Tania Ortiz Mena: “El mercado de energía renovable de México ha experimentado un rápido crecimiento y un panorama cada vez más competitivo”
Tania Ortiz Mena, directora general de IEnova conversa con Oxford Business Group sobre el fortalecimiento de las empresas de energía y el cultivo de una combinación de energía sostenible
¿Cómo están alineando las empresas de energía su crecimiento con los estándares ambientales, sociales y de gobernanza (ESG)?
Una empresa energética no puede perdurar hoy en día sin una clara estrategia ESG. Esto no solo se debe a las preocupaciones de los inversores, sino a que la industria realmente tiene un impacto ambiental y social importante. En lo que respecta al cambio climático, las empresas de energía han centrado sus esfuerzos en reducir las emisiones de carbono y acelerar la transición energética mediante el desarrollo de fuentes de energía limpias. Asimismo, la pandemia de COVID-19 puso de relieve la responsabilidad corporativa de proteger y apoyar a las partes interesadas, desde los empleados hasta las comunidades locales. Las prioridades de sostenibilidad social a menudo se basan en el fortalecimiento de la salud y la seguridad en las operaciones de las empresas, específicamente salvaguardando el bienestar físico y emocional de los empleados y brindando apoyo a las comunidades circundantes. Todo esto contribuye a la continuidad y el crecimiento del negocio.
¿En qué medida ha evolucionado el mercado de energía renovable de México para satisfacer la creciente demanda de energía limpia y cómo se pueden abordar los cuellos de botella?
El mercado de energía renovable del país ha experimentado un rápido crecimiento y un panorama cada vez más competitivo, lo que ha sido beneficioso para los consumidores a medida que los costos de generación de energía caen debido a una tecnología más accesible y menores barreras de entrada. México tiene un gran potencial de energía renovable que se puede capitalizar, ya sea con alta irradiación solar, velocidades constantes del viento o un terreno geográfico ventajoso. Al mismo tiempo, los proyectos de energía renovable son cada vez más rentables, especialmente si los acuerdos de compra de energía cumplen con ciertos criterios, brindan claridad a largo plazo e involucran a un comprador confiable. A medida que las instituciones financieras busquen construir una estrategia de inversión sostenible más sólida en sus carteras, aumentará el apetito por proyectos de energía renovable.
Actualmente, la infraestructura de transmisión representa el cuello de botella más importante para el crecimiento de la energía renovable. Los proyectos de energía verde generalmente se construyen en áreas donde la fuente de energía es abundante, pero que a menudo está lejos de los usuarios finales y, por lo tanto, se necesita una red de transmisión extensa. Esto brinda oportunidades para inversiones y asociaciones públicas y privadas. El aumento de las conexiones transfronterizas también puede fortalecer la seguridad energética regional.
¿De qué manera la combinación energética de México debe diversificarse y cómo puede el sector privado desempeñar un papel en esto?
La crisis a menudo destaca oportunidades en cualquier mercado. La escasez de energía causada por el congelamiento de Texas en febrero de 2021 y la decisión resultante de Greg Abbot, el gobernador de Texas, de restringir las exportaciones de gas natural generó conciencia sobre la necesidad de seguridad energética en México y la diversificación de nuestra combinación energética. México se beneficia de una fuente abundante de suministro de gas natural a los precios más competitivos del mundo de la vecina Texas, especialmente debido a que la infraestructura transfronteriza midstream se ha expandido a lo largo de los años. Sin embargo, necesitamos reforzar la seguridad energética de México no solo expandiendo la exploración y producción, sino también invirtiendo en capacidad de almacenamiento.
Si bien México cuenta con terminales de gas natural licuado, estas son solo para recibir y descargar carga, no para almacenamiento. Ya sea que se utilicen cavernas de sal subterráneas o reservorios agotados, es fundamental que el país cuente con reservas para varias semanas en caso de una emergencia. Esto, combinado con una mayor generación de energía renovable y una red de transmisión robusta, no solo refuerza la diversificación energética, sino que permite el suministro eficiente de energía limpia.
La infraestructura energética es una inversión a largo plazo, que toma de tres a cinco años desde la planificación hasta la construcción, mientras que la vida útil de los activos es de hasta 40 años. El rápido crecimiento industrial y los recientes desafíos de suministro de energía en México han hecho que sea una prioridad enfocarse en la planificación energética a largo plazo, particularmente porque los fundamentos de crecimiento del país siguen siendo sólidos. Al mismo tiempo, el uso actual de gas natural por parte de los hogares mexicanos es de solo 7%, lo que indica un gran potencial de crecimiento futuro. Con la decimoquinta economía más grande del mundo, sólidas perspectivas de fabricación y la mayor cantidad de acuerdos de libre comercio celebrados por cualquier país, México está bien posicionado para acelerar el crecimiento y las oportunidades de empleo respaldadas por energía limpia segura, confiable y con precios competitivos.
