El Ejército norteamericano se incauta de armamento iraní en aguas del Golfo

Teherán advierte a Estados Unidos e Israel de que les atacará “si cometen el más mínimo error”

AFP/ATTA KENARE - El comandante de la Guardia Revolucionaria iraní, el general de división Hossein Salami, habla durante un mitin progubernamental en la plaza central de Enghelab, Teherán, el 25 de noviembre de 2019

El enconamiento de las posiciones entre Irán y sus principales rivales continúa dificultándose. En las últimas horas, el comandante Hossein Salami, general de división de la Guardia Revolucionaria de Irán, ha advertido a Estados Unidos e Israel que les atacarán si llegan a “cometer el más mínimo error”. Mientras, la Armada estadounidenses se incautó de armamento de origen iraní en una embarcación que surcaba las aguas del golfo Pérsico y el Senado norteamericano desafía al presidente Donald Trump con una ley que prohíbe ir a la guerra contra el régimen de los ayatolás, justo cuando el líder republicano ha denunciado que Irán planeaba una ofensiva contra cuatro embajadas americanas, algo negado por las autoridades iraníes. 

No se rebaja el nivel de amenazas y mensajes duros entre Irán y sus principales enemigos, Estados Unidos e Israel. En un nuevo episodio del duro enfrentamiento desarrollado en los últimos meses, el comandante Hossein Salami, general de división de la Guardia Revolucionaria (cuerpo de élite del Ejército iraní), ha alertado a sus principales rivales sobre el ataque que llevará a cabo su nación si llegan a “cometer un error”. 

"Si llegan a cometer un error, los atacaremos", indicó Salami en palabras recogidas por la agencia de noticias Tasnim, justo mes y medio después del duro golpe recibido por la Guardia Revolucionaria con el asesinato de Qassem Soleimani, jefe de las Fuerzas Quds de la propia Guardia Revolucionaria y máximo responsable de las operaciones iraníes fuera del país, en una operación con drones materializada por el Ejército de EEUU en las inmediaciones del aeropuerto de la capital iraquí de Bagdad; operación en la que también falleció Abu Mahdi al-Muhandis, vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), muy vinculadas a la esfera de influencia persa. 

Soleimani era una de las piezas más codiciadas del entramado político-militar de Irán y EEUU asestó un fuerte golpe a su rival iraní con la eliminación de la principal figura que coordinaba los movimientos de la República Islámica de Irán en países como Irak y Líbano. Precisamente, la televisión estatal iraní emitió también unas declaraciones de Hassan Nasrallah, máximo dirigente de las milicias chiíes de Hizbulá en Líbano, en las que defendió el vínculo estrecho que existía con el máximo responsable de las Fuerzas Quds y cómo este había colaborado decisivamente en la provisión del arsenal de cohetes de Hizbulá y en el papel desarrollado en la guerra contra Israel de 2006.

Hassan Nasrallah, jefe del movimiento musulmán chií de Líbano Hizbulá

Nasrallah también lanzó loas al importante rol jugado por Soleimani en la batalla llevada a cabo en Irak contra el grupo terrorista yihadista de Daesh. 

Precisamente, el testamento del máximo responsable de las maniobras en el extranjero de las Fuerzas Armadas iraníes fue leído por el general Esmail Ghaani durante un acto oficial en la capital de Teherán. Un documento que refleja cómo el legado dejado por Soleimani iba encaminado principalmente a pedir la adhesión total al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, superando las posibles diferencias que pueda haber en el seno político nacional.

En esta foto del 18 de septiembre de 2016, publicada por un sitio web oficial de la oficina del líder supremo iraní, aparece el general de la Guardia Revolucionaria Qassem Soleimani

Un Jamenei que rechazó de plano el último plan propuesto por la Administración Trump para zanjar el conflicto palestino, el cual fue duramente criticado por amplios sectores de la comunidad árabe. Esta propuesta preveía el establecimiento de un Estado palestino, pero con una soberanía muy limitada en la práctica y con una capitalidad asentada en las afueras de Jerusalén Este, y con la anexión definitiva de asentamientos judíos en la Cisjordania ocupada; algo inadmisible para el entorno árabe y palestino, a pesar de la oferta económica que conllevaba el plan, de 50.000 millones de dólares para la puesta en marcha del nuevo Estado. 

La amenaza de Irán ante un posible “error” hebreo y estadounidense puede cumplirse con el último ataque israelí en Damasco, que ha dejado, entre otros, cuatro iraníes muertos. A pesar de las advertencias, el polo israelí y americano ha vuelto a golpear a objetivos persas lo que puede desencadenar una dura respuesta por parte de Irán. 
El escenario ya se había complicado aún más con las afirmaciones hechas por Donald Trump en una entrevista a la cadena norteamericana Fox News, en la que denunció que Irán planeaba atacar cuatro embajadas de su país, incluida la de Bagdad, extremo que fue desmentido por Hasán Rohaní, presidente iraní. Precisamente, la sede diplomática estadounidense en la capital de Irak ya fue asediada por militantes chiíes tras una operación militar de EEUU contra las Fuerzas de Movilización Popular, que dejó más de 20 muertos, y que se llevó a cabo en respuesta al ataque perpetrado el 27 de diciembre contra una base militar de la coalición internacional que lucha contra el terrorismo radicada en la ciudad iraquí de Kirkuk, que dejó un contratista civil norteamericano muerto. 

