Orbán buscará el apoyo de Trump para la alianza antiinmigración con Salvini

Alex Erquicia

Pie de foto: El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, junto al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en una torre de vigilancia a lo largo de la valla fronteriza en la frontera húngaro-serbia, en la localidad de Röszke, el 2 de mayo de 2019. BALAZS SZECSODI/Oficina del Primer Ministro de Hungría/AFP.

La reunión del pasado 2 de mayo entre Matteo Salvini, ministro del Interior italiano, y Viktor Orbán, primer ministro húngaro, dejó una cosa clara: el férreo rechazo a la inmigración que ambos líderes comparten se traducirá pronto en una alianza internacional antiinmigración. La misma está en proceso de construcción desde la primera reunión entre Salvini y Orbán, en agosto de 2018, pero ahora los líderes nacionalistas pretenden aumentar su presencia e influencia y oficializarla tras las elecciones europeas del próximo 26 de mayo.

Con esa idea en mente, profundizar la red internacional de la alianza y darla mayor visibilidad, Orbán mantendrá una reunión con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Washington, el próximo 13 de mayo. Se espera que los líderes avancen en la coordinación de la política de los dos países en contra de los inmigrantes y Orbán buscará el apoyo de Trump hacia la alianza antiinmigración y definir mejor el discurso, con un claro trasfondo islamófobo y antisemítico, y en defensa de los 'valores' cristianos. Tanto Trump, como Orbán y Salvini se congratulan por el endurecimiento de sus políticas de inmigración y aplauden acciones que las intensifiquen.

Orbán, como muchos otros líderes nacionalistas de extrema derecha, ha afirmado que los cristianos europeos deben ser "protegidos" ante una expansión de la religión musulmana. En esa línea se mostró Salvini que tras su encuentro con Orbán llegó a indicar que "si la izquierda sigue gobernando, veremos califatos en nuestras ciudades". Trump ha llegado a decir "creo que el Islam nos odia".

La visita a Washington supone la primera de Orbán a la Casa Blanca desde 2001, que se produjo durante su primer período como primer ministro (entre 1998 y 2002), y es un revés en la política exterior estadounidense hacia Hungría y la región de Europa Central que, hasta ahora, principalmente se basaba en el aislacionismo. Así, la democracia 'iliberal' que propone Orbán recibe otro empuje, un reconocimiento de legitimidad, esta vez de la primera potencia económica mundial, EEUU.

Pie de foto: Durante el encuentro entre Salvini y Orbán, en la localidad magiar de Röszke, Orbán le mostró a Salvini la valla construida por su Gobierno en el otoño de 2015 para impedir el paso de los refugiados. BALAZS SZECSODI/Oficina del Primer Ministro de Hungría/AFP.

EEUU quiere tener una mejor relación con Hungría ya que esperan que Orbán, y otros partidos antiinmigrantes, solo consiga más influencia en la Unión Europea tras los comicios. Además EEUU pretende detener la creciente influencia de China y Rusia en Hungría, y sus vecinos de Europa Central, algo que preocupa mucho a Washington que busca signos de acercamiento. Hungría es parte del Grupo de Visegrado junto a República Checa, Eslovaquia, y Polonia, que defiende un mayor nacionalismo dentro de la UE y son contrarios a la inmigración.

El ministro de Relaciones Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, confirmó a la radio estatal húngara el domingo que se está formando una alianza contra la migración, según recoge la agencia AP. Szijjarto destacó el hecho de que Hungría y Estados Unidos se encontraban entre los pocos países que el año pasado votaron en contra del pacto migratorio de las Naciones Unidas. Es significativo que Trump reciba a Orbán, quizás el líder europeo más controvertido, semanas antes de las elecciones al Parlamento Europeo.

La reunión del 13 de mayo viene precedida por la firma de un acuerdo bilateral de cooperación de defensa entre EEUU y Hungría, al margen de la celebración de la fundación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la que ambos son miembros, a principios de abril y por una visita del secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, a Budapest en febrero que incluyó una reunión con Orbán.

Durante la próxima visita de Orbán a Trump, es posible que se produzca el anuncio de que Hungría comprará equipo militar a un proveedor de EEUU, Lockheed Martin, o el de la compra de misiles de medio alcance, según el sitio web de noticias Direkt36, ambos temas tratados durante la visita de Pompeo.

Pie de foto: Orbán y Salvini se reunieron por primera el 28 de agosto de 2018, en Milán, en un encuentro en el que empezaron a hablar de una alianza antiinmigración. REUTERS/MASSIMO PINCA

Elecciones europeas

Uno de los asuntos que ambos tratarán será el de las elecciones al Parlamento Europeo a finales de este mes. El ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, busca crear junto a otras fuerzas de la extrema derecha europea, euroescépticas y antiinmigrantes, el principal grupo político dentro del Parlamento Europeo. Para ello ya cuenta con el apoyo de Alternativa por Alemania (AFD), el Partido de los Finlandeses (anteriormente conocido como Auténticos Finlandeses), el Partido Popular Danés y el FPÖ del vicecanciller de Austria, Heinz-Christian Strache, además de su socio italiano, la Liga. Según los sondeos, las formaciones ultranacionalistas conseguirían entre el 20 y el 30 % de los votos en las elecciones europeas de mayo.

Por su parte, el partido del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, Fidesz, todavía no ha dicho oficialmente si formará parte de la colación de populistas de derecha que busca impulsar Salvini. En la actualidad Fidesz, es miembro del Partido Popular Europeo (PPE), que en marzo suspendió la pertenencia al grupo del partido de Orbán, por considerar que no respeta los valores europeos que defiende el PPE (el partido europeo evitó la expulsión del Fidesz, que le aporta 12 escaños, optando por dejarlo "bajo observación" por un tiempo indeterminado).

Salvini pretende aunar bajo un grupo los partidos más euroescépticos, actualmente divididos en tres, mientras que Orbán quiere que los conservadores hagan con los ultranacionalistas un frente común contra la inmigración. Por ello una futura cooperación a nivel europeo de los dos partidos, el Fidesz húngaro y la Liga italiana, no está asegurada y Orbán no quiere mojarse por lo que su partido esperará a las elecciones antes de decidir cuál será su futura familia política en Europa.

El ascenso de las fuerzas populistas de extrema derecha en Europa avanza a pasos agigantados y queda por ver si lograrán la representación política con la que sueñan en el Parlamento Europeo. Lo que si están obteniendo ya son réditos políticos a través de la expansión de su influencia más allá de las fronteras europeas ya sea a través de inversiones chinas o por medio de crear una narrativa común basada en la antiinmigración y la islamofobia.

La defensa del nacionalismo a toda costa y de la "homogeneidad étnica" bajo el paradigma de que el multiculturalismo debilita a las sociedades serán los argumentos para la alianza antiinmigración que, por ahora, solo hace mucho ruido.

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