Ramos se opera, Ramos se va
Dice Zidane que Sergio Ramos “estaba al límite”. Dicen que Florentino Pérez ha comentado que Ramos manda más que él en Real Madrid. Una relación tormentosa desde que el sevillano empezó a sumar galones vestido de blanco. Renovaciones convertidas en un espectáculo donde las dos partes aireaban las conversaciones sin ningún pudor. Dejaban en evidencia al club, pero vendían esa imagen de que se necesitaban. Los títulos limpiaban los restos de las puñaladas y así hasta la siguiente negociación.
#SinCapitanes
Primero fue el Manchester United. Luego fue China. Ahora es el coronavirus. Ramos y el Real Madrid siempre han buscado una excusa para no seguir juntos. Florentino Pérez siempre ha retenido a su estrella porque no quería pasar a la historia como el presidente que dejase marchar a Cristiano Ronaldo y a Sergio Ramos en apenas unos años. Pero es su forma de dirigir al club de su vida. Hierro, Raúl o Casillas han salido por la puerta de atrás porque Pérez ha antepuesto el Real Madrid a los intereses económicos de algunos jugadores. O porque no quería seguir manteniendo sueldos tan altos por encima de los 30 años. O porque ha visto como el liderazgo salía del vestuario y se extendía por los despachos.
#SinFuturo
Cuenta el Real Madrid que Sergio Ramos ha decidido operarse el menisco de común acuerdo con los médicos del club. Justo ahora. Cuando la liga se ha escapado, la Copa está perdida y la eliminatoria de Champions contra el Atalanta es asequible, aunque el futuro en esa competición es imposible. Parece un buen momento para que el resto de los jugadores tiren del carro y solventen estos partidos hasta que el sevillano reaparezca. En cuartos de Champions y antes del Clásico.
#SinAcuerdo
Todo se pone en duda porque desde el 1 de enero de 2021 Ramos es libre de negociar con otro equipo. El jugador ha filtrado que la oferta de renovación no le gusta porque es a la baja aprovechando la crisis sanitaria. El club también se ha movido para hacer llegar al aficionado que el tiempo del central en el club ha llegado a su fin. El mismo teatro de otros años.
#SinCapitán
Con estos mimbres llega la operación de Ramos y los dos meses de baja. El Real Madrid tendrá que valorar hasta dónde es capaz de aguantar sin su capitán. Sí hay vida después de la última leyenda del club. Se fue Casillas, Cristiano y ahora puede salir Ramos. El vestuario quedará en manos de veteranos sin gancho mediático como Marcelo o Benzema. Pendiente del rendimiento de jóvenes como Vinicius o Rodrygo. La masa salarial agradecerá el ahorro de los casi 30 millones de euros brutos que gana Ramos. Y estos años de transición hasta que terminen las obras el nuevo Bernabéu y la pandemia dé un respiro económico los puede solventar el fichaje de Alaba. Faena de aliño para sobrevivir. Pérez no sabrá de fútbol, pero sabe de cómo cuadrar las cuentas de una empresa.
#SinEntrenador
En los próximos cuatro meses puede pasar de todo. Pero no parece que Florentino Pérez vaya a doblegarse una vez más ante Ramos. Es su momento. El contrato se acaba, la pandemia aprieta el cinturón y el socio no puede girarse al palco con los pañuelos. Una nueva ocasión para repetir las malas formas con un capitán. De abrirle la puerta de atrás y dejar que se vaya sin ingresar un euro. De aliviar la parcela deportiva del club para fichar otros perfiles de entrenadores si Zidane abandona la causa. De esos que no le hacían gracia al sevillano y no se cortaba en criticar. Mourinho no era de los suyos. Tampoco Benítez. Mucho menos Lopetegui. Y fue claro cuando se habló de fichar a Conte. Parece que se cumple el rumor de que manda más que el presidente.
#SinDinero
Ramos puede acabar en Paris si la economía del club-estado lo permite. El castillo de naipes de todos estos movimientos dependerá de la pandemia, de la posible salida de Messi, de la Eurocopa y hasta del mundial de Catar donde el PSG y el City se juegan mucho. Si las cosas se ponen feas, Ramos firmará lo que ponga Pérez sobre la mesa y se harán la foto. El central presumirá de aquella frase: “jugaría gratis en el Real Madrid” y el club dirá eso de que Ramos ha nacido para retirarse de blanco.
#SinExcusa
Si se va, nadie alzará la voz. Ni una mala palabra. Ni una buena acción. El Real Madrid no manchará la imagen de su capitán y el “4” guardará las formas porque querrá volver al calor del Bernabéu. Como hacen todos. Y como está obligado a hacer el club para seguir agrandando su leyenda.
Así se escribe la historia del Real Madrid. La escribe un presidente de club al que ya no tiembla la mano si tiene que dar salida a estrellas que se hacen más grandes que el escudo. Le pasó una vez. Los hijos rebeldes le hicieron saltar del barco hace 20 años. No le volverá a pasar. Sin envidia ni rencores.
