Piñera intenta reconciliarse con Chile

photo_camera AP PHOTO/SEBASTIAN PANI - El presidente de Chile, Sebastian Piñera, durante una conferencia de prensa en Buenos Aires

Piñera entona el mea culpa. El presidente chileno dice haber captado la llamada de atención de los ciudadanos chilenos que se vienen manifestando en las principales ciudades del país desde la semana pasada. “Hemos escuchado la voz de las chilenas y los chilenos que han expresado pacíficamente sus problemas, sus dolores, sus carencias, sus sueños y sus esperanzas de una vida mejor”, ha asegurado en una rueda de prensa oficial ofrecida en la noche de este martes.

Las declaraciones de Piñera suponen un suavizamiento del tono que había empleado días atrás, cuando sentenció que el país se encontraba en “estado de guerra contra un enemigo poderoso e implacable”. En todo momento, Piñera ha querido, no obstante, trazar una división clara entre los actos de vandalismo violento y el espíritu general de las protestas, que ha sido de todo punto pacífico. Ha defendido la actuación del Gobierno y las fuerzas del orden en respuesta a los altercados y saqueos “para garantizar la protección de todos los chilenos y asegurar las libertades y los derechos”.

Un manifestante sostiene un trozo de tela que dice "Nueva Constitución o nada" durante una manifestación en la Plaza Italia de Santiago, en el quinto día consecutivo de violencia callejera que estalló a causa de un aumento suspendido de los precios de los boletos del metro, el 22 de octubre de 2019

Piñera ha recalcado su mensaje de apaciguamiento a través de su cuenta de Twitter: “Acogemos con humildad las legítimas demandas sociales y mensajes que los chilenos han entregado. […] Los problemas se acumulaban desde hace décadas y los distintos gobiernos no fuimos capaces de reconocer la situación en toda su magnitud. Reconozco y pido perdón por esa falta de visión”.

Las manifestaciones se desencadenaron a mediados de la semana pasada. El Ejecutivo, siguiendo los consejos de un panel de expertos del Transporte Público, propuso aumentar el precio de los billetes de metro en 30 pesos. El pasado viernes, comenzaron las protestas, lideradas por los jóvenes. Se han sumado a las movilizaciones otros colectivos, como sindicatos, trabajadores del importante sector minero del país y pensionistas. Aunque Piñera dio marcha atrás a la subida de las tarifas el pasado sábado, las manifestaciones no solo no han cesado, sino que han crecido bajo la bandera de la lucha contra las desigualdades económicas del país.

Manifestantes entre los escombros quemados en Plaza Italia durante el quinto día consecutivo de protesta que estalló a causa de un aumento suspendido de los precios de los boletos del metro, en Santiago, el 22 de octubre de 2019.

Hasta el momento, las protestas se han saldado con 15 muertos, cinco de ellos a manos de las fuerzas del orden. Este lunes, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile ha contabilizado 84 heridos de bala. Las cifras de arrestos son confusas. Las últimas cifras que se han hecho públicas por parte de los cuerpos de seguridad ascienden hasta los 5.400, lo que supone un gran salto con respecto a las cifras anteriores. El INDH también ha registrado diversos casos de abuso policial, vejaciones y amenazas de violaciones a mujeres detenidas. 

Con el estado de emergencia y el toque de queda en vigor, la presión se ha ido acumulando sobre los hombros del Gobierno. Después de una reunión de urgencia a la que no han acudido buena parte de los partidos de la oposición, Piñera ha desvelado las líneas maestras de su plan de acción para resolver la crisis. Como parte de su “agenda social de unidad nacional”, el presidente ha hecho público un amplio paquete de medidas para paliar el descontento social generalizado.

Rumbo a una mayor igualdad

El programa comprende varias reformas de calado en materia fiscal y de redistribución. Se ha anunciado la creación de un nuevo impuesto para gravar las rentas más elevadas, así como una subida de un 20% las pensiones con efecto inmediato. Asimismo, el Gobierno ha prometido que garantizará un ingreso mínimo complementario para los trabajadores que tengan sueldos más bajos.

La cooperación territorial se verá favorecida con una mayor dotación al Fondo Común Municipal, de modo que las desigualdades entre localidades más ricas y más pobres disminuya. 

Manifestantes antigubernamentales participan en una protesta en Santiago de Chile, el martes 22 de octubre de 2019. Chile se enfrenta a días de disturbios, provocados por un aumento relativamente menor de las tarifas del metro

Piñera también se ha comprometido a introducir una ampliación de la cobertura de los seguros públicos de salud. Creará, del mismo modo, un mecanismo que oficial que controle el precio de la electricidad, que se ha incrementado en los últimos años hasta el punto de ser inasumible para las familias con menor poder adquisitivo.  Además, pretende reducir los sueldos y las dietas de los parlamentarios y otros altos funcionarios del Estado, así como limitar las posibilidades de reelección de los puestos públicos.

Medidas que -todavía- no convencen

Destacados políticos centristas, como Óscar Landerretche, han aplaudido la maniobra de Piñera y han enfatizado el poder del pueblo chileno para revertir la política económica del Gobierno. Sin embargo, la batería de iniciativas que ha descargado el Ejecutivo no ha contentado a la oposición, que ha recibido las noticias con marcado escepticismo tras boicotear la reunión del martes. Alvaro Elizalde, presidente del Partido Socialista, ha lamentado la tardanza en la actuación de Piñera. Además, el líder izquierdista ha denunciado que el programa de Piñera no cubre algunos problemas estructurales relacionados con el mercado laboral, como la reducción de la jornada a 40 horas. 

Tampoco parece que las medidas hayan calado a corto plazo entre los manifestantes. Este miércoles, 23 de octubre, comienza una huelga general de 48 horas convocada, entre otros, por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la principal entidad sindical del Chile. Nuevas manifestaciones han sido convocadas alrededor de la céntrica plaza Italia de Santiago, la capital. Bajo la consigna ‘Nos cansamos, nos unimos’, se han sumado a las protestas los órganos representativos del sector de la minería, los puertos y la sanidad, entre otros. Socialistas, comunistas y la coalición izquierdista Frente Amplio han apoyado públicamente la convocatoria.

El presidente Sebastián Piñera sostuvo el martes una reunión con líderes de algunos de los partidos de oposición de Chile, con el objetivo de encontrar una forma de poner fin a la violencia callejera que se ha cobrado 15 vidas en medio de protestas sostenidas

El CUT ha pedido que las reformas deben ser aplicadas de abajo a arriba, esto es, contando con las organizaciones de base para que la ampliación de derechos sociales sea realmente duradera. Se demanda, además, que se revoque el estado de emergencia y que los miles de soldados que patrullan las calles, así como el establecimiento de una Asamblea Constituyente. 

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