Existen duras críticas por la inclusión de la radical yemení en la Junta de Supervisión de Facebook

Tawakkol Karman, la islamista de los Hermanos Musulmanes que levanta polémica

photo_camera Tawakkol Karman

Controversia y rechazo general por la decisión de Facebook de incluir en su nueva Junta de Supervisión a una persona íntimamente ligada a los Hermanos Musulmanes como es la escritora y periodista yemení Tawakkol Karman, ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2011. La también activista es más conocida por su defensa islamista que por su compromiso con el servicio público y su designación ha generado una gran polémica.

La red social fundada por Mark Zuckerberg decidió la creación de esta Junta como “un órgano externo” al que los participantes en la comunidad virtual “pueden apelar en algunas de las decisiones de contenido más significativas y desafiantes”. La creación de este nuevo órgano tiene como objetivo que sus decisiones influyan en las pautas de moderación de contenidos, tanto en Facebook como en Instagram, y cumplan con la intención de evitar al máximo la proliferación de noticias falsas, bulos y descalificaciones.

La nota discordante se ha producido por el nombramiento de la islamista Tawakkol Karman por parte de un grupo de vicepresidentes, elegidos por Facebook, que posteriormente seleccionaron a los otros 16 miembros.

Para expertos en radicalización, la selección de Karman significa que Facebook no ha tenido en cuenta el nexo entre la ideología de los Hermanos Musulmanes y la actividad extremista. Algo muy remarcable teniendo en cuenta que la Hermandad Musulmana, como también se conoce a la organización, es declarada directamente como formación terrorista por varios países, entre ellos Estados Unidos. Los vínculos terroristas de la entidad están siendo investigados en varias naciones occidentales; es más, un número importante de líderes de Al-Qaeda protagonizaron andanzas en el pasado con los Hermanos Musulmanes. 

Facebook ha sido criticado repetidamente por no abordar adecuadamente la proliferación de ideologías extremistas en su plataforma. Después de sufrir duras criticas, incluyendo la de legisladores europeos, la red social declaró el año pasado su intención de actualizar su política de "lucha contra el odio y el extremismo". Postura que no cuadra ahora con la inclusión de una persona como Karman en su Junta de Supervisión. Ahondando aún más en el asunto, el pasado mes de septiembre, la red social emitió una declaración en la que descartaba el vínculo entre el terrorismo y la ideología extremista. "Siempre estamos buscando ver dónde podemos mejorar y perfeccionar nuestro enfoque y recientemente actualizamos la forma en que definimos las organizaciones terroristas en consulta con expertos en antiterrorismo, derecho internacional humanitario, libertad de expresión, derechos humanos y aplicación de la ley. La definición actualizada sigue centrándose en el comportamiento, no en la ideología de los grupos”, señaló la compañía norteamericana. 

Tawakkol Karman

Cuando Tawakkol Karman ganó el Premio Nobel de la Paz 2011 por su "papel en las protestas de la primavera árabe", sobre todo en su país natal, la página web de la Hermandad Musulmana, Ikhwanweb, publicó una declaración en Twitter identificándola como "miembro de la Hermandad Musulmana de Yemen", lo que provocó una fuerte polémica y críticas por su conexión con esta formación.

A pesar de los desacuerdos tácticos sobre las alianzas en la guerra de Yemen, Karman es una figura destacada del partido yemení Al-Islah, afiliado a los Hermanos Musulmanes, grupo considerado radical y que está adscrito al salafismo, tendencia religiosa del islam considerada como muy extremista y rígida. La periodista y escritora ha defendido repetidamente a la Hermandad Musulmana, incluso describiendo al grupo como "una de las víctimas de la tiranía oficial y el terrorismo en la región, que Trump apoya y ayuda". Además, ha asegurado que cree que el papel del movimiento en la región "necesariamente" crecerá en el futuro. De hecho, Karman creció en un área de la gobernación de Taiz, donde surgieron elementos importantes de los Hermanos Musulmanes; y su padre, Abdel Salam Karman, fue dirigente de la Hermandad, como ha apuntado el medio especializado radicado en Reino Unido Al-Arab. Su carrera comenzó en Saná como activista de derechos humanos impulsada por los principios que la Hermandad Musulmana estableció frente a los regímenes republicanos que surgieron después de la primavera árabe. La activista lideró una serie de protestas contra el Gobierno de Yemen y las fuerzas de seguridad que se resolvieron violentamente, causando muertes y heridos. Como apunta Al-Arab, incluso recibió críticas en el seno de su familia, concretamente de su padre y de su hermano Tariq Karman, al entender que estaba destruyendo la patria.

Muchos informes de medios cuestionaron la entrega del Nobel a Karman y el papel de Qatar en su apoyo a través de la donación financiera al comité que otorga el galardón y las relaciones que el país del Golfo tiene con estas instancias, como ha publicado Al-Arab. Aunque el premio obtenido por Karman está relacionado con la paz, esto no influyó en su discurso político, relacionado con la violencia y el derribo de regímenes políticos. Su gran aproximación a Qatar y posteriormente de Turquía, donde tiene gran presencia en la esfera de medios afines al poder estatal, le posibilitó obtener la nacionalidad. Esta cercanía fue evidente en su postura sobre los sucesos de Egipto, donde se alineó con la Hermandad Musulmana. El papel mediático de Karman ha sido defendido incluso por Al-Jazeera, la cadena estatal qatarí, que dio amplia cobertura a todas las comparecencias de la escritora y periodistas yemení en las que atacó los dirigentes políticos de Yemen y se dirigió a mandatarios de otras naciones. 

