Rabat rinde homenaje a Gabriel García Márquez

Por Antonio Gallego
Las embajadas de México y Colombia en Marruecos homenajearon en la sede del Instituto de Estudios Hispano-Lusos de Rabat, en el marco del ciclo de actividades “Intersecciones Mundo Árabe-América Latina”, al fallecido novelista colombiano y Premio Nobel de Literatura 1982 Gabriel García Márquez. El homenaje recalcó la vida del autor de ‘Cien años de soledad’ en México, país donde vivió buena parte de su vida. El acto fue presentado por la directora de la prestigiosa institución hispano-lusa, Fatiha Bennabdellah. El embajador mexicano, Andrés Ordóñez, pronunció una conferencia  sobre “García Márquez en México y México en García Márquez”, donde  habló de la vinculación de Gabo con este país de América central. “Gabriel García Márquez llegó a México y nunca saldrá”, dijo Ordóñez. El diplomático mexicano  contó varias anécdotas sobre el novelista. Una de ellas cuando García Márquez  consiguió su primer empleo en una revista femenina y, según contaba el propio novelista, el día que le dieron el trabajo se reunió con su jefe en un bar, pero se levantó  antes que él para que no se diera cuenta de que sus zapatos estaban descosidos. Fue en aquella etapa cuando García Márquez escribió ‘Cien años de soledad’.

Visiblemente emocionado, el embajador de México señaló que “si el mundo es lenguaje, entonces la lengua es patria, una patria generosa y sin fronteras donde todos tenemos un hueco, independientemente de nuestro lugar de nacimiento. Es la fortuna del viajero, acumular patrias, aprender a amar a los habitantes del mundo por donde transita”. Por su parte, el encargado de negocios de la Embajada de Colombia,  José Renato Salazar, presentó al novelista colombiano y artífice del denominado ‘realismo mágico’ latinoamericano  e hizo un repaso de las distintas facetas de su vida. En este sentido, Salazar destacó la naturaleza polifacética de García Márquez: escritor, periodista, cineasta y padre de familia que se casó con Mercedes Barcha, la mujer que “le ponía los pies en la tierra y que a pesar de la fama logró que tuviese una vida familiar lo más normal posible”. En el acto del Instituto de Estudios Hispano-Lusos de Rabat se hizo una “Gabo lectura” en español y árabe. Durante unas horas la capital marroquí se transformó en un Macondo –el pueblo ficticio donde se desarrolla la historia de ‘Cien años de soledad’- del norte de África.

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