Tebboune nombra a Aymen Ben Abdel Rahamane nuevo primer ministro de Argelia
Aymen Ben Abdel Rahamane, que hasta ahora era el ministro de Finanzas argelino, ha sido elegido por el presidente, Abdelmadjid Tebboune, como nuevo primer ministro del país, tras la dimisión de Abdelaziz Djerad. Esta dimisión se produjo tan sólo dos semanas después de unas elecciones parlamentarias marcadas por la baja participación, en las que la abstención ascendió hasta el 75%, alcanzando un dato sin precedentes en la historia de la democracia de Argelia. El presidente Tebboune ya ha pedido al nuevo primer ministro que comience las conversaciones con el resto de los partidos políticos con el objetivo de formar el nuevo Gobierno lo antes posible.
“De conformidad con las disposiciones de la Constitución, en particular los artículos 91 y los párrafos 5 y 7, el presidente de le República, Abdelmadjid Tebboune, ha nombrado primer ministro a Aymen Ben Abdel Rahamane”, se podía leer en el comunicado de prensa distribuido por la Presidencia. Rahamane llega tras ocupar el puesto de ministro de Finanzas y de haber sido gobernador del Banco de Argelia durante los años 2019 y 2020.
Su tarea fundamental ahora es conseguir formar un nuevo Ejecutivo, algo que comenzó a hacer el presidente hace apenas unos días. El pasado domingo, Abdelmadjid Tebboune inició consultas con los líderes de los partidos y representantes independientes que ganaron durante las recientes elecciones parlamentarias, con el fin de formar el nuevo Gobierno, que se espera vea la luz en los próximos días. Además, se espera que la mayor parte de las carteras ministeriales vayan a parar al Frente de Liberación Nacional, tras haber sido el partido que mayor números escaños obtuvo en los últimos comicios.
La dimisión del que hasta entonces era el primer ministro se produjo el día después de que el Consejo Constitucional anunciara de forma oficial los datos finales de las elecciones. La participación caía hasta el 23%, registrando el peor dato de su historia, y confirmó la victoria del Frente de Liberación Nacional con 105 escaños, un dato que se queda muy lejos de los 204 escaños necesarios para la mayoría absoluta en un parlamento de 407, y que obliga al Frente a llegar a acuerdos con el resto de los partidos que han obtenido representación.
Argelia, miembro de la OPEP, ha estado bajo presión financiera debido al importante descenso de los ingresos por petróleo y gas, la principal fuente con la que cuenta el país argelino, lo que ha provocado un creciente déficit comercial. La crisis se ha agravado aún más después de la pandemia de la COVID-19, lo que obligó al Gobierno a retrasar varios proyectos de inversión planificados en varios sectores. La situación en el país no ha mejorado y las protestas, que llevan sucediéndose desde el 2019, se han intensificado, en gran parte también debido las elecciones y la gestión del Gobierno desde antes de la llegada de la pandemia.
El nuevo primer ministro deberá reunirse con los demás partidos políticos para formar Gobierno cuanto antes y comenzar la reconstrucción de un país cuya sociedad, en este momento, se encuentra sumida en el desánimo – como reflejan los datos de las últimas elecciones – y desesperada por recuperar los niveles económicos que han golpeado muy fuertemente a toda la población. Su llegada parece encauzar, al menos mínimamente, la situación económica de Argelia, y se espera que pueda mejorar en gran medida la realidad que viven los ciudadanos que continúan sus quejas en contra de una gestión política que lleva años sumiendo al país en una crisis de la que no va a ser fácil salir.