En medios de comunicación y redes sociales de Oriente Medio y el norte de África la reacción de numerosos usuarios a la elección de Karman realizada por Facebook ha sido de confusión y rechazo al ver a la escritora yemení más como un referente de activismo islamista radical que como una persona comprometida con el servicio público. Otros expertos aseguran que la elección de Karman para el consejo asesor de Facebook aumentará las sospechas sobre las tendencias políticas de la red social y que es poco probable que mejore la credibilidad de la empresa en el mundo árabe.

Cunde así la indignación entre los usuarios de Facebook de muchos países árabes. La yemení es considerada líder de la llamada ‘Revolución de los Jazmines’ contra el ex presidente Ali Abdullah Saleh y recibió el Nobel de la Paz por su defensa pacífica de los derechos de las mujeres en su país. Ganando el premio ‘ex aequo’ con las activistas liberianas Ellen Johnson-Sirleaf y Leymah Gbowee. 

Tawakkol Karman

Sin embargo, las simpatías de Karman hacia los Hermanos Musulmanes han despertado numerosas críticas sobre su idoneidad para ocupar el puesto recibido en la red social norteamericana. Karman ha estado asociada al citado partido islamista yemení Al-Islah (Reforma), considerado uno de los principales brazos políticos de la Hermandad en el país de Oriente Medio. A pesar de que Karman se ha presentado como integrante de la línea más moderada dentro de su formación política tiene connotaciones radicales y no ha dudado en defender a los Hermanos Musulmanes frente a Estados Unidos. “Siguen siendo un movimiento antitiranía a pesar de Trump”, llegó a escribir, precisamente, en su cuenta oficial de Facebook.

Sus detractores aducen que detentar un cargo que implica prevenir la proliferación de discursos de odio es incompatible con albergar simpatías con una organización que tiene una relación tan estrecha con el terrorismo yihadista, como señalan varias naciones. 

Numerosos usuarios, de hecho, ya han comenzado a lanzar campañas en redes sociales contra Karman, e incluso cerraron sus perfiles en Facebook, dejando comentarios negativos en internet contra la compañía estadounidense. 

A nivel colectivo, se inició también una petición ciudadana a través de la plataforma Change.org para que Karman sea apartada del cargo. En total, la iniciativa reúne ya más de 35.000 firmas. Entre los participantes en esta demanda grupal se encuentran los escritores Abdul-Rahman al-Lahim, Ibrahim al-Suleiman y Amani al-Ajlan, que han pedido a la gente que se una con la finalidad de “silenciar la voz del extremismo y el terrorismo”.

En 2011, el nombramiento de Karman como Nobel de la Paz ya estuvo rodeado de controversia. En el seno de las revueltas sociales que dieron su nombre a conocer, su estilo de liderazgo ya era calificado como “dictatorial”, con falta de aceptación de opiniones disidentes. Incluso según la consideración de algunos compañeros de filas, según recuerda la agencia Reuters.

Otro caso de férrea oposición es el de la senadora francesa Nathalie Goulet, quien exigió el boicot de Facebook por su controvertida decisión de integrar a la yemení en su equipo. 

Goulet resaltó en una entrevista televisiva que el nombramiento de Karman es un error; y que, en general, se entiende que este es un gran problema porque en Francia, entre otros muchos países, todo esto genera muchas preguntas, mientras se está luchando contra la organización de la Hermandad. “Elegir a alguien que los apoye plantea preguntas”, dijo Goulet. 

La senadora gala, que presidió en el Senado una comisión de investigación sobre la Hermandad Musulmana y los medios de lucha contra las redes yihadistas en Francia y en Europa, manifestó también que en el mundo árabe hay muchas mujeres activas que han trabajado en muchos niveles, y que, por lo tanto, no se debe elegir una persona como Karman, que cause controversia, ya que este es un gran problema en sí.

Tawakkol Karman

Desde Egipto también se han manifestado enérgicamente en contra del nombramiento de la activista yemení para la Junta de Supervisión de Facebook. Precisamente, en el país egipcio se han dado numerosos llamamientos de cara a boicotear la red social, entendiendo esta acción como la mejor manera de protestar contra la decisión de la empresa estadounidense. Además, Karman apoyó el ex presidente de Egipto, ex dirigente de los Hermanos Musulmanes egipcios y radical islamista Mohamed Morsi durante su condena y envío a prisión. 

Cabe recordar que el movimiento de la Hermandad Musulmana está prohibido en muchos países y que su carismático líder Yusuf al-Qaradawi, refugiado en Qatar y buscado en Estados Unidos, tiene prohibida su entrada en Francia y en Gran Bretaña y no es bien recibido también en países de la Liga Árabe como Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí (estos últimos grandes enemigos en el plano internacional del país qatarí, sobre el que mantienen un bloqueo económico y político desde 2017 al entender que la monarquía del Golfo apoya el terrorismo extremista transfronterizo. El número de cuentas en las redes sociales que tienen un enlace directo o indirecto con el grupo de la Hermandad en Egipto se estima en más de dos millones e internet sigue siendo el canal preferido para la difusión de su controvertida ideología.  

En este punto, se entiende con dificultad que la Junta de Supervisión de Facebook, un sitio que tiene casi 2.600 millones de usuarios por mes, sin contar los miles de millones de usuarios en Instagram, incluya a una persona defensora de la Hermandad Musulmana en su esfera. 

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