Pedro Canales: “Hay soluciones en el Sáhara para que todos los actores salgan ganadores”

En la última entrega de ‘De cara al mundo’, el espacio radiofónico de Onda Madrid, contamos con la participación de Pedro Canales, experto en geopolítica y colaborador de Atalayar, quien analizó la visita que Pedro Sánchez realizó a Rabat tras el cambio de postura que adopta el Gobierno de España sobre el Sáhara Occidental. Canales explicó la importancia de esta nueva etapa de relaciones entre los países vecinos al tiempo que sugirió una fórmula en torno a la que podría girar la mesa de diálogo que dé solución a un conflicto que se extiende desde hace más de cuarenta y seis años. 

¿Cuál es la valoración que haces sobre la visita de Pedro Sánchez a Rabat?

Creo que para medir la visita a Marruecos del presidente del Gobierno y el inicio de la reconciliación de los dos países miraría varias consideraciones. En primer lugar, España y Marruecos somos vecinos y lo vamos a seguir siendo, lo que significa fricciones y problemas, como ocurre con todos los países del mundo, si a esto le añadimos que España está entre los países desarrollados con un PIB importante y Marruecos por detrás, el choque es inevitable, además Marruecos es la puerta de entrada de África al sur de Europa lo que aumenta la tensión demográfica, económica, comercial y migratoria. La segunda es por el origen de la crisis, que no fue por divergencias políticas, los asuntos como el Sáhara Occidental, la delimitación geográfica y marítima, el tomate o las manufacturas vienen de mucho antes, no se llegó al punto de ruptura por eso sino por la falta de confianza. Algo se quebró en la relación a raíz de promesas incumplidas, engaños, comportamientos poco sinceros, el asunto Ghali, eso llevó a la crisis y es lo que ahora se restablece, la posición que adopta el Gobierno de España sobre el Sáhara es una muestra de buena voluntad además de una política con una visión de futuro muy inteligente. En tercer lugar, y lo más importante bajo mi punto de vista, es que se tienen que crear las comisiones bilaterales con gente profesional y dejar a un lado la politiquería y los cálculos moralistas y trabajar con expedientes concretos y una buena hoja de ruta. En cuarto lugar, no me asusta que haya divergencias territoriales respecto a Ceuta y Melilla, a las aguas canarias, mediterráneas o a las del Estrecho, a los espacios aéreos, ya que todo eso me parece algo normal. Los que critican el viaje de Pedro Sánchez porque no ha arrancado unas declaraciones marroquíes sobre la soberanía española de Ceuta y Melilla francamente no entienden nada. España tiene problemas territoriales y de delimitación marítima con todos sus vecinos, con Portugal por Olivenza; con Francia por las aguas en el golfo de Vizcaya; con Gran Bretaña naturalmente por Gibraltar; y hasta con Argelia tiene problemas por la zona económica exclusiva de las aguas territoriales, pero no hay guerras, no es motivo de rasgarse las vestiduras, pues con Marruecos igual. Los asuntos fronterizos y de reconocimiento de soberanía van a durar bastante tiempo. En quinto lugar, con relación al Sáhara Occidental, era normal que el Polisario y Argelia critiquen la posición adoptada por España y a los voceros de todas las formaciones parlamentarias españolas y otros de la sociedad civil que han levantado sus espadas, es algo lamentable por parte de la oposición el no tener una visión de Estado y un plan estratégico para España. Si yo fuera Pedro Sánchez, que no lo soy, enviaría una delegación española al Sáhara, a las dos partes a El Aaiún y a Tinduf, con sociólogos, economistas, políticos, gente de la cultura y de la ciencia, para ver en qué estado se hayan y cómo hacer para implementar esa propuesta marroquí de autonomía regional, es este punto España debe dar su opinión. 

Pedro muy interesante los cinco puntos que has ido desgranando, pero yo me pregunto ¿los políticos que están descalificando todo lo que está ocurriendo habrán ido alguna vez a Marruecos? 

