Rusia, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, entre los principales beneficiarios del aumento mundial de precios
Después de más de un año de pandemia, los efectos que ha tenido el coronavirus en la economía comienzan a ser visibles. Los precios de energía, minerales y alimentos han aumentado en beneficio de aquellos países que son los principales exportadores de estos bienes. Por otra parte, los países que importan la mayor parte de sus materias primas están recibiendo la peor parte de esta recuperación económica, ya que los precios se han incrementado un 20% este año. El coste del petróleo, mineral indispensable para prácticamente todas las naciones, ha aumentado un 50%. El oro negro ha alcanzado su nivel más alto en diez años y se dirige a su cuarto aumento mensual consecutivo.
Por este motivo, los mayores exportadores de petróleo del mundo, como Arabia Saudí o Rusia, se verán beneficiados por este aumento de precios derivado de la pandemia de la COVID-19. También, otros países del golfo Pérsico productores de gas se convertirán en los grandes ganadores económicos del año. Según una encuesta de Bloomberg Economics, Emiratos Árabes Unidos y Qatar aumentaron sus exportaciones netas en más de un 10% del PIB nacional.
Los beneficios obtenidos por los exportadores de materias primas superan a las pérdidas que tuvieron que afrontar el año pasado a medida que el virus se expandía, los confinamientos aumentaban y la demanda de bienes disminuía. Bloomberg Economics estima que los exportadores recibirán 550 mil millones de dólares en 2021, en comparación con los 280 mil millones de dólares que ganaron el año pasado.
Rusia será una de las principales potencias ganadoras. Sus exportaciones alcanzarán los 120 mil millones de dólares este año. Australia, Arabia Saudí, Brasil y Emiratos Árabes Unidos siguen al gigante euroasiático con más de 50 mil millones de dólares cada uno.
Los lugares a los que más afectará este incremento de precios serán Europa Occidental y Asia. Japón, al igual que muchos países europeos, tendrán que gastar más en importaciones de bienes básicos. Otros, como Vietnam y Bangladesh deberán hacer frente al alto precio de los combustibles y los alimentos. China verá también sus exportaciones reducidas en casi 220 mil millones de dólares.
Estados Unidos, por su parte, disminuirá sus ventas exteriores en 22 mil millones de dólares, aunque este descrecimiento supondrá una caída insignificante si se tiene en cuenta su producción económica anual de 21 billones de dólares.
El aumento del precio de los productos básicos, como los alimentos, fue uno de los desencadenantes de las Primaveras Árabes vividas hace 10 años. Algunos de los países que fueron testigos de esas protestas históricas lograron deshacerse de sus gobernantes corruptos, aunque en otros, comenzaron guerras que extienden hasta la actualidad.
El problema de hace una década se repite en la región de Oriente Medio y el Magreb. El coste del pan y la carne han aumentado durante los últimos 13 meses, acercándose a su nivel más alto desde 2011, según datos de Naciones Unidas.
Siete países de ambas zonas se sitúan entre los 10 más débiles y vulnerables en la recuperación económica mundial de acuerdo con un análisis de Bloomberg Economics sobre mercados emergentes. Entre estos Estados encontramos a Yemen, Túnez y Argelia, cuya situación es de alto riesgo.
Otro país que presenta un panorama crítico es Líbano. La crisis económica que azota al país mediterráneo esta considerada por el Banco Mundial como una de las tres peores crisis financieras y políticas del mundo desde mediados del siglo XIX. La moneda nacional ha perdido un 90% de su valor frente al dólar en los últimos 18 meses y el PIB nacional ha caído un 40 en los últimos tres años. Asimismo, cabe destacar otros factores graves como la fuerte inflación y la escasez de productos básicos.
