Las instituciones, industrias y Gobiernos de los países musulmanes siguen mostrando su interés por estar en el espacio

Túnez pone en órbita su primer satélite, junto con otros dos de Arabia Saudí y uno de Emiratos

photo_camera PHOTO/Fetho Belaid-AFP - El presidente de la republica de Túnez, Kais Saied, a la izquierda, presencia en directo la puesta en órbita del nanosatélite Challenge One junto al director general de Telnet, Mohamed Frikha,

Túnez ya tiene en el espacio su primer satélite, que también es el primero construido en su totalidad en una nación del Magreb.

El lanzador ruso que ha colocado en órbita el 22 de marzo el nanosatélite tunecino Challenge One y el 3B5GSat de la compañía española Sateliot también ha emplazado en el espacio otros 36 satélites, de los que uno es de Emiratos Árabes Unidos y dos son de Arabia Saudí. 

El presidente de la Republica de Túnez, Kais Saied, presenció en directo el despegue del cohete ruso Soyuz 2 desde la sede central del grupo industrial tunecino Telnet, acompañado por Mohamed Frikha, director general de la corporación fabricante del nanosatélite Challenge One.

Con 13 kilos de peso y unas dimensiones de 30x10x10 centímetros, el Challenge One es un nanosatélite experimental que debe abrir la puerta a Telnet para que dentro de tres años construya una constelación de más de una veintena de pequeñas plataformas

El proyecto de investigación e innovación que ha desembocado en la colocación en el espacio del Challenge One comenzó en 2018 y ha supuesto para Telnet una inversión próxima al 1 millón de euros. Se trata de un satélite experimental con un peso de unos 13 kilos y unas dimensiones de 30x10x10 centímetros, en cuyo interior viajan varios sensores de temperatura, humedad, de medición de gases contaminantes y chips de localización, según fuentes de la entidad.

Grupo especializado en el desarrollo de tecnologías software, sistemas electrónicos e ingeniería mecánica, Telnet tiene la ambición de desplegar dentro de tres años una constelación de más de una veintena de pequeñas plataformas. Para ello confía en poder asociarse con empresas o instituciones públicas de otros países africanos y conseguir explotar de forma comercial la tecnología desarrollada por la empresa.

El príncipe Sultán bin Salman durante una visita a instalaciones espaciales de Rusia. Actual presidente del Consejo de Dirección de la Autoridad Espacial de Arabia Saudí, impulsa los proyectos espaciales de la nación. En junio de 1985 viajó en el transbordador espacial Discovery y se convirtió en el primer musulmán y aristócrata en volar al espacio
Para mejorar la calidad del aire de Dubái y Emiratos

El contrato para que Challenge One volase al espacio se firmó en abril de 2019 y estaba previsto que tuviera lugar el 15 de noviembre pasado. Pero la pandemia por coronavirus lo trasladó al 20 de marzo de 2021, fecha en la que se conmemoraba el 65 aniversario de la independencia del país. Pero causas técnicas aplazaron el despegue hasta el lunes, 22 de marzo.

Emiratos y, en concreto el Ayuntamiento de Dubái que encabeza Dawoud al-Hajri ya disponen de su primer satélite ambiental nanométrico, el DMSat-1, cuya función principal es crear un mapa sobre la calidad del aire a escala nacional. Ha sido desarrollado y fabricado por el Laboratorio de Vuelo Espacial (SFL) de la Universidad de Toronto (Canadá), con la colaboración de un equipo de ingenieros del Centro Espacial Mohammed Bin Rashid (MBRSC)

Con un peso de 15 kilos y del tamaño de una caja cuadrada de 56x56x97 centímetros con el panel solar sobre una de sus caras, el DMSat-1 alberga instrumentos científicos para supervisar la calidad del aire, detectar los gases de efecto invernadero y los contaminantes ‒de manera particular las emisiones de dióxido de carbono‒, así como las partículas más finas que ensucian la atmósfera de Emiratos.

Técnicos del MBRSC de Emiratos ultiman los preparativos del DMSat-1 antes de colocarlo en el lanzador ruso Soyuz 2 para su envío al espacio

Los datos e imágenes recogidos se descargarán diariamente sobre la antena de seguimiento del MBRSC, en Dubái. Con ellos se elaborarán mapas de concentración y distribución de los gases contaminantes y su evolución a lo largo de las cuatro estaciones del año. 

El DMSat-1 forma parte de la Estrategia Energética 2050 de Emiratos, de la Estrategia de Energía Limpia 2050 de Dubái y del Plan Nacional de Emiratos para el Cambio Climático 2017-2050, que a grandes rasgos pretenden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del país. Según ha declarado el presidente del MBRSC, Hamad Obaid al-Mansoori, el DMSat-1 “contribuirá a proporcionar información científica precisa para ayudar a desarrollar planes a largo plazo dedicados a la mejora del entorno medioambiental y reducir la contaminación urbana de Dubái y Emiratos”.

El CubeSat de Arabia Saudí es un cubo de 10x10x10 centímetros y tan solo un kilo de peso que ha sido construido por profesores y alumnos de la Universidad Rey Saud con fines exclusivamente educativos
Las instituciones saudíes siguen apostando por el espacio 

El reino saudí también ha colocado en el espacio dos minúsculas astronaves, que han sido diseñadas y fabricadas en el propio país con diversos fines, adquirir imágenes, efectuar el seguimiento de barcos y para funciones educativas.

La principal de las dos es la plataforma Shaheen Sat, el resultado del trabajo de los ingenieros de la Ciudad Rey Abdulaziz para la Ciencia y la Tecnología, KACST en su acrónimo en inglés. Su labor es tomar imágenes de la Tierra y rastrear las astronaves que se encuentran en las órbitas más bajas.

Con un peso algo inferior a los 75 kilos y unas dimensiones de 56x56x97 centímetros, Shaheen Sat forma parte de la nueva generación de satélites de muy pequeño tamaño que incorporan un telescopio de imágenes de alta resolución de hasta 0,9 metros y un equipo para el seguimiento de buques.

La colocación en órbita del satélite emiratí DMSat-1 contribuirá  a elaborar mapas y establecer medidas para mejorar la calidad del aire que se respira en Dubái y la Unión de Emiratos Árabes

El presidente de la KACST, Anas bin Faris al-Faris, ha confirmado que el satélite también cuenta con un equipo para el seguimiento de embarcaciones mediante técnicas de inteligencia artificial y big data. Junto con el telescopio, el Shaheen Sat proporcionara imágenes y datos a las instituciones públicas y privadas del país.

El segundo satélite saudí se llama CubeSat y es un cubo de 10x10x10 centímetros y tan solo un kilo. Se ha construido en la Universidad Rey Saud con fines exclusivamente educativos para capacitar a profesores y alumnos en los inicios de la tecnología espacial.

Los cuatro satélites fueron soltados por el cohete Soyuz 2 a una altura entre los 525 y 550 kilómetros. Tras confirmar que están vivos, están siendo sometidos a las pruebas iniciales de verificación antes de ser sometidos a los ensayos de calibración previos a su entrada en servicio.

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