La activista yemení tiene lazos con los Hermanos Musulmanes, grupo considerado organización terrorista por diferentes países

Ola de críticas a Facebook por la inclusión de Tawakkol Karman en su comité de sabios

photo_camera PHOTO/ PHILIPPE DESMAZES - Tawakkol Karman, durante una conferencia de prensa

Cunde la indignación entre los usuarios de Facebook de muchos países árabes. La red social fundada por Mark Zuckerberg, en una iniciativa para controlar la veracidad y la adecuación de los contenidos que circulan entre las distintas comunidades de usuarios, ha puesto en marcha una Junta de Supervisión que estará integrada por veinte miembros.

¿Cuál es el problema? Que, entre las seleccionadas para ocupar una de las veinte plazas, se encuentra la activista Tawakkol Karman. Esta política yemení, líder de la llamada “Revolución de los Jazmines” contra el expresidente Ali Abdullah Saleh, fue galardonada en 2011 con el permio Nobel de la Paz por su defensa pacífica de los derechos de las mujeres en su país. Ganó el premio ex aequo con las activistas liberianas Ellen Johnson-Sirleaf y Leymah Gbowee. 

Sin embargo, las simpatías de Karman hacia los Hermanos Musulmanes han despertado numerosas críticas sobre su idoneidad para ocupar el puesto en el comité de sabios de Facebook. Karman ha estado asociada al partido islamista yemení Al-Islah (‘Reforma’), considerado uno de los principales brazos políticos de la Hermandad en el país árabe.

A pesar de que Karman se ha presentado como integrante de la línea más moderada dentro de su formación política, no ha dudado en defender a los Hermanos Musulmanes frente a Estados Unidos. “Siguen siendo un movimiento antitiranía a pesar de Trump”, llegó a escribir, precisamente, en su cuenta oficial de Facebook.

Sus detractores aducen que detentar un cargo que implica prevenir la diseminación de discursos de odio es incompatible con albergar simpatías con una organización que tiene una relación tan estrecha con el terrorismo de etiología yihadista. Algunos países, incluso, consideran a la propia Hermandad como una entidad terrorista en sí misma.

Numerosos usuarios, de hecho, ya han comenzado a lanzar campañas online para que la red social reconsidere su situación. Entre otras medidas, muchos han apoyado el ‘hashtag’ #RefuseTawakulKarman (‘Rechazo a Tawakkol Karman’), han suspendido sus perfiles en Facebook, han desinstalado la aplicación de sus teléfonos móviles y han dado valoraciones negativas al sitio web en diferentes navegadores y las tiendas de aplicaciones.

A nivel colectivo, se ha iniciado ya una petición ciudadana vía la plataforma Change.org para que Karman sea apartada del cargo. En total, la iniciativa reúne ya más de 35.000 firmas. Entre los participantes en esta demanda grupal, se encuentran los escritores Abdul-Rahman al-Lahim, Ibrahim al-Suleiman y Amani al-Ajlan, que han pedido a la gente que se una con la finalidad de “silenciar la voz del extremismo y el terrorismo”.

En 2011, el nombramiento de Karman como Nobel de la Paz ya estuvo rodeado de controversia. En el seno de las revueltas sociales que dieron su nombre a conocer, su estilo de liderazgo ya era calificado como “dictatorial” incluso por algunos compañeros de filas, según recuerda la agencia Reuters.

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