El banco de desarrollo de América Latina, CAF, organiza una jornada para debatir sobre las perspectivas de la región

Turbulencias a la vista para la economía y la estabilidad política de América Latina

photo_camera PHOTO/CAF - De izquierda a derecha: el analista Carlos Malamud, el representante de CAF en Europa José Antonio García Belaunde y la economista Adriana Arreaza

América Latina se enfrenta a los vaivenes de la economía mundial y lo hace peor preparada que a inicios de la década debido al agotamiento del 'boom' de las materias primas. “Como banco de desarrollo lo que más nos preocupa es un problema estructural que impide crecer a la región. Se trata de la baja productividad”, ha explicado Adriana Arreaza, directora de estudios macroeconómicos de CAF, el banco de desarrollo latinoamericano. Arreaza ha hecho hincapié en la desaceleración que está viviendo el mundo y que también está afectando a América Latina durante un desayuno informativo este martes en Madrid. Carlos Malamud, profesor de Historia de América Latina en la UNED, ha repasado la situación política de la región y ha reivindicado la necesidad de alcanzar la estabilidad política. 

América Latina está en plena efervescencia. “En las últimas semanas han ocurrido en sucesos espectaculares: protestas en Chile, elecciones en Bolivia, elecciones municipales en Colombia que han sido una sorpresa. La región está mandando signos que necesitan ser interpretados”, ha explicado José Antonio García Belaunde, representante de CAF para Europa. 

La guerra comercial entre China y Estados Unidos también tiene efectos sobre la confianza de los inversores y consumidores. “Es uno de los principales riesgos para América Latina”, ha afirmado Arreaza. Este enfrentamiento comercial llega en un mal momento para la región, que aún se está recuperando de la crisis de 2015 y 2016. Para el próximo año se espera un mayor crecimiento aunque a tasas mucho más moderadas que en décadas anteriores, según Arreaza. La economista también ha explicado que la productividad es un problema estructural de la región que aún no se ha conseguido solventar y que le impide converger con los niveles salariales que hay en Estados Unidos.

Para Carlos Malamud el fin del 'boom' de las materias primas también ha tenido consecuencias que se han traducido en inestabilidad política: disolución del congreso en Perú, protestas en Ecuador, violencia en México, corrupción en Honduras o El Salvador… pero ha advertido: “buscar explicaciones simples a lo que pasa en América Latina es un error”.  Aunque una cosa ha cambiado, hay mayor fragmentación en los parlamentos. 

Según Malamud esta fragmentación política se explica por el voto protesta. “Hay una desafección creciente con la democracia, hay menos confianza en las instituciones y una desconfianza creciente hacia los políticos”, ha afirmado Malamud. Las nuevas clases medias latinoamericanas, que ha emergido gracias al boom de las materias primas, quieren ahora mejores condiciones de vida. Se les prometió que iban a vivir mejor, pero están estancadas y eso les produce frustración. “Tienen nuevas expectativas políticas, económicas y sociales y los políticos no están sabiendo responder”, ha concluido Malamud.

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