Israel afirma tener "pruebas" de implicación de Irán en ataque contra buque petrolero

Ormuz, una zona estratégica en el centro de las tensiones entre Irán e Israel 

PHOTO/REUTERS - Petroleros pasan por el estrecho de Ormuz

Los 280 kilómetros más vigilados del mundo situado entre Irán, Omán y Emiratos Árabes Unidos separan el golfo Pérsico del golfo de Omán. El conocido estrecho de Ormuz es uno de los pasos marítimos más importantes y estratégicos del mundo por donde circula una quinta parte de las exportaciones mundiales de petróleo, lo que le confiere un gran valor a escala regional y global a esta zona. Todo este trasiego de petróleo y gas natural tiene un motivo: alrededor de ese estrecho se sitúan varios de los principales productores de petróleo del mundo, y en total los países con aguas en esta zona bombean cerca de un tercio de los barriles que se producen en el mundo. Como es evidente, todos esos hidrocarburos tienen que ser exportados por algún sitio, y la salida natural del golfo Pérsico es, precisamente, el estrecho de Ormuz.

La zona del Estrecho sigue siendo un foco de tensiones importantes. Un accidente geográfico clave, por sus características físicas deja en una posición de extrema vulnerabilidad a quienes deben atravesarlo. Un promedio de 14 buques petroleros por día sale rumbo a distintos mercados, a estas embarcaciones se suman los militares, de distintos países, que también surcan esas aguas para preservar los intereses estratégicos de sus respectivas naciones, muchas de ellas enfrentadas entre sí. Una interrupción podría ser lo suficientemente fuerte como para usarla como casus belli. Cerrarlo sería una decisión extrema, con graves consecuencias económicas para el propio Irán, y efectos políticos militares imprevisibles. Pero ninguna opción se pude descartar de plano en un contexto de creciente tensión con Israel. 

AFP PHOTO/Satellite image 2020 Maxar Technologies -  Estrecho de Ormuz

La tensión entre Irán e Israel se ha incrementado de forma exponencial. El incidente, contra un buque cisterna, llamado Mercer Street y de propiedad japonesa operado por la empresa Zodiac Maritime, del multimillonario israelí Eyal Ofer, despertó las alarmas entre las autoridades israelíes. Según medios, altos cargos gubernamentales y del aparato de Defensa se reunieron de urgencia para tratar el asunto, y ahora intentan poner en alerta de nuevo a los países occidentales para denunciar el alcance de las presuntas actividades iraníes en Oriente Medio. Israel ve a Teherán como su principal enemigo en la región y una amenaza existencial. Este incidente parece marcar un nuevo capítulo de las tensiones entre Israel y la República islámica, tras otras agresiones y sabotajes contra barcos en los últimos dos años en el Golfo, una dinámica que se intensificó en los últimos meses. 

El Gobierno de Estados Unidos declaró estar "seguro" de que Irán fue el responsable del ataque a el buque cisterna, frente a la costa de Omán, que causó dos muertos, y aseguró que en breves emitirá una "respuesta adecuada". En un comunicado, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, indicó que, tras analizar la información disponible, EE. UU. "está seguro de que Irán perpetró el ataque", por lo que está trabajando con sus socios para "considerar los pasos a seguir" y determinar la "respuesta adecuada". "No hay justificación alguna para este ataque, que sigue un patrón de ataques y otros comportamientos belicosos. Asimismo, en un comunicado, el ministro de Exteriores de Reino Unido, Dominic Raab, señaló que trabaja con sus aliados a nivel internacional para consensuar "una respuesta concertada a este ataque inaceptable". "Las evaluaciones del Reino Unido han concluido que es altamente probable que Irán atacara el MV 'Mercer Street' en aguas internacionales cerca de Omán el 29 de julio, usando uno o más vehículos aéreos no tripulados (UAV, en inglés)", aseveró el ministro. Raab subrayó que "Irán debe poner fin a este tipo de ataques y los barcos han de poder navegar libremente conforme a la legislación internacional". "Creemos que se trató de un ataque deliberado, dirigido, y en clara violación de la legislación internacional por parte de Irán", agregó.

AFP/ATTA KENARE  -   Soldados iraníes en el estrecho de Ormuz

Sin embargo, todavía no está claro si el ataque, que tuvo lugar en la noche del jueves, es una acción de piratería, como dijo sospechar la operadora en un principio, o de otro tipo, pues la empresa de seguridad marítima Dryad Global indicó que podría haber sido llevado a cabo con un dron y ser similar a agresiones anteriores llevadas a cabo por Irán. Las autoridades iraníes se han desvinculado, no obstante, del ataque, pero han apuntado que la única forma de resolver la crisis del Golfo y de su programa nuclear es mediante el cese de las sanciones de Washington o, al menos de sus graves efectos. Por su parte, el Gobierno iraní niega las acusaciones israelíes, secundadas ahora por el Reino Unido y EE. UU. En su rueda de prensa semanal, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Teherán, Saíd Jatibzade, tildó de "infundadas" las acusaciones de Tel Aviv y subrayó que "no es la primera vez que el régimen ocupante de Quds (Jerusalén) atribuye tales acusaciones a la República Islámica".

Precisamente, este ha sido un escenario que Irán ha utilizado en varias ocasiones para desestabilizar la zona con ataques protagonizados a buques cargueros que se sucedieron últimamente tras las sanciones políticas y económicas que impuso Estados Unidos al Estado persa a raíz de la salida norteamericana en 2018 del pacto nuclear suscrito con Irán en 2015 por el que se limitaba el programa atómico iraní, sobre todo, en materia armamentística. La Administración Trump denunció incumplimientos de términos del acuerdo por parte de la República Islámica e impuso unas sanciones sobre el país iraní, entre las que destacaban las relacionadas con el comercio de crudo, principal fuente de financiación de la nación persa. 

AFP/AFP - Mapa del Golfo localizando el Estrecho de Ormuz, los puertos de la isla de Kharg y Jask y el nuevo oleoducto de Goreh, en Irán

El 23 de julio, Irán anunció la apertura de su primera terminal petrolera en el golfo de Omán, una medida que le permitirá al país persa evitar el uso de la ruta marítima del estrecho de Ormuz, que ha sido un foco de tensión regional durante décadas. Esta nueva terminal se encuentra ubicada cerca del puerto de Jask, en el golfo de Omán, justo al sur del estrecho de Ormuz, lo que permite a los barcos que se dirigen al mar Arábigo sortear la estrecha ruta. Con esta medida, Irán pretende así sortear las sanciones internacionales impuestas sobre la exportación de petróleo y evitar el estrecho de Ormuz que ha sido testigo de múltiples enfrentamientos entre la República Islámica y Estados Unidos, que tiene varios navíos de guerra en la zona. Asimismo, Irán busca diversificar su exportación petrolífera hacia países como China o India, y es que esta nueva ruta ofrece un acceso más directo.

Un intercambio de petroleros, el cese de las sanciones estadounidenses a Irán o la formación de una misión naval europea son algunas de las propuestas para hacer frente a la actual crisis en el estrecho de Ormuz, pero todas presentan dificultades o implican riesgos. Los acontecimientos que se vienen sucediendo en el estrecho de Ormuz son sumamente graves, porque amenazan los pilares de la economía mundial, que se sustenta en un comercio marítimo global, que a su vez depende de que se mantenga la libertad de los mares. Y, de este modo, ponen incluso en peligro la paz en esa zona.
 

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