Al-Burhan otorga la autonomía al Nilo Azul y Kordofán del Sur, enclaves estratégicos que se han mantenido invisibilizados durante el desarrollo de la guerra sudanesa

Sudán: el camino hacia la paz se arraiga 

photo_camera AFP/SARAH MEYSSONNIER - El presidente del Consejo Soberano de Sudán el general Abdel Fattah al-Burhan

Desde la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno de Sudán y el Frente Revolucionario, el país ha tratado de emerger a través de un histórico pacto destinado a resolver los grandes daños causados por los enfrentamientos civiles. El acuerdo constitucional, firmado entre el Consejo Militar de Transitorio y las Fuerzas de Libertad y Cambio, estipulaba una serie de medidas que debían abordarse en orden a culminar el proceso de paz.

Entre las más relevantes, destacan la composición del Consejo Soberano, integrado por miembros civiles y militares bajo el mandato del general Abdel Fattah al-Burhan. Junto a esto, otra de las medidas claves fue la creación de un proceso de paz en los primeros seis meses desde la firma del pacto en las regiones que se encontraban en guerra: Darfur, Kordofán del Sur y Nilo Azul.

Misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas y la Unión Africana en la región sudanesa de Darfur (UNAMID) PHOTO/AFP

De esta forma, el teniente general Abdel Fattah al-Burhan, ha emitido un decreto que otorgaría la autonomía a los estados del Nilo Azul y Kordofán de Sur. Además, se prevé que las autoridades de ambas regiones tengan el derecho de recibir un porcentaje de las riquezas de ambos estados y el reparto de representación política en los Ayuntamientos y el Gobierno. En este sentido, esta disposición cumpliría con lo acordado en el acuerdo, al menos en sintonía con las promesas sobre “traer la paz a las regiones”. 

En el tratamiento sobre la guerra de Sudán el enfoque primordial se ha mantenido en Sudán del Sur y en Darfur. Sin embargo, Kordofán del Sur y el Nilo Azul, estados fronterizos, han protagonizado distintos conflictos que ahondaban sus raíces en confrontaciones que tienen sus orígenes décadas atrás. El marginamiento cultural de Kordofán, que cuenta con una importante población perteneciente a las tribus árabes misseriya y hawazma, junto con el expolio de sus recursos naturales por parte del norte, derivaron en enfrentamientos con graves consecuencias humanitarias.

Miembros de la misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas y la Unión Africana (UNAMID)  PHOTO/AFP

 En el 2011, tras el referéndum de independencia en Sudán del Sur y la aprobación de un Acuerdo General de Paz, Kordofán del Sur y el Nilo Azul, junto con Abyei, fueron las grandes regiones olvidadas. De esta forma, su camino para conseguir una mayor autonomía se veía más agravado y, por ende, iba a ser más complicado impedir la expoliación de los recursos naturales. 

El pasado octubre, en Juba, se aprobó acordar una agenda general para las negociaciones en la que se acordó permitir el acceso de los trabajadores humanitarios a las zonas controladas por los rebeldes, así como la firma de una declaración del cese de hostilidades.

El primer ministro sudanés Abdalla Hamdok AFP/ ASHRAF SHAZLY

En esta línea, el acuerdo de paz puso fin a 17 años de guerra. Junto a esto, la Operación Híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas en Darfur, conocida por sus siglas MINUAD, ha comenzado a reducir su presencia en la región después de que el 31 de diciembre la misión fuera suspendida de manera oficial. Las autoridades locales han ido volviendo a ocupar poco a poco los cuarteles generales donde se asentaban los integrantes de la misión en Darfur. Tras este proceso, varios cuarteles han sido saqueados según han informado desde fuentes internas. 

De acuerdo con el jefe del equipo de procedimientos de salida de la misión, el general Muhammad Abkar estos saqueos se producen ya que “hay quienes incitan a los ciudadanos a saquear la sede de la misión, lo que obliga a tomar medidas para perder la oportunidad de paz”.

Recuento de votos en un colegio electoral tras un referéndum en la disputada región sudanesa de Abyei, el 30 de octubre de 2013.  AFP/ALI NGETHI

Tras la expiración del mandato de la misión, las autoridades sudanesas confirmaron que “estaban decididas a proteger el territorio con sus elementos de seguridad locales y militares, así como a formar una fuerza conjunta para resolver la inseguridad del país”.

Estas decisiones y medidas se han sucedido semanas después de que las autoridades de transición ampliaran el circulo de garantes tanto regionales como internacionales del acuerdo de paz. La firma del acuerdo a través de los Estados de la Troika provocó reacciones positivas por parte de Estados Unidos, Inglaterra y Noruega como testigos del acuerdo en lo que sería una señal del apoyo necesario a la Autoridad de Transición. En esta línea, se pretende avanzar en las disposiciones de los acuerdos de seguridad, el regreso de las personas que han sido desplazadas, la división de la riqueza y la extradición de sospechosos de crímenes de guerra al Tribunal Penal.

El jefe del consejo soberano de Sudán, el general Abdel-Fattah Burhan, el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y el presidente de Chad, Idriss Deby. PHOTO/AP

La semana pasada, el primer ministro sudanés Abdullah Hamdok hizo una reorganización limitada de los gobernadores estatales, con movimientos armados en los estados de Darfur septentrional y occidental (en la región oeste) y Nilo Azul (en la zona sureste), en sintonía con el acuerdo de paz.

Por otro lado, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU en Sudán ha alertado que a finales de año 9,3 millones de personas en el país necesitarían asistencia humanitaria. Junto a esto, es difícil conocer la cifra oficial de fallecidos que ha acarreado el conflicto. Fuentes oficiales sitúan la cifra oficial en 400.000 fallecidos, pero los números podrían ser superiores. 

De esta forma, el proceso de paz en Sudán sigue siendo la tónica que está marcando el futuro del país. A pesar de que las medidas son lentas y difíciles de ejecutar, las últimas decisiones, ahora con la autonomía del Nilo Azul y Kordofán del Sur, apuntan a que la paz poco a poco va a comenzar a instalarse en una región que, desde su corta existencia como Estado, sólo ha conocido la guerra. 

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