informó la compañía ferroviaria ucraniana.

Desde hace unas semanas, los regimientos rusos han vuelto a incrementar los ataques sobre Kiev, especialmente realizados con drones kamikaze y dirigidos contra infraestructuras energéticas y otros objetivos civiles. El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha denunciado insistentemente el uso de estos artefactos, de elaboración iraní, y requerido una reacción internacional contundente. Desde Moscú se ha refutado que estos ataques son la respuesta a la explosión de un camión cisterna a mediados de octubre en la anexionada península de Crimea, cuya autoría atribuye Rusia a Ucrania.

Uno de los misiles derribados por la defensa aérea de Ucrania se estrelló cerca de la frontera con Moldavia. El cohete destrozó una ventana en Naslavcea, una ciudad en el distrito Ocnita más al norte de Moldavia, entre Vinnytsia y Chernivtsi en Ucrania. Sin embargo, el ministro del Interior de Moldavia dijo que no hubo víctimas. Las autoridades de Chisinau dijeron que el posible objetivo era una presa en el cercano río Transnistria.

“Alrededor de las 08:00 (hora local), el enemigo llevó a cabo ataques con misiles en Zaporiyia. Los primeros informes indican que los misiles fueron lanzados desde el aire. Las instalaciones de infraestructura crítica han resultado dañadas. Podrían producirse cortes de energía”, informó Oleksandr Starukh, jefe de la Administración Militar de esa región sureña, en su cuenta de Telegram. Según Starukh, de momento no hay confirmación de la existencia de víctimas, aunque los servicios de emergencia han sido enviados a las zonas atacadas.

Las instalaciones de la central nuclear de Zaporiyia (ahora controlada por los rusos, aunque en ella trabajan obreros ucranianos) han sufrido algunos ataques, que han obligado a desconectarla del sistema energético local, mientras Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de ellos.

Hace dos días, el Kremlin acusó a Kiev de un ataque a gran escala contra Ucrania con ataques con aviones no tripulados contra la flota rusa del mar Negro frente a la costa de la península anexada de Crimea. Ucrania negó el ataque y dijo que Rusia había manejado mal sus armas, pero Moscú dijo que pondría fin a su participación en un acuerdo negociado por la ONU que permite que los barcos que transportan alimentos desde Ucrania pasen de manera segura.

Al comentar sobre los ataques del lunes, el jefe de la oficina presidencial de Ucrania, Andrey Yermak, dijo que los soldados rusos “siguen luchando contra las instalaciones civiles”. “Soportaremos, y generaciones de rusos pagarán un alto precio por su desgracia”, dijo Yermak, tras el segundo ataque ruso en el mes de octubre.

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