El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía también ha criticado a Naciones Unidas por “guardar silencio” sobre el conflicto de Libia

Turquía amenaza con considerar “objetivos legítimos” a las fuerzas de Haftar si ve amenazados sus intereses en Libia

photo_camera PHOTO/Oficina de prensa presidencial turca vía REUTERS - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan

La guerra dialéctica entre Turquía y el Ejército Nacional Libio no tiene límites. Durante las últimas horas se ha vuelto a producir un nuevo episodio de este conflicto después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía anunciase este domingo que desde su país están dispuestos a considerar a las fuerzas leales al mariscal de campo Jalifa Haftar como “objetivos legítimos” si continúan perpetrando ataques contra “sus intereses y misiones diplomáticas” en Libia. Las fuerzas del Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés) -que ya tenían el control de las regiones orientales del país- lanzaron una ofensiva en abril de 2019 para hacerse con el control de la capital, feudo del primer ministro Fayez Sarraj, quien firmó un acuerdo de cooperación militar con Turquía para hacer frente a las milicias de Haftar. 

La nación norteafricana está dividida desde 2014 entre las zonas controladas por el internacionalmente reconocido Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) y el territorio controlado por las autoridades del este. El Ejército Nacional Libio cuenta con el apoyo de Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Rusia, mientras que Sarraj está respaldado por Turquía y Qatar.  Durante las últimas semanas, los enfrentamientos entre los mercenarios y las milicias leales al GNA han sido una constante, aumentando la tensión en las primeras líneas del frente de batalla. El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos informó la semana pasada de que “el número de reclutas que han llegado a suelo libio hasta ahora ha llegado a 7.850”. 

El ministro de Transporte libio, Milad Matouq, camina mientras inspecciona los daños en el aeropuerto de Mitiga de Trípoli después de que fuera alcanzado por un bombardeo el 10 de mayo de 2020

En el comunicado emitido este domingo por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía, la nación euroasiática define a las fuerzas de Haftar como “golpistas”.  Ante esta situación ha mostrado su clara determinación a atacar a las milicias del LNA si estas continúan con sus agresiones a sus “misiones e intereses” en Libia. En esta misma declaración, Turquía también ha criticado a Naciones Unidas por no posicionarse en el conflicto libio y tomar “medidas contra los ataques de Haftar”. “Es inaceptable que las Naciones Unidas guarden silencio contra esta carnicería. Los países que proporcionan ayuda militar, financiera y política a Haftar son responsables del sufrimiento que sufre el pueblo de Libia y del caos e inestabilidad a los que se ve arrastrado el país”, advierten en el comunicado al que ha tenido acceso la agencia de noticias Reuters. 

La declaración redactada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía también considera que los ataques que tuvieron lugar contra el aeropuerto de Mitiga en Trípoli en la madrugada del pasado sábado eran “crímenes de guerra”. Este aeropuerto -- el único en funcionamiento en la capital del país—ha sido atacado en varias ocasiones en el marco de la ofensiva liderada por Haftar para hacerse con el control de Trípoli. La inestabilidad existente en esta zona también preocupa a las embajadas de Turquía e Italia, quienes durante la semana pasada mostraron su preocupación por los bombardeos que habían tenido lugar alrededor de sus sedes. Por su parte, un portavoz del Ejército Nacional Libio ha asegurado no tener nada que ver con este ataque contra las embajadas. 

