Israel reclama la extradición de Naama Issachar y Rusia la del hacker Alexéi Borkov, a quien pretende también Estados Unidos

Rusia e Israel, juego de intercambio de presos con Estados Unidos en la sombra

REUTERS/SHAMIL ZHUMATO - El presidente ruso, Vladimir Putin, da la mano al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante una reunión en la residencia estatal de Bocharov Ruchei en Sochi, Rusia, el 12 de septiembre de 2019

La ‘novela’ de intriga y de conflicto diplomático está servida. Rusia e Israel protagonizan un complejo caso de petición mutua de extradición de presos que gira sobre la turbia figura del hacker ruso Alexéi Borkov, de 29 años, detenido en 2015, acusado de ciberdelitos y fraude de tarjetas de crédito, encarcelado en la prisión de Hadarim y reclamado por Rusia y Estados Unidos. Israel pretende también la vuelta de la nacional Naama Issachar, detenida en Moscú y condenada duramente por tráfico de cannabis, en lo que se ha interpretado como una medida de presión rusa hacia la nación israelí para obtener a Borkov a cambio. 

En Israel se puso el grito en el cielo por la detención y condena impuesta a Issachar. La joven hebrea regresaba a su país de su viaje a India y en la escala aérea hecha en Moscú fue detenida con 9 gramos de marihuana encima. La petición inicial de pena iba a ser de posesión, aunque esta se aumentó a tráfico de drogas, siendo condenada a siete años de prisión. 

Esta dura condena ha sido vinculada a la situación de Borkov. El pirata informático permanece preso desde hace cuatro años y tanto Rusia como EEUU han mostrado un interés inusitado por la llegada a sus respectivas jurisdicciones del ruso para ser juzgado en sendos países.

Aquí radica el punto candente del asunto: la valía de la ‘pieza Borkov’. Tanto Rusia como EEUU están deseosos de tener en su poder al preso, a pesar de que, en principio, aparece como el autor de un ‘simple’ delito de apropiación de datos de tarjetas de crédito y de ciberdelitos comunes. No se intuye todavía lo que puede ocultar Borkov tras esa figura de pirata informático detenido por motivos que no aparentan tener un interés diplomático claro. 

Sí se conoce que las autoridades estadounidenses investigaron durante bastante tiempo el sitio web cardplanet.cc ante sospechas sobre la venta por parte de operadores de detalles de tarjetas de crédito de mas de 100.000 ciudadanos norteamericanos, lo que significaba un fraude por valor de más de 20 millones de dólares. En 2013 el caso investigado por los servicios secretos llevó a dar con Alexéi Borkov, en San Petersburgo. Un par de años después, las autoridades norteamericanas lograron emitir una orden de arresto contra Borkov, acusándolo de fraude, robo de identidad, lavado de dinero y hackeo. En la acusación los fiscales norteamericanos indicaron que Borkov publicó la información recopilada en múltiples foros en ‘dark web’, principalmente utilizados por usuarios de fraudes bancarios, según expertos en ciberseguridad consultados por el medio noticiasseguridad.com. Acusaciones que siempre ha negado el propio Borkov. 

Finalmente, en diciembre de 2015 un agente de los servicios secretos norteamericanos comenzó a investigar una red social utilizada por Borkov mediante un alias. En esta cuenta, el hacker publicó una captura de la pantalla de su ordenador, donde supuestamente se podía ver la página de transacciones del sitio web donde se vendían los datos robados de las tarjetas. 

Tras la petición de la Justicia de Estados Unidos para extraditar a Borkov, llegó poco después la solicitud de Rusia, indicando que se le buscaba por fraude electrónico, algo que parece carecer de fundamento, según diversos medios y expertos en ciberseguridad. 

Ante este escenario, Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, pidió personalmente a Vladimir Putin, presidente de Rusia, durante la cumbre protagonizada por ambos en Sochi el pasado 12 de septiembre, la extradición de Issachar; tras seis meses ya de presencia en prisión de la joven israelí. Fuentes de la propia Oficina del Primer Ministro han asegurado que Netanyahu pedirá en breve que incluso indulte a la ciudadana de su país.

El presidente de Israel, Reuven Rivlin, también envió una carta a Putin solicitando la liberación inmediata. En su misiva al dirigente ruso, Rivlin reconoció al presidente ruso como “un amigo del pueblo judío y del Estado de Israel”, pidiendo a Putin que interviniera y le concediera el perdón. “Naama cometió un grave error y ha admitido su delito, pero en el caso de una mujer joven sin antecedentes penales, la severa sentencia dictada tendrá un impacto profundamente destructivo en su vida”, aseveró el jefe de Estado hebreo. 

Todo se ha complicado porque Israel ha apoyado en primera instancia la extradición de Borkov a suelo estadounidense, lo que dificultaría la posición de Naama Issachar, ya que se deduce de todo esto que Rusia solamente accedería a soltar a esta a cambio de recibir al hacker. 

Estaba previsto que el ministro de Justicia de Israel, Amir Ohana, firmara en los próximos días, el pedido de extradición de Burkov a EEUU. El abogado de Borkov dijo que se estaba a la expectativa de la maniobra del ministro, sin estar nada claro el asunto. “No vemos cómo los dos casos están conectados. Nadie nos dijo nada al respecto”, indicó el letrado.

Por otro lado, los amigos de Naama, comenzaron una campaña en las redes sociales para presionar a las autoridades rusas de cara a la puesta en libertad de Issachar. La misma lleva el lema “Free Naama”. Los más allegados a la encarcelada pretenden que se publiquen la mayor cantidad de fotografías de gente que tenga escrito en sus manos esa consigna.

Mientras, los abogados de Naama Issachar ya iniciaron el proceso de apelación y calculan que llevará un tiempo hasta que puedan tener una respuesta. Desde el Kremlin se espera la solicitud hecha por Israel, y Putin será el que tenga la última palabra, tras la última gira que le ha llevado por países de Oriente Medio como Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. 

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