El mandatario ruso ha realizado este viaje en medio de la escalada de tensiones en la región entre Estados Unidos e Irán

Putin se reúne con el presidente sirio Al-Asad en una inesperada visita a Damasco

photo_camera AFP PHOTO/HO/SYRIAN PRESIDENCY TELEGRAM PAGE - El presidente sirio Bachar al Assad estrechando la mano de su homólogo ruso Vladimir Putin en el cuartel general de las fuerzas rusas en Damasco.

El presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, se ha reunido este martes con su homólogo sirio, Bachar al-Asad, en Damasco, además de haber visitado y saludado a los oficiales rusos que actúan en el país árabe. Esta visita por sorpresa supone un acto simbólico ya que es la primera oficial a la capital de Siria por parte del presidente ruso desde que comenzó la guerra en el país árabe hace 9 años. Bachar al Assad ha agradecido a Putin su visita y ha expresado su gratitud a Rusia y a sus Fuerzas Armadas por su labor en la lucha contra el terrorismo y la restauración de la vida pacífica en la República Siria, según ha informado el Kremlin en un comunicado.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha declarado a los periodistas desde Moscú que el presidente Putin ha sido recibido por Al-Asad en la sede del comando de las Fuerzas Armadas rusas en Damasco: “Los líderes han tomado en consideración informes militares sobre el desarrollo de estos en varias regiones del país”, ha afirmado. Además, el portavoz ruso ha añadido que, durante esta visita, los dos mandatarios han conversado acerca de “las señales de vida pacífica” que “son visibles a simple vista en las calles de Damasco”. Por su parte, el presidente Putin ha hecho hincapié en que “se ha recorrido una gran distancia sobre el camino hacia la restauración del Estado y la integridad territorial de Siria”. 

Esta visita presidencial se ha producido en medio de la escalada tensión que se está desarrollando entre Irán (un aliado clave del Gobierno de Al Assad desde el estallido del conflicto) y Estados Unidos, tras de la muerte del general iraní y número dos del régimen de los ayatolás, Qassem Soleimani, después de un ataque aéreo estadounidense en suelo iraquí. El aumento de la tensión entre Irán y EEUU ha sido inevitable, especialmente después de las recientes declaraciones de los mandatarios de los dos Estados. Del mismo modo, EEUU mantiene bases militares en el este de Siria, lo que hace a este país tener una gran importancia en el conflicto que se está desarrollando con el vecino Irak de telón de fondo. 

La visita de Putin es la segunda al país devastado por la guerra donde sus tropas han estado luchando junto a las fuerzas del gobierno sirio desde el 2015.


Es por ello por lo que, con esta visita, Rusia mueve ficha: tras la muerte de Soleimani, el Ministerio de Defensa ruso elogió en un comunicado la “contribución indiscutible” de este general iraní en la lucha y derrota sobre Daesh en Siria e, incluso, ha dado crédito a la resistencia contra la organización terrorista que Irán llevó a cabo tiempo antes de que EEUU creó su propia coalición contra el terrorismo en Siria e Irak. 

El papel de Rusia en el conflicto sirio y frente al aumento de la influencia iraní en la región ha sido ampliamente discutido por diferentes analistas, como así ha recogido BusinessWorld. Algunos entendidos han afirmado que Rusia ha ido intentando limitar la influencia de Irán sobre el Gobierno sirio debido a que el Kremlin no posee el control sobre organizaciones poderosas en la zona como el grupo chií Hizbulá con el que Irán guarda estrechas conexiones. Por su parte, otros analistas han defendido que Moscú ha ido buscando el status quo permita a Rusia mantener su posición en la región frente a la presencia estadounidense. 

Al mismo tiempo, los diplomáticos y mandatarios rusos nunca han definido a Irán como un aliado de la Federación, con el régimen iraní Rusia ha ido manteniendo unas relaciones basadas en acuerdos geopolíticos que le permitieran mantener la influencia de ambos en la región. Además, Moscú no ha mantenido unos compromisos serios respecto a Irán, sino que ha ido cooperando con diferentes actores que incluso podrían considerarse enemigos del régimen de los ayatolás como Israel o Turquía en función de las necesidades mutuas y las acciones a desarrollar. 

Tras la muerte de Soleimani, aparte de la expresión de las condolencias y seguir dispuesto a seguir esta senda de la cooperación, el camino que se le abre a Rusia es el de qué medidas tomar ante las posibles represalias de Teherán y, sobre todo, si la situación en la región comienza a perder el control entre los diferentes actores. El presidente Putin espera realizar una visita a Israel esperando tratar todas estas problemáticas, como son la confianza hacia el régimen sirio o las posibles acciones de Israel frente a la escalada de tensiones con Irán. 

Ante un conflicto abierto entre EEUU e Irán, Rusia tendrá que conseguir otros apoyos esta posición particular que ha conseguido mantener en la región, como un diálogo renovado con la Unión Europea o Turquía, el otro gran actor en la región. Del mismo modo, que Erdogan se vaya a convertir en la única gran opción de Rusia no es un escenario del todo halagüeño para al-Asad ya que ha mantenido disputas crecientes con el régimen turco en el norte de Siria con respecto a la presencia de milicias kurdas que Turquía considera como terroristas, episodios que llevaron al Gobierno sirio a apoyar a estas organizaciones kurdas y a denunciar las acciones de Ankara. 

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