Sharjah estrena su festival internacional de cine: “Las películas que se van a proyectar servirán para tirar barreras”
Mujtaba Saaed era un adolescente cuando visitó por primera vez Sharjah. Aquel viaje trastocó la vida del joven saudí, y no precisamente por la distancia. Apenas 540 kilómetros separaban y siguen separando hoy Dammam, su ciudad natal, y el Emirato, también a orillas del Golfo. El motivo que abrió un nuevo mundo ante sus ojos fue otro. En el entonces hermético Arabia Saudí “era impensable ir al cine”, recuerda. Apenas había podido entrar en contacto con la que, con el tiempo, sería su vocación. Lo haría finalmente en Sharjah, donde se celebraba un pequeño festival de teatro en el que tuvo la oportunidad de actuar. Nunca más se separó de aquel sueño.
Después de cuatro décadas de prohibición, el reino wahabí levantó la veda. En 2018 reabrieron en masa las salas de cine. Para entonces, Mujtaba ya estaba haciéndose un hueco en la industria en Berlín. El director saudí, sin embargo, guarda un buen recuerdo de su infancia y adolescencia en Dammam, pero destaca con cierto orgullo el ambicioso aperturismo emprendido en los últimos años. Con todo, Mujtaba no encontró su camino en el mundo hasta poner un pie en Sharjah. De aquel viaje han pasado más de 20 años, aunque el cineasta nunca olvidará aquellos días de 2001.
En todo este tiempo, el Emirato también ha seguido su propia senda. Siempre por detrás de Abu Dabi y Dubái, principales polos económicos del país, Sharjah ha construido su personalidad en torno a las artes y el conocimiento. A pesar de contar con las mayores reservas naturales y el sector industrial más pujante del Estado, la familia gobernante, especialmente bajo el liderazgo del jeque Sultan Al Qasimi, miembro del Consejo Supremo y emir de Sharjah, ha puesto todos los huevos en la cesta de la cultura. Desde ahí se ha hecho fuerte y ha sido capaz de atraer a una multitud de visitantes ávidos de este tipo de propuestas en la última década.
El Emirato acoge una cuarta parte de los museos del país y destacados eventos culturales, como la Bienal de Sharjah, una feria de arte contemporáneo, y la Feria Internacional del Libro. Otra de las joyas de la corona es el Festival Internacional de Cine para Niños y Jóvenes (SIFF, por sus siglas en inglés), que arrancó el lunes. Dirigido por la presidenta del Consejo Supremo de Asuntos de la Familia, la jequesa Jawaher bint Abdullah al-Qasimi, el evento puso en marcha su 9ª edición tras dos años en el dique seco y otro, algo descafeinado, celebrado por videoconferencia como consecuencia de la pandemia de COVID-19.
Los caminos de Mujtaba Saeed y Sharjah vuelven a encontrarse en la presente edición. El cineasta saudí presenta en el festival Zawal, un cortometraje lanzado en 2021 que cuenta la historia del pequeño Adam en una pieza que mezcla drama y thriller. El joven protagonista, explica el director, “se enfrenta a un mundo mutado” cuando escapa de la zona de cuarentena designada para los refugiados en la que vive con su madre. Es una de las cintas más prometedoras.
Centenares de personas acudieron en la tarde del lunes a la sala de convenciones Al-Jawaher, ubicada a las afueras de Sharjah, para presenciar la inauguración del SIFF, que ha contado este año con la presencia de alguna de las celebridades cinematográficas de Oriente Medio. La ocasión lo merecía. Por la alfombra verde característica del festival desfilaron la actriz omaní Buthaina al-Raisi, y los intérpretes egipcios Rogina, Ashraf Zaki –también director–, el conocido Ahmed Zaher y su hija, la también actriz Laila Ahmed Zaher, entre otras personalidades destacadas.
Visitantes e invitados de todos los puntos del mundo se congregaron en el interior del recinto para aproximarse a un evento prometedor que proyectará esta semana un total de 95 producciones de 34 países distintos en dos centros comerciales del Emirato y “en determinadas escuelas de Sharjah”, apunta la organización. El objetivo pasa por “despertar la imaginación de la próxima generación de amantes del cine”, fomentar en los niños la narrativa por medios audiovisuales. En definitiva, inspirar a los más jóvenes y poner los primeros cimientos de una industria.
La presidenta Jawaher al-Qasimi aprovechó la ocasión para pronunciar las palabras inaugurales ante una sala abarrotada. “El cine expande nuestros horizontes, es una herramienta enriquecedora”, apuntó antes de agradecer la labor del emir de Sharjah. Para la también fundadora de FUNN Sharjah Media Arts For Youth and Children, el cine “es un mundo mágico que, entre otras cuestiones, nos conciencia sobre los problemas de nuestra nación y la situación global”.
Después tomó la palabra el cineasta y escritor emiratí Fadel al-Mheiri, quien contó su experiencia en la industria con el respaldo del Emirato. Empezó desde cero y, tras formarse en la Universidad Americana de Sharjah, produjo decenas de cortometrajes, documentales y películas. Incluso comenzó a escribir una trilogía de la que ya ha publicado el primer trabajo. “Mis orígenes son humildes, pero hoy estoy en posición de ayudar a todo aquel que quiera empezar”, trasladó al auditorio.
Antes de proyectar la primera película, Kids are Fine del director surcoreano Ji Won-lee, cerró el bloque de intervenciones la actriz inglesa Dixie Egerickx. “El cine es un lenguaje universal y las películas que se van a proyectar servirán para tirar barreras”, concluyó. El ambicioso Festival Internacional de Cine para Niños y Jóvenes ya ha dado el pistoletazo de salida.
