Rusia se retracta y anuncia su reincorporación al acuerdo del grano con Ucrania
Las exportaciones de grano y fertilizantes a través del mar Negro recuperaron cierta normalidad el miércoles después de que Rusia anunciara su reincorporación al acuerdo con Ucrania, auspiciado por Turquía y la ONU, para desbloquear los puertos y garantizar el suministro. El Kremlin había amenazado con incumplir los términos de un pacto que ha transportado cerca de 10 millones de toneladas de alimentos en apenas tres meses, pero el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, logró convencer a Putin para dar marcha atrás.
En realidad, las exportaciones ni siquiera llegaron a detenerse. De hecho, el lunes salió de los puertos ucranianos una cantidad récord de suministros, 354.000 toneladas. Al menos 15 embarcaciones cruzaron la ruta fijada por las partes con cargamento, y Kiev, Ankara y Naciones Unidas siguieron la hoja de ruta habitual con la aquiescencia de Moscú, cuyo propósito pasa por exportar más cantidad de grano y fertilizantes de producción rusa, no incluidos en las sanciones occidentales.
El Kremlin, sin embargo, denuncia que Ucrania aprovecha la ruta trazada en el acuerdo para atacar con drones su base naval en el mar Negro, ubicada en la ciudad portuaria de Sebastopol, en la península de Crimea. Kiev, por su parte, niega los hechos y acusa a Moscú de utilizar sus embarcaciones en ese enclave para lanzar ataques aéreos contra áreas estratégicas de Ucrania.
Erdoğan mantuvo una conversación telefónica con Putin y su ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, después del órdago del Kremlin. El presidente turco pretendía mantener en pie un acuerdo que tiene fecha de caducidad, vencerá el próximo 19 de noviembre si las partes no fijan una prórroga. Putin exigió a su homólogo una investigación exhaustiva sobre los últimos ataques antes de reanudar el acuerdo, pero Erdoğan desactivó las peticiones.
Días después, Shoigu confirmó al líder turco que Rusia cumpliría de nuevo los términos del acuerdo. Putin se comprometió a “no obstaculizar” el suministro procedente de Ucrania en el futuro, con la única condición de que Kiev no usara las rutas de exportación con fines militares. En caso de que continuaran las hostilidades, añadió, Moscú se reservaba el derecho a abandonar el pacto.
El secretario general de la ONU, António Guterres, recibió de buen grado la vuelta al redil de Rusia, mientras que el coordinador de Naciones Unidas para el acuerdo, Amir Abdulla, elogió la mediación de Turquía. Según los datos de la organización, los precios mundiales de los alimentos se contrajeron un 15% en junio, cuando se anunció el acuerdo. Después de que Rusia se reincorporase, los precios recuperaron la estabilidad después de una nueva subida provocada por su retirada inicial.
Para el presidente ucraniano, el “chantaje” ruso no ha llegado a ninguna parte. “El Kremlin dice que exigió garantías de seguridad a Ucrania, cuando hace 252 días Rusia exigía garantías de seguridad a Estados Unidos”, subrayó Zelenski. Su asesor, Myjailo Podolyak, se expresó en el mismo sentido y atribuyó el ultimátum de Moscú a su mínima participación en las labores de exportación.
La mediación de Turquía y la ONU fue determinante en julio para sacar adelante un acuerdo de exportación de suministros alimentarios y fertilizantes que ponía fin a cinco meses de bloqueo de los puertos ucranianos. La invasión rusa de Ucrania paralizó las exportaciones y avivó los temores de que se produjera una fuerte crisis alimentaria, agudizada en África y Oriente Medio. Y es que tanto Rusia como Ucrania son dos de los principales exportadores de grano del mundo.
En virtud del acuerdo, las embarcaciones pueden atravesar el corredor seguro establecido en aguas del mar Negro para recoger cargamento en el puerto de Odesa. Después, pueden cruzar el estrecho del Bósforo. En todo el proceso, los barcos son supervisados de forma exhaustiva por las delegaciones ucranianas, rusas y turcas.
El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, explicó el lunes que aproximadamente el 23% de las exportaciones fueron destinadas a países de renta baja o media-baja. “El acuerdo es especialmente crucial para los países de rentas medias y bajas, ya que más del 40% del trigo enviado hasta ahora llega a este tipo de destinatarios”, de acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Los próximos envíos de grano irán dirigidos al Cuerno de África, una región que sufre especialmente las consecuencias. En concreto, los cargamentos llegarán en los próximos días a Somalia, Yibuti y Sudán, según adelantó el presidente turco.
