Qatar, acusado de financiar a la matriz de Al-Qaeda en Siria
Qatar ha vuelto a ser acusado por patrocinar el terrorismo. Una demanda interpuesta a través de la Justicia británica apunta que Doha habría inyectado cientos de millones de dólares a la organización filial de Al-Qaeda en Siria, el Frente Al-Nusra, mediante una operación de blanqueo de capitales, según reveló el pasado viernes el diario británico The Times.
Nueve ciudadanos sirios han demandado en el Tribunal Superior de Londres a altas instancias del Estado qatarí por un delito de daños y perjuicios, según el rotativo. Los demandantes han alegado que cada uno de ellos participó en una supuesta conspiración urdida en el seno de las instituciones qataríes y en coordinación con los Hermanos Musulmanes, recoge el periódico.
El lavado de dinero se habría realizado a través de contratos de construcción abultados y pagos excesivos a los trabajadores extranjeros procedentes de Siria. Los fondos fueron transferidos desde las cuentas bancarias de empresas y organizaciones benéficas qataríes de forma directa hasta Siria o, en ocasiones, a través de entidades turcas que filtraban el dinero en la frontera.
Al frente de la operación estaría, según The Times, la oficina de ingeniería privada del órgano gubernamental de Amiri Diwan. Esta institución recibe instrucciones directas del emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Zani, una prueba que revela su papel de referencia en la trama.
En este sentido, los demandantes incluyen en la acusación que la transferencia de activos contó con la cooperación de la organización islamista de los Hermanos Musulmanes, y que llegaron a producirse reuniones en suelo turco entre actores qataríes y representantes de varios grupos yihadistas que operan en Siria con el objetivo de dinamizar las operaciones, recoge el diario.
La extensa nómina de acusados se compone de organizaciones benéficas, empresarios, funcionarios y políticos. En esta última categoría se encuentran el ex primer ministro de Qatar, Hamad bin Jassem bin Jabr al-Thani, y el propietario del Hotel Ritz de Londres, Abdulhadi Mana Al Hajri. Sin embargo, sus representantes legales rechazaron rotundamente las acusaciones tras alegar que estas “carecen de todo fundamento”.
Entre los señalados por la demanda se incluyen, además, dos entidades bancarias: el Banco Nacional de Qatar (QNB), patrocinador oficial del próximo mundial de Qatar 2022, y el Banco de Doha. The Times indica que ambas entidades “sabían o deberían haber sabido que estaban siendo utilizados para transferir fondos a los terroristas”. En cualquier caso, de no ser conocedores de la trama, el diario señala que también infringieron la ley por no controlar sus cuentas. Ambos bancos se pronunciaron con celeridad para negar la mayor.
La demanda presentada por los nueve ciudadanos sirios ha puesto de relieve las sospechas de la comunidad internacional sobre la financiación qatarí a grupos terroristas. El Frente Al-Nusra, considerada como la organización filial de Al-Qaeda en Siria, es designada por como “terrorista” por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por Estados Unidos y por Reino Unido, país donde está siendo investigada.
La demanda contiene una reclamación de indemnización formulada por la acusación. Según el rotativo británico, los nueve ciudadanos sirios afirmaron haber sufrido grandes pérdidas económicas o haber sido víctimas de torturas, detenciones arbitrarias, amenazas de ejecución “y otras formas de persecución cometidas por el Frente Al-Nusra”.
Las autoridades qataríes no tardaron en pronunciarse tras la publicación de la información. A través de un comunicado de prensa, la oficina de comunicación del Gobierno señaló que el artículo se basa “en afirmaciones engañosas, inexactitudes en los hechos y parcialidad”, y que a otros medios de comunicación “se les mostró la misma información falsificada, pero se negaron a publicarla tras determinar que no tenía ninguna base fáctica”. Además, cargaron contra el periodista que redactó la información, Andrew Norfolk, por promover la islamofobia.
“Qatar cuenta con leyes y sistemas para combatir y prevenir la financiación del terrorismo y ha sido reconocido como un líder con respecto a estos esfuerzos. (…) Qatar está absolutamente decidido a realizar estos esfuerzos integrales para garantizar que el terrorismo no se financie en ningún lugar. Para ello, Qatar seguirá trabajando con el Reino Unido y otros socios internacionales en la lucha contra el terrorismo mundial, sin dejarse intimidar por quienes quieren dividirnos”, sentenció el comunicado.
Sin embargo, Qatar ha financiado en los últimos años a grupos extremistas y organizaciones terroristas que operan en Oriente Medio en defensa de sus intereses. Doha a respaldado económica y militarmente a grupos afiliados a Al-Qaeda en Siria con el objetivo de desestabilizar a sus rivales y ganar relevancia en la región. Además, en suelo qatarí se han asentado dirigentes talibanes, integrantes de los Hermanos Musulmanes y de Hamás con la aquiescencia de las autoridades.
Este motivo llevó a sus vecinos del Golfo a imponer un veto en 2017 al emirato, un bloqueo político y económico que finalizó tras la cumbre de Al-Ula celebrada el pasado mes de enero. La Declaración de Al-Ula sentó las bases para la reconstrucción de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto con Qatar, aunque su colaboración con las organizaciones terroristas afines parecen perpetuarse.
