Túnez, iniciativas para superar la crisis

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Tras el período de grandes transformaciones que experimentó el norte de África y Oriente Próximo a partir de 2010, Túnez ha sido uno de los pocos países que ha logrado mantener una estabilidad relativa dentro de un marco democrático. Aunque en 2015 el crecimiento de la economía se frenó casi en seco con un crecimiento del 0,4 %, las previsiones para este año apuntan a una incipiente recuperación con una cifra prevista del 2,5 %. En 2017, el FMI espera que la economía crezca un 3 %. Los atentados terroristas del pasado año fueron el principal escollo para el relanzamiento de la industria hostelera. Como reacción, el país ha aumentado fuertemente el gasto en seguridad. Asimismo, ha pasado a recibir importantes cantidades de ayuda militar americana, que considera al país como un factor clave de estabilidad regional y un aliado a mantener.

Así, la debilidad del turismo y la situación en Libia sigue siendo el principal escollo para un despegue definitivo. Los ingresos del estado y la balanza comercial se han visto afectados por el miedo al terrorismo que azotó al país el año pasado. Sin embargo, las oportunidades también florecen en la coyuntura actual. El abaratamiento reciente del dinar tunecino ha aumentado el atractivo del país como centro de producción. Asimismo, un paro relativamente elevado (del 15,4 %) y una mano de obra con nivel educativo muy superior a la media regional son factores que pueden sentar las bases de un fuerte crecimiento a corto y medio plazo.

El gobierno, a pesar de la coyuntura, sigue manteniendo las iniciativas de atracción de la inversión, y no ceja en su empeño de presentarse al mundo como una economía abierta, liberalizada y donde se respeta al inversor extranjero. Los días 29 y 30 tendrá lugar en la capital tunecina la conferencia Tunisia 2020, que prevé la asistencia de gobiernos, fondos de inversión y empresarios de Asia, Europa y Estados Unidos. El objetivo principal será la presentación a inversores y empresarios del Plan de desarrollo a ejecutar en el periodo 2016-2020.

El proyecto tiene como objetivo fundamental la reducción del desempleo por debajo del 12 % y el aumento de la renta media en un 50 %, así como redinamizar la economía y mejorar infraestructuras que han quedado . Para ello, el gobierno movilizará 50.000 millones de dólares, con origen principal en el ahorro nacional. La confianza de los inversores internacionales será en cualquier caso necesaria para que el plan llegue a buen puerto. Dada la presencia española que ya existe en el país, la cercanía geográfica y las sólidas bases de su economía, el evento será una interesante oportunidad a considerar.

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