El historiador y profesor pasó por los micrófonos del programa “De Cara al Mundo” para analizar la situación de China tras las protestas contra la política Cero COVID

Raúl Ramírez Ruiz: “La verdadera Guerra Fría que está construyéndose tiene su muro de Berlín en el mar del sur de China”

Raúl Ramírez Ruiz: “La verdadera Guerra Fría que está construyéndose tiene su muro de Berlín en el mar del sur de China”

En el último episodio de “De cara al mundo”, en Onda Madrid, contamos con la participación de Raúl Ramírez Ruiz, historiador especializado en China y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, quien hizo un análisis de la situación china tras las protestas contra la política Cero COVID en las principales ciudades del país, y la posición del Partido Comunista Chino como mediador entre la guerra de Ucrania.

¿Las protestas contra las medidas anti-COVID pueden poner en peligro al régimen comunista chino?

El régimen es muy fuerte y cuenta con la aceptación de la mayoría de la sociedad. Las protestas están siendo muy importantes. Se están produciendo en zonas sensibles por su importancia como son Shanghái y Pekín, núcleos muy importantes de la población donde realmente está el poder en China. Por eso, tiene más importancia cualitativa que la cuantitativa que puedan tener dadas las dimensiones chinas, pero son protestas desconectadas unas de otras porque protestan contra la situación puntual de su ciudad y, por lo tanto, pueden ser fácilmente reprimidas y suprimidas por el Estado. Un Estado y un Gobierno que siguen contando con el respaldo de la mayoría de la sociedad. 

En el último episodio de “De cara al mundo”, en Onda Madrid, contamos con la participación de Raúl Ramírez Ruiz, historiador especializado en China y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, quien hizo un análisis de la situación china tras las protestas contra la política Cero COVID en las principales ciudades del país, y la posición del Partido Comunista Chino como mediador entre la guerra de Ucrania  ¿Las protestas contra las medidas anti-COVID pueden poner en peligro al régimen comunista chino? El régimen es muy fuerte y cuenta con la aceptación de la mayoría de la sociedad. Las protestas están siendo muy importantes. Se están produciendo en zonas sensibles por su importancia como son Shanghái y Pekín, núcleos muy importantes de la población donde realmente está el poder en China. Por eso, tiene más importancia cualitativa que la cuantitativa que puedan tener dadas las dimensiones chinas, pero son protestas desconectadas unas de otras porque protestan contra la situación puntual de su ciudad y, por lo tanto, pueden ser fácilmente reprimidas y suprimidas por el Estado. Un Estado y un Gobierno que siguen contando con el respaldo de la mayoría de la sociedad.  Como usted dice, no hay nada organizado, no podemos pensar en una estrategia que pueda estar realizando estas protestas con el fin de desestabilizar el régimen comunista. No, aunque al analizar estas protestas tenemos que tener en cuenta tres factores. El primero, el fundamental, es el cansancio de la sociedad, es decir, la política COVID Cero que, aunque ahora se llame COVID Cero dinámica, que es un poco más flexible que al principio, realmente tiene agotada psicológicamente a la población y está afectando a muchos sectores económicos, no en macroeconomía, sino ya en las economías de familia y de negocios particulares. En cuanto a la sociedad china, es cierto que está agotada de esta política de COVID Cero que no acaban de entender, más aún en esas ciudades donde vive realmente la élite china que tiene una pequeña ventana abierta al exterior viendo que

Como usted dice, no hay nada organizado, no podemos pensar en una estrategia que pueda estar realizando estas protestas con el fin de desestabilizar el régimen comunista.

No, aunque al analizar estas protestas tenemos que tener en cuenta tres factores. El primero, el fundamental, es el cansancio de la sociedad, es decir, la política COVID Cero que, aunque ahora se llame COVID Cero dinámica, que es un poco más flexible que al principio, realmente tiene agotada psicológicamente a la población y está afectando a muchos sectores económicos, no en macroeconomía, sino ya en las economías de familia y de negocios particulares. En cuanto a la sociedad china, es cierto que está agotada de esta política de COVID Cero que no acaban de entender, más aún en esas ciudades donde vive realmente la élite china que tiene una pequeña ventana abierta al exterior viendo que en Europa, en Occidente, parece que ya hemos dejado atrás la COVID.

El segundo factor que debemos tener en cuenta, aunque yo no creo que esté relacionado, es que sí es cierto que pasado el XX Congreso del Partido Comunista Chino con Hu Jingtao, en Occidente puede dar la impresión de que pudiera haber alguna división en la cúpula del partido. Yo no lo creo, pero visto lo que pasó en Tiananmén, que en realidad allí lo que se produjo fue una división de la cúpula del PCCh, nos puede dar a entender que pudiera haber esa coordinación por detrás. 

