Carlos Sainz ha ganado su tercer Dakar con 57 años

Trata de ganarlo, Carlos

photo_camera AP/BERNART ARMANGUE - Carlos Sainz es felicitado por Stéphane Peterhansel, a la izquierda, y por Nasser al-Attiyah, de Qatar, a la derecha, sus grandes contrincantes en el Dakar

Carlos Sainz ha ganado su tercer Dakar con 57 años. Hace 16 años, dejó el mundo del Rally con dos mundiales y la vida resuelta. Parecía que su hijo tomaba el relevo en la Fórmula 1, pero el soldado Sainz ha vuelto. 

#SainzJr

¿Qué le lleva a Carlos Sainz a correr un Dakar con 57 años? Con la vida económicamente solventada, con un hijo piloto oficial de Fórmula 1 y siendo uno de los mejores deportistas de España, no hay razón para embarcarte en una aventura que puede costarte la vida.  

#SEAT500    

A Carlos Sainz se le da bien conducir, pero cuentan que también tenía dotes para el fútbol, el squash, el tenis y hasta para el boxeo. Fue discípulo del campeón del Mundo Miguel Velázquez. Nacido y criado en Madrid, en el colegio Retamar y el último de una familia de cuatro hermanos. La culpable de todo fue su hermana Carmen y aquel SEAT 500 que regaló a su hermano al cumplir los 18 años. 

#Boxeo

El boxeo y los coches han sido los otros deportes en España durante mucho tiempo. Mientras el fútbol lo copaba todo y el baloncesto esperaba la plata de Los Ángeles en los JJOO de 1984, el país se entregaba a las veladas nocturnas y a los campeonatos de coches. 

#Shalymar

El Rally Shalymar era una prueba del Campeonato de España de Rally que se celebraba en la Comunidad de Madrid. Se intentó rescatar en 2009 con aquella llegada al Bernabéu, pero quedó suspendida y su director sentado en un banquillo por no pagar los premios. 

#Renault5

En esa prueba se lanzó Carlos Sainz a conducir con un Renault 5 Ts apuntalado por los cuatro costados para que aguantara. Lo hizo bien, sin presumir, que diría Luis Aragonés, pero no fallaba, trazaba bien y mantenía las ruedas pegadas al asfalto. Había futuro. 

#DakarWRC

Cuarenta años después, tiene en su casa tres Tuaregs que le recuerdan sus tres Dakar y dos trofeos que le acreditan como campeón del WRC, el mundial de Rally del que, si sabíamos algo los españoles, era por la presencia del piloto madrileño, por las cámaras de Canal+ y por las lágrimas de Luis Moya

#TrataDeArrancarlo

En noviembre de 1998 Carlos Sainz y Luis Moya estaban a 500 metros de ganar su tercer WRC. El Toyota Corolla se paró. “¡Trata de arrancarlo! ¡Trata de arrancarlo, Carlos! ¡Trata de arrancarlo, por Dios!”. Fue lo siguiente que se escuchó. Moya fuera de sí y Sainz estampando el casco contra la luna trasera. El coche nunca arrancó. 

#LeyendaNegra

Hay una leyenda de negra que ha acompañado a Carlos Sainz durante una etapa de su carrera y que le ha hecho mejor deportista. Infortunios como el de 1989, cuando se rompió la transmisión de su coche. En 1994, unos árboles en medio del trazado le impidieron ser campeón. En 1997, se retiró del mundial tras atropellar a una oveja.  

#SainzPresidente

El Real Madrid ha sido otra de las grandes pasiones de Carlos Sainz. Pilotar el club de su vida era un sueño por cumplir una vez que anunció su retirada. En 2006, fueron las elecciones más vergonzosas a la presidencia del Real Madrid. Sainz se sumó a la candidatura de Villar Mir. El escándalo del voto por correo y la polémica victoria de Ramón Calderón le hicieron pasar un trago amargo. Villar Mir era el sucesor designado tras la espantada de Florentino Pérez, pero el piloto madrileño descubrió que aquello era más difícil que ganar un rally. Volverá a la carrera por la presidencia blanca, está escrito que personajes como él o Rafa Nadal tienen un hueco en Chamartín. 

#Dakar

Su trabajo como asesor de la Real Federación Española de Automovilismo y como piloto de ‘raids’ para el equipo Volkswagen le llevó a apostar por el Dakar en 2006. Catorce años en los que casi siempre ha estado presente tanto en el trazado africano como en el sudamericano y, por supuesto, en el saudí de 2020. Tres títulos y mucho sufrimiento. Sobrevivir al Dakar.

El piloto español de Mini Carlos Sainz y su copiloto Lucas Cruz compiten en la séptima etapa del Dakar 2020
#DEPGonçalves

El Dakar se lleva por delante la vida de muchos pilotos y les cambia la vida a otros. En el último, el portugués Paulo Gonçalves falleció mientras pilotaba su moto por Riad. Una prueba extrema que requiere entrenamiento físico y psicológico y mucha destreza para aguantar tantas horas en el desierto. La competición mueve mucho dinero. El campeón puede llegar a embolsarse hasta 250.000 euros por diferentes premios. Pero cada kilómetro es una lucha entre el piloto y el desierto. 

#Entrenamiento

Carlos Sainz no para de entrenar entre Dakar y Dakar. Sube el ritmo en septiembre. Dos horas intensas para ganar resistencia y soportar las más de cuatro que pasa al volante sufriendo todo tipo de golpes y torsiones. Tramos de 500 kilómetros, dunas, GPS que se pierden y alguna piedra en el camino. 

#Hernias

Meter la bicicleta estática en la sauna es el punto más extremo de su rutina. Pedalear respirando por la boca y con calor asfixiante es una muestra de lo que se va a encontrar en Arabia Saudí. Dos hernias le hacen reforzar el cuello y la zona lumbar. 

#SoldadoSainz

Carlos Sainz tiene la medalla de galleta del Ejército como soldado de Infantería. En 2014, asesoró a la Brigada Acorazada Guadarrama XII con el tanque Leopardo 2E. Una bestia de acero de 1.500 caballos a la que Sainz domó en El Goloso. Además de la conducción, su labor fue la de enseñar a la tropa a mejorar el movimiento y la vida en zonas desérticas. 

#Dakar2021

En abril cumplirá 58 años. Su hijo seguirá triunfando en la Formula 1 y su vida seguirá resuelta. Pero el Dakar volverá a llamar a su puerta. El Tuareg le preguntará si quiere volver al desierto a tratar de ganarlo otra vez. 

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