Dentro de esta escalada de tensión, esa misma base de Kirkuk, al norte de Irak y llamada K1, fue atacada por varios cohetes modelo Katyusha este jueves; aunque no se produjeron víctimas mortales, a diferencia de la tentativa anterior de finales de diciembre y que originó todo el último desarrollo de ofensivas. 

Mapa de Irak localizando Kirkuk

En el origen de toda esta espiral de enfrentamientos entre Estados Unidos e Irán está el pacto nuclear suscrito en 2015 junto con otras naciones como Rusia, China, Francia, Alemania, Reino Unido y la Unión Europea, llamado Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA), por el que se limitaba el programa atómico iraní, sobre todo el materia de desarrollo armamentístico, y la salida del mismo de EEUU en 2018 tras denunciar incumplimientos por parte de Irán para así acabar imponiendo sanciones políticas y económicas al país persa. Unas medidas de castigo entre las que destacaban principalmente las relacionadas con el comercio de petróleo, principal fuente de financiación de Irán.

A esta estrategia respondió el presidente iraní Hasán Rohaní amenazando con seguir comerciando con su crudo, con bloquear el estrecho de Ormuz, principal zona de paso comercial mundial de petróleo, y con reducir al mínimo sus compromisos con el acuerdo nuclear, sobre todo en relación con el enriquecimiento de uranio y el tratamiento de agua pesada. 

A raíz de estos cruces de advertencias, se sucedieron incidentes relacionados con buques cargueros en aguas del Golfo y ataques contra instalaciones petrolíferas y aeroportuarias situadas en Arabia Saudí (gran representante de la rama suní del islam, rival de la chií patrocinada por Irán).

El régimen de los ayatolás y agentes proiraníes, como los rebeldes hutíes que luchan en la guerra de Yemen, fueron señalados por estar detrás de estas ofensivas, algo que ha venido siendo negado por las propias autoridades persas. 

En relación con esta fase de amenaza de la seguridad marítima en Oriente Medio, la Armada estadounidense se incautó este pasado 9 de febrero de armamento de origen iraní en un buque que surcaba el Golfo, de bandera no confirmada oficialmente. "El 9 de febrero de 2020 el USS Normandy, mientras llevaba a cabo una operación de seguridad marítima en el área de operaciones del Comando Central de EEUU, abordó un velero de acuerdo con la ley internacional y descubrió un gran alijo de armas", explicó la Armada en una nota oficial. 

Entre las armas requisadas están 150 misiles guiados antitanque Dehlavieh, que son copias fabricadas en Irán del proyectil ruso Kornet. La Armada norteamericana también decomisó tres misiles tierra-aire, miras térmicas, municiones y armamento avanzado, entre otros, todos ellos fabricados en Irán.

El Ejército estadounidense precisó que muchas de las armas son "idénticas" al armamento incautado en una operación similar el pasado 25 de noviembre, el cual tenía como destino la provisión del arsenal de los hutíes en el marco del conflicto armado de Yemen. Un destino que es el mismo que tenía el último alijo de armas interceptado por la Armada norteamericana. 

Al respecto, Muammar al-Iryani, ministro de Información del Gobierno de Yemen, el cual pretende derrocar la insurgencia hutí, instó a la comunidad internacional a imponer sanciones a Irán para acabar con el contrabando de armas a estas milicias hutíes. 

"Exigimos a la comunidad internacional que imponga sanciones disuasorias al régimen de Teherán y ejerza suficiente presión para detener el contrabando de armas para las milicias hutíes, que constituyen una interferencia flagrante en los asuntos yemeníes y una violación del principio de soberanía y ley; y de las resoluciones del Consejo de Seguridad relacionadas con la crisis yemení”, remarcó Al-Iryani en redes sociales.

El Senado de Estados Unidos reta a Donald Trump

El Senado de Estados Unidos ha desafiado a Donald Trump con la aprobación de un proyecto de ley para impedir al líder republicano emprender cualquier acción militar contra Irán sin la aprobación previa del Congreso. 

La iniciativa, que para convertirse en ley necesita la firma del propio Trump, fue aprobada con el voto de todos los senadores de la oposición demócrata y de ocho republicanos.

Esta posición de los ocho representantes conservadores da muestra de las disensiones dentro del Partido Conservador norteamericano respecto a la política desarrollada por la Administración Trump en relación con Irán, especialmente tras la orden dada de eliminar a Qassem Soleimani. 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla mientras se reúne con el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, en el Despacho Oval de la Casa Blanca en Washington, EEUU, el 12 de febrero de 2020

En cualquier caso, esta maniobra se quedará en algo simbólico ya que se espera el veto del propio Trump, el cual solamente puede ser revocado con dos tercios de cada Cámara parlamentaria en el Congreso, apoyo amplio que no existe ahora para la bancada contraria al presidente de EEUU.

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