En el fondo creo que los españoles aún tenemos ese sentimiento de la guerra de África, la derrota que hubo en el Rif, la guerra de Tetuán, y hay algo escondido en nuestra manera de ser y de pensar que sale a relucir. Cada vez que leo los titulares que se dan en prensa, de un vecino que está haciendo los progresos que está haciendo, y que posiblemente tiene que hacer más, y son conscientes y lo dicen, pero si eso se dice de un vecino cuando esta gente llegue a tener una parcela de poder ¿qué será del periodismo independiente? 

Hablabas de una delegación española que visite la zona de El Aaiún, Tinduf o Dajla porque realmente el meollo de la cuestión es solucionar un conflicto que dura más de 46 años, que desestabiliza la región y que moral y éticamente supone un golpe a las conciencias por las condiciones indignas de miles de seres humanos en Tinduf, de lo que se aprovechan los grupos terroristas de la zona del Sahel. Hay que cerrar cuanto antes ese conflicto para evitar que la inestabilidad se extienda por toda la región. 

Efectivamente, es una brecha por donde pueden colarse grupos terroristas que vemos que se están afianzando en la zona del Sahel, desde Burkina Faso hasta Libia y que deambulan a sus anchas por la región. España está muy comprometida con la causa, tenemos más de quinientos soldados en Mali, cosa que es importante pero no es suficiente, hay que tener inteligencia y una estrategia de futuro. El tema de Sáhara hay que resolverlo sí o sí, conociendo a Argelia creo que los argelinos quieren resolver el conflicto. La clave aquí es que ellos quieren resolver el asunto sin perder la primacía que creen tener en la región geopolíticamente hablando, es una vieja rivalidad que viene de antes del tema del Sáhara, y quieren mantener el tipo, sentándose en la mesa de negociación en una posición ganadora. La solución aquí puede ser una en la que todo el mundo gane, no necesariamente tiene que perder nadie, algunos perderán privilegios, vivir de rentas o de su función de soldados y tendrán que darse concesiones, pero es una solución que comporta ganadores en cuanto a estabilidad y desarrollo económico. Lo que ocurre es que entre Marruecos y Argelia nunca ha habido un buen entendimiento porque ambos son países bastante autárquicos, es decir que viven centrados en su propio desarrollo y no han tenido la necesidad de coordinarse y cooperar entre ellos, como sí ha podido pasar en Europa o en otras regiones, cada uno lo hace a su manera. Particularmente Francia ha estimulado ese individualismo entre los dos países para poder mantener sus propios intereses intactos. 

¿Crees que Staffan de Mistura será capaz de sentar otra vez en mesa de negociación de Ginebra a todas las partes para poner fin a este conflicto de una vez por todas?

Personalmente creo que sí, pero quizás tenga que cambiar un poco la forma, porque con la misma forma Argelia perdería credibilidad porque desde el primer momento dijo que ya no aceptaba más la fórmula de una mesa de diálogo a cuatro. Tampoco hay muchas alternativas, porque si quieren sentarse a negociar lo tienen que hacer con delegaciones presentes, igual con algún observador internacional diferente entre los que puedan participar EEUU, España, la Unión Europea o Arabia Saudí como representante del mundo árabe, alguna fórmula que permita a los argelinos salvar la cara y al Polisario mantener su liderazgo, pero la única solución pasa por la propuesta de Staffan de Mistura. 

De momento, con la decisión del Gobierno español se da un cierto impulso para que las negociaciones giren en torno a ese sentido, se recuperan las relaciones con Marruecos, se vuelven a abrir las fronteras, vamos a ver como los grupos de trabajo pueden ir poniendo solución a diversos aspectos de las relaciones bilaterales y la bondad de todo lo que está ocurriendo más pronto que tarde lo comprobaremos a pesar de las críticas. 

El hecho de no haber consultado o informado a la oposición o al Parlamento para poder tomar esta posición política por parte de Pedro Sánchez en la forma es un error, pero si lo hubiese hecho posiblemente nunca se habría adoptado esta postura.