Yo de entrada no lo creo porque hay que tener en cuenta un tercer factor que en España solemos obviar, y es que la guerra de Rusia y Ucrania afecta a todo. Hay tensión entre Estados Unidos, que es Occidente, y China. Los medios de comunicación suelen poner el foco sobre estas protestas esperando ver más porque no nos olvidemos que respecto a la tensión de la guerra de Rusia y Ucrania y China, que con sus ambigüedades está alineada con Rusia, en Occidente interesa ver esto como un síntoma de debilidad en China o venderlo así. 

Esos tres factores hay que tenerlos en cuenta: hartazgo de la población civil, momento de crisis leve, pero crisis patente en el partido con el incidente de Hu Jintao, y ese interés en Occidente de ver debilidad en China en estos momentos de tensión real.

En el último episodio de “De cara al mundo”, en Onda Madrid, contamos con la participación de Raúl Ramírez Ruiz, historiador especializado en China y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, quien hizo un análisis de la situación china tras las protestas contra la política Cero COVID en las principales ciudades del país, y la posición del Partido Comunista Chino como mediador entre la guerra de Ucrania  ¿Las protestas contra las medidas anti-COVID pueden poner en peligro al régimen comunista chino? El régimen es muy fuerte y cuenta con la aceptación de la mayoría de la sociedad. Las protestas están siendo muy importantes. Se están produciendo en zonas sensibles por su importancia como son Shanghái y Pekín, núcleos muy importantes de la población donde realmente está el poder en China. Por eso, tiene más importancia cualitativa que la cuantitativa que puedan tener dadas las dimensiones chinas, pero son protestas desconectadas unas de otras porque protestan contra la situación puntual de su ciudad y, por lo tanto, pueden ser fácilmente reprimidas y suprimidas por el Estado. Un Estado y un Gobierno que siguen contando con el respaldo de la mayoría de la sociedad.  Como usted dice, no hay nada organizado, no podemos pensar en una estrategia que pueda estar realizando estas protestas con el fin de desestabilizar el régimen comunista. No, aunque al analizar estas protestas tenemos que tener en cuenta tres factores. El primero, el fundamental, es el cansancio de la sociedad, es decir, la política COVID Cero que, aunque ahora se llame COVID Cero dinámica, que es un poco más flexible que al principio, realmente tiene agotada psicológicamente a la población y está afectando a muchos sectores económicos, no en macroeconomía, sino ya en las economías de familia y de negocios particulares. En cuanto a la sociedad china, es cierto que está agotada de esta política de COVID Cero que no acaban de entender, más aún en esas ciudades donde vive realmente la élite china que tiene una pequeña ventana abierta al exterior viendo que

También podemos pensar en la crisis internacional a nivel financiero, económico, alimentario, que ha provocado la invasión rusa de Ucrania, y que afecta a las exportaciones, a la economía china y eso sí que puede ser un riesgo de desestabilización si los datos de crecimiento y paro no son buenos. 

China está bastante fortificada y bien preparada para soportar esta crisis, es decir, China vende mucho y compra poco y, sobre todo, lo que compra lo compra a Rusia, que es energía, petróleo y gas. China no se ha visto afectada por estos cortes con respecto a la venta de gas ruso de materias primas energéticas de Occidente. De hecho, las está comprando más baratas. Le podría afectar a China esta situación si Estados Unidos y Occidente dieran un paso más y trataran de imponer sanciones económicas o de transferencia de tecnología más allá de las que ya hay hacia China, pero no es la situación.

La guerra de Rusia y Ucrania se está jugando con muchas reglas de juego y Estados Unidos y China están jugando su propia partida de ajedrez en un nivel superior a lo que es la guerra y las sanciones que está imponiendo Europa. Por lo tanto, el impacto económico de la guerra sobre la economía China no es relevante. Es más relevante el hartazgo psicológico y el impacto económico de la política COVID Cero sobre la población, y cómo ya está afectando a las vidas y a los negocios de las familias.

En esa otra división que juegan Estados Unidos y China, ¿usted cree que Estados Unidos va a poder vencer o es imprescindible que haya un acuerdo después de la última reunión entre Xi Jinping y Biden? ¿Piensa que haya podido haber algo más pragmático que esa pugna mundial y darse cuenta los dos líderes que en algún momento es preferible tener una relación de respeto y garantizar una estabilidad?

