Sergei Lavrov: “Hay cierta esperanza”
Se cumplen 21 días de la invasión rusa en Ucrania. En medio del conflicto, la diplomacia trata de ser el medio que consiga poner fin a los ataques. Así lo evidencian las asiduas conversaciones que se están realizando entre las delegaciones rusas y ucranianas, además de los encuentros mantenidos entre los líderes internacionales.
Es en el último encuentro, a través de una videollamada, donde se ha producido cierto atisbo de esperanza en pro de conseguir un alto el fuego. El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha informado que Moscú “mantiene un tono más realista” en sus conversaciones. “Según me han dicho, las posiciones en las negociaciones suenan más realistas. Sin embargo, todavía se necesita tiempo para que las decisiones sean de interés para Ucrania”, ha declarado.
En esta misma tónica se ha mostrado el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, después de afirmar en una entrevista de la RBC que “hay cierta esperanza. Confío en la opinión de nuestros negociadores. Ellos dicen que las conversaciones no están siendo fáciles, pero que todavía hay cierta esperanza de alcanzar un acuerdo”, ha señalado.
De acuerdo con las declaraciones de Lavrov, uno de los principales puntos que se están discutiendo es “el estatus neutral al igual que las garantías de seguridad”. Esa neutralidad es una de las principales exigencias que mantiene Moscú en los procesos de negociación junto con el reconocimiento de la independencia “de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk”. Asimismo, insisten en su objetivo de “desnazificar” el país.
Uno de los principales objetivos de Moscú es que Ucrania adopte un modelo de neutralidad como Austria o Suecia. Con esta distinción permitirían al país ucraniano formar parte de la Unión Europea pero no del Tratado Atlántico. En caso de que Ucrania aceptase esta neutralización le permitiría contar con sus propias fuerzas armadas, pero sin que estas tengan bases en el extranjero, lo que respondería al concepto de desmilitarización con el que Putin trató de argumentar su invasión.
Sin embargo, los negociadores de las delegaciones ucranianas rechazan este modelo después de dejar claro que, para aceptar una neutralidad, quieren que se apruebe un acuerdo en el que se incluyan los estados garantes que actuarán y responderán en el caso de que Ucrania sufra nuevos ataques.
En esta línea, la aceptación por parte de Zelensky tras reconocer “que ha quedado claro que Ucrania no es miembro de la OTAN. Lo entendemos” puede interpretarse como un primer paso efectivo dentro de las líneas de negociación. Así, en un mensaje que iba dirigido a los líderes de los países bálticos y nórdicos convocados en Londres, Zelensky señaló que aceptaban ahora que las puertas de ingreso de la OTAN “estaban cerradas”, lo que supone un paso a favor de la negociación.
Asimismo, el asesor de Zelensky, Mikhailo Podoliak, dio por concluida la ronda de negociaciones que se mantuvo ayer afirmando que “es un proceso de negociación muy difícil” donde “hay espacio” para tratar de llegar a un punto en común entre ambas partes. Junto a esto ha asegurado que se seguirá “trabajando en subgrupos” con el objetivo de abordar materias más concretas.
A este ritmo frenético de encuentros internacionales se les une también Turquía. El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, se ha desplazado hasta Moscú para mantener un encuentro con su homólogo ruso, Sergei Lavrov. Ambos ministros han abordado temas relacionados con la diplomacia común, así como la situación actual que atraviesa Ucrania tras la invasión de las tropas rusas.
Además del conflicto europeo, ambos ministros conversaran sobre el calendario y el contenido de la próxima reunión que se mantendrá sobre Siria, país que ha cumplido su decimoprimer año del estallido de la guerra civil, contienda que dejó más de 500.000 muertos, de los cuales 2.748 son niños.
Junto a Siria, los ministros abordarán el conflicto libio, poniendo el foco en “encontrar formas de establecer un diálogo político integral y devolver la vida socioeconómica y pública en Libia a un curso pacífico y estable”. Asimismo, Rusia ha informado que ambos representantes dialogaran sobre “la construcción de una cooperación económica y comercial bilateral”, en un momento en el que ambos países se han visto afectados por las sanciones económicas aprobadas por Estados Unidos.
Igualmente, dialogaran sobre la construcción conjunta de la planta nuclear de Akkuyuy y el nuevo gasoducto turco Turkish Stram, lo que indica la estrecha colaboración conjunta que existe entre ambos países en términos económicos y comerciales.
