Sueños de poder y esplendor: La cooperación estratégica de China y Emiratos se fortalece

Maixa Rote

Pie de foto: Llegada a China del príncipe heredero de Abu Dhabi.

Parecía imposible imaginar que un país de menos de diez millones de habitantes pudiera consolidarse como uno influyente y decisivo sobre las grandes potencias, pero Emiratos Árabes Unidos, o más concretamente, su gobernante, ha demostrado ser capaz de romper con las expectativas y superarlas con creces. Así pues, el príncipe heredero de Abu Dhabi y supremo comandante adjunto de las Fuerzas Armadas de EAU, Mohamed bin Zayed al-Nahyan, volverá a reunirse estos días con el presidente chino, Xi Jinping, para revisar la cooperación estratégica integral entre ambos países, según ha informado WAM.

Estas relaciones diplomáticas se remontan a noviembre de 1984, bajo el mando del entonces jeque Zayed bin Sultan al-Nahyan. Tres años más tarde, Emiratos abría su embajada en Pekín y asentó consulados en Hong Kong (2000), Shangái (2006) y Guangzhou (2016). Sin embargo, fue exactamente hace un año cuando las aproximaciones entre uno y otro se materializaron económica, política y culturalmente en una asociación estratégica integral durante la visita de estado del dirigente de China a EAU. El gran crecimiento del comercio bilateral entre ambos países durante este tiempo se ha traducido en un sencillo hecho: China es, actualmente, el segundo mayor socio comercial de los Emiratos, alcanzando cifras de hasta casi 60 mil millones de dólares en 2017 (y en aumento). Asimismo, se estima que hay alrededor de 200.000 chinos viviendo en este país del Golfo y más de 4.000 empresas que operan allí. En 2017, EAU representó el 30% de las exportaciones de China a los países árabes y el 22% del comercio chino-árabe y también representa un gran trampolín para acceder a los mercados emergentes que existen y que demuestran rentabilidad. Igualmente, han potenciado proyectos culturales y educativos como una iniciativa para enseñar chino en 100 escuelas de EAU, para lo que de momento hay 20 maestros que ya han comenzado a aplicarla en 11 escuelas diferentes.

De este modo, MBZ se prepara para devolver el gesto y realizar, por su parte, la visita mencionada al gigante asiático, en la que, además, se tratarán los problemas regionales e internacionales de interés común. 

El segundo rey Midas

Si convirtiéramos la posesión de armas en poder, bien podría decirse que Emiratos Árabes Unidos es un aliado interesante y un enemigo a quien temer. Pese a ello, esto resultaría chocante para quien contemplase los inicios de la humilde y escasa fuerza aérea que comandaba el joven príncipe hace años y lo comparase con la actualidad del país. Mohamed bin Zayed al-Nahyan se ha convertido en un segundo rey Midas que transforma todo lo que toca en oro (o, en este caso, en poder, influencia y respeto) y ha sido apodado, en múltiples ocasiones, como el líder más poderoso de los países árabes.

Ganó el apoyo en su día del antiguo presidente estadounidense Barack Obama y se codea en la actualidad en el círculo íntimo de Donald Trump. Además, ha sabido gestionar sus relaciones para cubrirse las espaldas contra sus enemigos particulares: Irán y los Hermanos Musulmanes (movimiento islamista de origen egipcio). No en vano, Estados Unidos fue quien pertrechó inicialmente el equipamiento bélico del país del golfo Pérsico debido a la intervención a favor del príncipe de Richard A. Clarke, entonces secretario adjunto del Estado, tal como analiza The New York Times. Quizá al principio pudiera parecer que Emiratos pisaba sobre las huellas de EEUU, pero ahora es Trump quién actúa al son de la batuta emiratí, adoptando las opiniones de al-Nahyan respecto a situaciones como las de Qatar, Libia o Arabia Saudí. 

No sólo sus actuaciones conjuntas con América se han transformado en oro. En Egipto, por ejemplo, tanto EAU como Arabia Saudí convencieron a Washington de que el presidente de aquel momento (2013), Morsi, y la Hermandad Musulmana constituían una amenaza para Estados Unidos. Asimismo, combatió contra la piratería y los movimientos extremistas en Somalia. 

Sus fuerzas especiales están activas en Yemen, Libia, Somalia y Sinaí del Norte (Egipto).

“Pequeño pero matón”

Si observamos con detenimiento un mapamundi y tratamos de encontrar el pequeño país de Emiratos Árabes Unidos, veremos que no resulta tan fácil como señalar, casi sin mirar, grandes potencias como Estados Unidos o China. Sin embargo y como se suele decir, las apariencias engañan y esta región situada entre el golfo de Omán y el golfo Pérsico no va a ser menos. Con aproximadamente el 6% de las reservas del petróleo mundial y una economía en auge, cada vez resulta más obvio que EAU ya ha puesto un pie (e incluso el cuerpo entero) tras las puertas de la sala del triunfo. 

Emiratos era la economía número 30 por volumen de PIB en 2017 y la 22 en cuanto al PIB per cápita en 2018, lo que supone ser una buena calidad de vida. En cuanto al Índice de Desarrollo Humano (IDH) que elaboran las Naciones Unidas, este país ocupa el puesto 34, por encima de países como Portugal o Hungría. En el ámbito de negocios, EAU es el 11 de 190 países en cuanto a la facilidad en la que se puede desarrollar este sector. Otro dato curioso es que el 87,62% de la población es inmigrante, y tan solo un 1,51% emigran, según el informe de Datosmacro.

Algo que demuestra claramente las prioridades económicas de Mohamed bin Zayed al-Nahyan a la cabeza del país es que el gasto público en defensa se sitúa en un 17,125% (2014) que, pese a haber disminuido 3,36%, es una cantidad que todavía resulta paradójica frente al 7,89% de los recursos financieros destinados a salud en 2016. Sin embargo, para un país inicialmente tan indefenso y con tanta riqueza petrolífera en un mundo que depende por completo de su posesión, puede resultar comprensible (en cierta medida) esta actuación.

Poco a poco, y como resulta obvio, EAU ha pasado de ser, desde los inicios de su historia, el niño mimado de Reino Unido a convertirse, casi en un chasquido, en uno de los grandes directores de orquesta del mundo actual.