Washington ha mostrado su disposición por ayudar a Bagdad si Irán emprende alguna acción hostil

Trump renueva su promesa de retirar las tropas de Irak y medita acuerdos petroleros

AFP/SAUL LOEB - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reúne con el primer ministro iraquí, Mustafa al-Kazemi, en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, DC, el 20 de agosto de 2020

Era la primera vez que Mustafa al-Kazemi, primer ministro iraquí, y Donald Trump, presidente de Estados Unidos se reunían de forma presencial. Este encuentro ha sido el último después de varios días de reuniones entre las delegaciones norteamericanas e iraquíes, y se produce en un momento de una nueva escalada de tensión entre Washington y Teherán, después de que EEUU anunciara que buscará volver a imponer todas las sanciones estadounidense pendientes a Irán en las Naciones Unidas.

La retirada de las tropas norteamericanas en territorio iraquí, los posibles acuerdos petroleros y la coordinación en materia de seguridad con la amenaza de Irán y Daesh, han sido los temas tratados en esta misión diplomática, en medio de la celebración de la Convención Demócrata y la detención del exasesor más famoso de Donald Trump, Steve Bannon.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla durante una reunión con el primer ministro de Irak, Mustafa al-Kazemi, en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, DC, el 20 de agosto de 2020
Tres años para la retirada total

“Nos iremos pronto. Tenemos muy pocos soldados en Irak, pero estamos allí para ayudar”, dijo el presidente de Estados Unidos. El plan estadounidense está en retirar sus fuerzas de Irak en un periodo máximo de tres años, pero, y en palabras de Trump, “estaremos allí para ayudar al pueblo iraquí”, y para continuar con el apoyo al Gobierno de Al-Kazemi y completar su enfoque de reforma en la lucha contra la corrupción y la eliminación de las facciones armadas, así como la disuasión de la influencia iraní en Irak.

Según la agencia de noticias iraquí INA, Bagdad y Washington enfatizaron en “la necesidad de cooperación y coordinación de seguridad entre las Fuerzas Armadas iraquíes y las fuerzas de la coalición internacional para derrotar a la organización terrorista Daesh, con un enfoque en el entrenamiento, equipamiento y apoyo de las fuerzas iraquíes”.

Un día antes, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo que EEUU está trabajando con funcionarios iraquíes para reducir el número de fuerzas estadounidenses en Irak “al nivel más bajo lo más rápido posible”. Estados Unidos tiene alrededor de 5.000 soldados en Irak y la coalición tiene 2.500 más.

El primer ministro de Irak, Mustafa al-Kazemi, durante una reunión con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Despacho Oval de la Casa Blanca en Washington, EEUU, el 20 de agosto de 2020

El Ejército estadounidense se retiró de Irak a finales de 2011, dejando un pequeño contingente para asumir funciones de la Embajada estadounidense. Sin embardo, se desplegaron fuerzas adicionales en el país unos años después. La principal misión de las fuerzas estadounidense desplegadas en Irak desde 2014 ha sido derrotar a Daesh. Los funcionarios de la coalición liderada por Estados Unidos han manifestado que las fuerzas iraquíes pueden derrotar a los terroristas por sí mismas. A inicios de este año, el Parlamento iraquí votó para aprobar la salida de las fuerzas extranjeras de Irak. 

Al-Kazemi asumió el cargo en abril, desafiando la influencia de los grupos armados aliados de Irán e Irak, para convertirse en el tercer primer ministro durante un periodo de 10 semanas, seguidos de meses de protestas en las calles.

Con la salida de las tropas norteamericanas del país asiático, las compañías energéticas estadounidense están ampliando sus inversiones en un país rico en petróleo. Cinco empresas, como Chevron, han firmado acuerdos con el Gobierno iraquí, cuyo principal objetivo es fortalecer la independencia de Irak de Irán en el sector energético.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reúne con el primer ministro de Irak, Mustafa al-Kazemi, en el Despacho Oval de la Casa Blanca en Washington, EEUU, el 20 de agosto de 2020
Turquía y los kurdos

El primer ministro iraquí describió de “inaceptable” la intervención turca en el norte de Irak, para atacar a milicias kurdas, y Al-Kazemi señaló que la Constitución iraquí prohíbe expresamente el uso de sus territorios para atacar a cualquier país vecino. “La intervención turca es inaceptable, y no la permitiremos, y no permitiremos que nuestras tierras se utilicen para amenazar a ninguno de nuestros vecinos”.

El ataque de Turquía, hace unas semanas, donde un dron turco mató a dos comandantes iraquíes y su conductor en el norte del país, ha hecho que aumentan las tensiones entre ambos países. Este ataque tuvo lugar en la lucha que Ankara tiene contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en inglés), reconocido como terroristas por gran parte de la comunidad internacional, pero considerado como “una peligrosa violación de la soberanía de Irak” para Bagdad.

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