Stephanie Williams, nueva encargada de la ONU para la mediación con Libia
Las elecciones en Libia tendrán lugar dentro de algo menos de tres semanas. Los tan ansiados comicios, fijados para el viernes 24 de diciembre, se acercan inundados por la polémica ante la negativa inicial de la Comisión Suprema Electoral de Libia de permitir la candidatura de Saif al-Islam Gadafi, hijo del dictador Muamar, para luego ser admitida la apelación de Gadafi por la Justicia libia. Y en medio de ese caos previo a las elecciones, Jan Kubis, enviado especial de Naciones Unidas para Libia, dimite de su puesto obligando a Antonio Guterres a buscar un relevo en la recta final de esta tensa carrera electoral, que será Stephanie Williams.
Representante especial adjunta del secretario general de la ONU para Asuntos Políticos en Libia es el nombre completo del puesto que ocupa la diplomática estadounidense. Este próximo viernes dimitirá de forma oficial el eslovaco Jan Kubis para dejar su puesto a una mujer que ya sabe lo que es ser la enviada especial de Naciones Unidas en Libia. Stephanie Williams ocupó este cargo de forma interina tras la dimisión por “exceso de estrés” de Ghassan Salame en marzo del pasado 2020, hasta la llegada del ahora saliente Kubis.
A pesar de ostentar el cargo interinamente, Williams estuvo casi un año – prácticamente lo mismo que ha aguantado el diplomático originario de Bratislava –, desde marzo del año pasado hasta enero de 2021, cuando fue nombrado Kubis. Esta nueva etapa comienza con las palabras de Stephane Dujarric, portavoz de la ONU, quien aseguró que la nueva enviada “dirigirá los esfuerzos de buenos oficios y mediación, y los compromisos con las partes interesadas regionales e internacionales de Libia para lograr la implementación de las tres vías de diálogo intra-libias – político, de seguridad y económico – y apoyará la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias en Libia”.
Sin embargo, Stephanie Williams no era la primera opción que tenía Antonio Guterres para ocupar este puesto, según han informado diversas fuentes a la agencia de noticias Reuters. El primero de los nombres que se puso sobre la mesa era el de Nicholas Kay, diplomático británico, antiguo embajador de Reino Unido en Afganistán, Sudán y República Democrática del Congo, y representante especial de la ONU para Somalia entre 2013 y 2016. Ha sido Rusia quien se ha opuesto firmemente al nombramiento de Kay, aunque las mismas fuentes dicen que Guterres ya había sugerido el puesto de manera informal al diplomático inglés.
Los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU deben aprobar el nombramiento del nuevo enviado, algo que Guterres evitó nombrando a Williams como su asesora especial, lo que no requiere el visto bueno del Consejo. En cualquier caso, el anuncio de la dimisión de Jan Kubis tras sólo 10 meses como enviado especial en Libia ha precipitado la rápida designación de un nuevo diplomático debido a la urgencia que imprimen las elecciones de dentro de 17 días, que deben poner fin a un proceso que comenzó a fraguarse en Ginebra con la celebración del Foro de Diálogo Político Libio (FDPL) del que Abdul Hamid Dbeibah salió elegido primer ministro de Libia.
El todavía líder del Gobierno libio fue elegido por la comunidad internacional como encargado de acercar posturas en un país dividido desde el derrocamiento de Muamar Gadafi en el año 2011, y preparar el terreno para los comicios de final de año. Sin embargo, una de las promesas formuladas a la hora de su nombramiento, como era la de no presentarse en las próximas elecciones, se ha convertido en papel mojado. Dbeibah estará entre los candidatos el 24 de diciembre, como también lo hará Saif al-Islam Gadafi. Las jornadas previas a los comicios se antojan muy largas, mientras Libia ya espera a su nueva encargada para la mediación.