Combatientes del Gobierno de Acuerdo Nacional de Fayez Sarraj

Sin embargo, el abogado libio y abogado de derechos humanos Muhammed Salih Gabriel al-Lafi considera que esta amenaza por parte de Turquía “es una violación de todas las normas y leyes internacionales”, según ha asegurado al periódico Al Ain News. Al-Lafi ha subrayado que “la comunidad internacional es plenamente consciente de los planes de Turquía para controlar las capacidades del pueblo libio y violar la soberanía sobre sus tierras”. Por su parte, el general de brigada Sharaf al-Din al-Alwani ha indicado a este mismo diario que “la guerra de Libia ha pasado la etapa de amenazas y guerra de discursos y declaraciones”. En su opinión, esta declaración “podría ser un preludio al uso de la fuerza aérea turca moderna”.  No obstante, Al-Alwani cree que estas declaraciones “no cambiarán la naturaleza de la batalla”, pero si que son símbolo de la intención de Turquía de aprovecharse de la pandemia del coronavirus para aumentar su influencia en la región. 

El presidente de Turquía – que ha sido criticado por “beneficiarse” de la crisis del coronavirus para aumentar su influencia en África – ha indicado que el LNA se encuentra en “un periodo de regresión” después de que el país que lidera, miembro de la OTAN, decidiera respaldar al Gobierno de Acuerdo Nacional.  “Ni siquiera los esfuerzos de los países que le proporcionan apoyo financiero ilimitado y armas a Haftar podrán salvarlo”, ha subrayado, de acuerdo con la información recogida por la agencia de noticias Reuters. A pesar del cese de hostilidades acordado por ambas partes beligerantes en el conflicto para hacer frente a la pandemia de la COVID-19, los ataques se han intensificado en el país.

Esta amenaza se ha producido después de que varias organizaciones internacionales hayan criticado al mandatario turco por ejercer su influencia en África y “propagar el caos y terrorismo en la región” a través del envió de “falsa ayuda humanitaria”, según ha informado el diario Al Ain News.  La polémica se ha desatado después de que un avión militar turco aterrizase en el aeropuerto de Djerba, al sur de Túnez. Este cargamento fue recibido por el asesor del ministro de Sanidad del país, Hussein al-Ezzi, asesor del ministro de Salud quien explicó que esta ayuda se dirigía a Túnez y Libia. Sin embargo, la presidencia tunecina emitió un comunicado confirmando que la ayuda iba dirigida única y exclusivamente a Libia. 

Miembros del Ejército Nacional Libio (LNA), comandados por Jalifa Haftar

Mientras tanto los ataques bélicos siguen sucediéndose en la nación norteafricana. Durante la jornada del domingo, un bombardeo sacudió la capital del país. Al mismo tiempo, el principal proveedor de agua del noroeste de Libia informaba de que un grupo de hombres armados había atacado sus instalaciones. Según ha podido confirmar Reuters, tanto un portavoz del LNA como varios residentes en Trípoli coinciden con que este bombardeo ha sido el “peor” desde que se recrudecieron los ataques. 

La Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado el pasado viernes condenando el aumento de ataques contra algunas zonas de Trípoli. “La UNSMIL está profundamente alarmada por la intensificación de los ataques indiscriminados en un momento en que los libios merecen vivir pacíficamente el mes santo del Ramadán y en que están luchando contra la pandemia de la COVID-19. Estas acciones despreciables son un desafío directo a los llamamientos de algunos dirigentes libios para que se ponga fin a los prolongados combates y se reanude el diálogo político”, aseguraron a través de un comunicado oficial. 

Asimismo, la UNSMIL ha informado de que el pasado uno de mayo, los ataques perpetrados por el LNA contra Abu Salim, Tajoura, al-Hadba al-Badri, Zanata y Zawit al-Dahmani causaron muchas víctimas civiles y provocaron daños a viviendas y otros bienes de carácter civil. Desde entonces, al menos 15 civiles han perdido la vida y más de 50 han resultado heridos como resultados de estos ataques, de acuerdo con esta información. “Estos ataques muestran un flagrante desprecio por el derecho internacional humanitario y las normas de derechos humanos y pueden constituir crímenes de guerra”, han subrayado. “Todas las partes en el conflicto deben respetar las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional humanitario. La UNSMIL reitera que los culpables de crímenes en virtud del derecho internacional deberán rendir cuentas”, han concluido. 

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