Se mantendrá la estabilidad, pero no debemos olvidar que hoy Berlín se llama Taiwán, es decir, la verdadera Guerra Fría que está construyéndose en este momento tiene su muro de Berlín en el mar del sur de China. Taiwán es Berlín, es el nuevo Berlín, el Berlín de la antigua Guerra Fría. Y la guerra de Rusia y Ucrania es una de esas guerras periféricas, como fue la guerra de Vietnam en su momento, es decir, al final estamos ante un nuevo mundo con dos megapotencias que se empiezan a mirar de tú a tú. Hasta ahora China no podía mirar de tú a tú, ahora ya está más cerca hacerlo con Estados Unidos. La verdadera tensión, el verdadero conflicto se encuentra en Taiwán, que no es Taiwán en sí, es el mar del sur de China. Por eso, Estados Unidos y China hablan en otro nivel y juegan sus barajas en ese campo de batalla real que es la guerra de Rusia y Ucrania. Por eso, China no respalda abiertamente a Rusia, pero está más cerca del Kremlin y no va a dejar a Moscú de su mano. 

Al final vamos hacia una nueva época de dos potencias, un mundo bipolar donde las dos cabezas del mundo van a ser China y Estados Unidos, u Occidente y por otro lado China como sustituto de aquella vieja Unión Soviética, donde Rusia estará alineada pero detrás de lo que hoy es China.

En el último episodio de “De cara al mundo”, en Onda Madrid, contamos con la participación de Raúl Ramírez Ruiz, historiador especializado en China y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, quien hizo un análisis de la situación china tras las protestas contra la política Cero COVID en las principales ciudades del país, y la posición del Partido Comunista Chino como mediador entre la guerra de Ucrania  ¿Las protestas contra las medidas anti-COVID pueden poner en peligro al régimen comunista chino? El régimen es muy fuerte y cuenta con la aceptación de la mayoría de la sociedad. Las protestas están siendo muy importantes. Se están produciendo en zonas sensibles por su importancia como son Shanghái y Pekín, núcleos muy importantes de la población donde realmente está el poder en China. Por eso, tiene más importancia cualitativa que la cuantitativa que puedan tener dadas las dimensiones chinas, pero son protestas desconectadas unas de otras porque protestan contra la situación puntual de su ciudad y, por lo tanto, pueden ser fácilmente reprimidas y suprimidas por el Estado. Un Estado y un Gobierno que siguen contando con el respaldo de la mayoría de la sociedad.  Como usted dice, no hay nada organizado, no podemos pensar en una estrategia que pueda estar realizando estas protestas con el fin de desestabilizar el régimen comunista. No, aunque al analizar estas protestas tenemos que tener en cuenta tres factores. El primero, el fundamental, es el cansancio de la sociedad, es decir, la política COVID Cero que, aunque ahora se llame COVID Cero dinámica, que es un poco más flexible que al principio, realmente tiene agotada psicológicamente a la población y está afectando a muchos sectores económicos, no en macroeconomía, sino ya en las economías de familia y de negocios particulares. En cuanto a la sociedad china, es cierto que está agotada de esta política de COVID Cero que no acaban de entender, más aún en esas ciudades donde vive realmente la élite china que tiene una pequeña ventana abierta al exterior viendo que

¿Y qué papel puede jugar Europa? Por ejemplo, con el coronavirus hemos sufrido que esa deslocalización de nuestras industrias que trasladamos a China es imprescindible recuperarla para que Europa no tenga esa dependencia de China. Ahora con el bloqueo de algunos puertos y demás los componentes se paralizan las industrias europeas ¿Qué papel ve usted a Europa en relación con China? 

Esto no le gusta oírlo a nadie, pero Europa es un jugador secundario. De hecho, China no reconoce a Europa como un alto unitario. China cuando de verdad tiene que negociar o tratar algo lo trata de país a país, potencia a potencia, para lo importante no reconoce Europa como un conjunto unitario. 

Europa tiene un papel absolutamente secundario y muy posiblemente aliado de Estados Unidos y de la coalición anglosajona que ha nacido. Europa ahora mismo carece de importancia. Europa en su conjunto y en sus potencias individuales que son Francia y Alemania carecen de la fuerza política, militar y económica como para poder jugar un papel relevante en esto. Es triste, es así, puede ir un poco en contra del mainstream de lo que se suele decir, pero es la realidad. China no reconoce a Europa como un ente comunitario como para negociar directamente con él.

¿Piensa que a China le puede interesar presionar a Putin para que se termine la invasión rusa de Ucrania?

Sí, a China no le viene bien esta guerra. China puede jugar un papel apaciguador con su capacidad de influencia sobre Rusia para conseguir que se acorten los plazos de duración de la guerra, que se puedan establecer unas negociaciones en la que Rusia renuncia a muchos de sus maximalismos. Sí, China puede jugar un papel muy importante porque es el hermano mayor que está detrás de las sombras de Rusia ahora mismo.

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