Nancy Pelosi ha designado a los congresistas demócratas que ejercerán como acusación en el juicio político contra Trump

Todo listo para que el impeachment pase al Senado

AP/JULIO CORTEZ - El Senado tendrá la última palabra sobre el proceso de destitución de Trump

El proceso de impeachment sobre Trump va consumiendo etapas. A partir de ahora, todo queda dispuesto para que comience en el Senado la última fase del juicio político sobre el presidente de Estados Unidos. La Cámara de Representantes ha aprobado hoy a los congresistas propuestos por Nancy Pelosi, presidenta de la institución, para que ejerzan como acusación ante la Cámara Alta. Era el último trámite procedimental que restaba por acometer a la entidad dominada por los demócratas.

Pelosi ha propuesto a siete representantes para que estén presentes durante el juicio en el Senado. La labor de estos denominados “gestores del impeachment” consistirá en trasladar los artículos elaborados en la fase anterior al presidente del juicio en la Cámara Alta, el líder del Tribunal Supremo John Roberts. Además, aunque no es totalmente seguro, es muy probable que se les dé la posibilidad de defender la acusación formulada por la Cámara de Representantes. A Trump se le acusa de abuso de poder y obstrucción al Congreso por el caso de las presiones sobre el presidente ucraniano Volodimir Zelenskiy, al que trató de sonsacar información que comprometiese al demócrata Joe Biden a cambio de ayuda económica y militar.

Pelosi ha querido poner el foco en la “litigación”; es de esperar, por tanto, que sus discursos sean bastante técnicos y se alejen de lo ideológico. Además, ha manifestado que deseaba que los congresistas representasen una mayor diversidad de la que caracterizó al comité de gestores que, en 1999, acudió al juicio político sobre Bill Clinton en 1999. Entonces, fueron trece varones blancos.

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi (D-CA), ha sido una de las voces más críticas con Trump; el presidente ha respondido con severos ataques

Efectivamente, los congresistas enviados al impeachment en el Senado en esta ocasión tienen perfiles más diversos. De entre los siete seleccionados por Pelosi, los dos nombres más destacados son los de Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, y Jerrold Nadler, que dirige el Comité Judicial. Ambos han representado ya un papel clave en el proceso. El comité de Schiff se encargó de interrogar a los testigos y el de Nadler, de redactar los cargos pertinentes. 

Los otros cinco elegidos, todos demócratas, son Hakeem Jeffries, de Nueva York; Zoe Lofgren, de California; Val Demmings, de Florida; Jason Crow, de Colorado y Sylvia García, de Texas. Los nombramientos han sido aprobados por la sesión plenaria de la Cámara de Representantes con todos los votos demócratas menos uno.

Tras su nominación, Schiff ha advertido a los senadores republicanos de que deben tomarse en serio las acusaciones vertidas sobre Trump en las conclusiones de la investigación: “Los testigos pueden decir la verdad o no, pero los documentos no suelen mentir”. Nadler, por su parte, ha asegurado que no es solo la figura del presidente la que está sometida a escrutinio: “El Senado también está en juicio”.

El presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jerrold Nadler
Acusaciones de encubrimiento

¿A qué se refiere Nadler? Básicamente, los dos grandes partidos han intercambiado acusaciones en las últimas semanas. En las filas demócratas, se ha pedido que se acepte la comparecencia de cuatro testigos clave ante el Senado. Uno de ellos es el antiguo asesor de seguridad nacional John Bolton. La declaración de dichos testigos había sido vetada por Trump durante la fase de investigación. Además, buscan aportar nuevas pruebas que conectarían directamente a Rudy Giuliani, abogado personal del presidente, con la trama ucraniana. Los documentos los proporcionó Lev Parnas, uno de los asociados del propio exalcalde de Nueva York. 

Algunos senadores republicanos han afirmado públicamente que les gustaría conocer el testimonio de Bolton, como Mitt Romney, de Utah, y Susan Collins, de Maine. Sin embargo, no parece probable que los demás estén dispuestos a cooperar. Mitch McConnell, portavoz del partido en el Senado, ha argumentado que ese trabajo debería haber sido hecho por la propia Cámara de Representantes: “Piensen en el mensaje que se envía cuando los fiscales están tan desesperados que piden al juez y al jurado rehacer sus deberes en su lugar”. En las últimas horas, Trump ha publicado un mensaje en Twitter en la misma dirección.

Conocidos rostros demócratas, incluida la propia Pelosi, han calificado la actitud del presidente y de la mayoría de los miembros de su partido de “encubrimiento”. Los ánimos, por tanto, continúan crispados en las altas esferas políticas estadounidenses, cuya polarización se ha recrudecido desde la entrada en escena del magnate neoyorquino.

El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, en una sesión de la institución que preside
Reanudación inminente del proceso

El juicio político, en teoría, podría reanudarse en cualquier momento. Sin embargo, la intención de McConnell, que ha calificado la actual investigación como “el impeachment menos riguroso y el más injusto de la historia de América”, es que el Senado abra juicio la próxima semana. Según la CNN, la fecha más probable es el próximo martes, 21 de enero

Las probabilidades de que el proceso de destitución de Trump salga adelante son, sin embargo, bastante escasas. Es necesaria una mayoría de dos tercios para que el Senado apruebe el cese del presidente. Sin embargo, los republicanos controlan 53 de los cien escaños de la Cámara Alta. Haría falta que veinte senadores se apartasen de la línea fijada por el partido y uniesen sus votos a los de los demócratas. Se considera que es altamente improbable que eso suceda.

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