Paraguay registra un triple récord en el peor momento de la pandemia
Paraguay cerró este martes con 2.125 contagios de COVID-19, 1.250 pacientes afectados por la enfermedad hospitalizados en planta y 324 en cuidados intensivos, las cifras más altas de la pandemia de un sistema sanitario en alerta roja por el fuerte aumento de casos.
Desde el primer positivo de hace un año, es la primera vez que esos tres indicadores registran récords al mismo tiempo, cuando el acumulado de casos de contagio asciende a 171.985 y el de decesos a 3.360 con los 17 de las últimas horas, según el Ministerio de Salud paraguayo.
Central, departamento que bordea la capital del país, es la región de mayor impacto con un total de 72.900 positivos (43,4%), seguido por Asunción con 40.143 (23,9%) y Alto Paraná, limítrofe con Brasil, con 12.855 (7,6%).
El área de expansión sostenida sigue con Itapúa, en la frontera con Argentina y principal destino sureño del turismo en esta época veraniega del hemisferio sur, con 6.827 (4,1 %) y que aparece en rojo en el mapa de riesgo que mide la intensidad de la transmisión en las últimas dos semanas.
Al informe diario de casos precedió este martes un comunicado de las autoridades sanitarias en el que se advierte de una "alerta roja sanitaria" debido al aumento sostenido y récords de contagios con un llamamiento a "tomar conciencia" y evitar situaciones que pueden "llevar al sistema de salud a un colapso".
Y añade que, en caso de incumplimiento de protocolos sanitarios, entre los que el uso de mascarillas es obligatorio, la consecuencia para la población en las próximas dos semanas será "la sobrecarga de hospitales a causa del contagio masivo y el fallecimiento de más compatriotas".
Por ello, se insta a los ciudadanos a evitar "aglomeraciones, reducir el tiempo y la frecuencia de encuentros y reuniones y postergar toda actividad no esencial".
El gran incremento de casos se produce en momentos en que el nuevo ministro de Salud, Julio Borba, asumió el cargo este martes dentro de unos cambios gubernamentales con los que se busca desactivar las protestas ciudadanas, cuyo origen es precisamente la falta de medicamentos para los pacientes de coronavirus.
La reacción ciudadana forzó la pasada semana la renuncia de su antecesor, Julio Mazzoleni, aunque los organizadores de las marchas diarias de protesta exigen la renuncia del presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado, a quien responsabilizan de la crisis sanitaria.
Por su parte, el nuevo ministro de Educación, Juan Manuel Brunetti, no descartó la posibilidad de suspender las clases presenciales, que arrancaron este mes de forma combinada con las virtuales, en lugares de alto nivel de contagio para frenar la transmisión del coronavirus SARS-CoV-2.
