Prosiguen las escaramuzas al norte del territorio sirio con la actitud beligerante de la nación otomana

Turquía bombardea objetivos en la provincia siria de Al-Hasaka

photo_camera AFP/GIUSEPPE CACACE - En esta foto de archivo del conflicto armado en Siria

El Ejército turco y facciones afines ejecutaron este jueves un bombardeo de artillería en las zonas de Tal Tamr y Al-Taweelah, enclaves ubicados en la provincia de Al-Hasaka, en el noreste de Siria.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), entidad radicada en Reino Unido que cuenta con una amplia red de informadores sobre el terreno, informó que el bombardeo fue lanzado desde sus ubicaciones en la aldea de Al-Arishah.

La escalada de tensión sigue siendo importante, como demuestra este último suceso. Mientras, siguen llegando refuerzos militares por parte de los bandos enfrentados en la zona norteña de Siria.

Fuentes locales manifestaron al medio Al-Ain que se elevó una alerta militar entre las fuerzas pro-turcas estacionadas en las aldeas de Umm Ashba y Bab al-Khair, y entre las Fuerzas Democráticas de Siria (FSD) con fuerzas gubernamentales estacionadas en Abu Rasin.

Las fuerzas turcas y sirias continúan fluyendo hacia Idlib, que está al borde de una batalla quizás final para el control de este bastión opositor al régimen de Bachar al-Asad, que está apoyado por la Rusia de Vladimir Putin en la contienda bélica. 

El OSDH ha informado sobre que casi 5.000 vehículos militares turcos han entrado en la provincia del norte de Siria desde el alto el fuego sellado entre Turquía y Rusia el pasado 5 de marzo. Esto suma ya 8.325 vehículos militares, 11.500 tropas y 66 puntos de control turcos desde febrero.

La nación euroasiática incursionó al norte de Siria a través de la frontera turco-siria con el pretexto de hostigar a fuerzas kurdo-sirias que conforman las Unidades de Protección del Pueblo (YPG, por sus siglas en turco), que están integradas dentro de las FSD; y con el objetivo de obtener una mejor posición geoestratégica en la región. Cabe destacar que Turquía acusa a la etnia kurda de llevar a cabo actos terroristas en el sur del territorio turco y de ahí la excusa de perseguir a este rival. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, llegó a un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos de Donald Trump para asentarse en el norte de Siria en torno a la provincia de Idlib, último reducto rebelde opositor al Gobierno de Bachar al-Asad, que sigue con su ofensiva militar encaminada reunificar todo el territorio y acabar con esta zona donde se refugia la oposición, de la cual denuncia que acoge a elementos vinculados al terrorismo yihadista. De hecho, Turquía se vale también de la colaboración de mercenarios a sueldo adscritos a grupos antiguamente ligados a entidades terroristas como Daesh y Al-Qaeda, como han apuntado diversos medios. 

Así, EEUU abandonó a su suerte a los kurdos de las YPG tras el pacto con Erdogan, a pesar de que estos fueron vitales para lograr acabar con Daesh en Al-Baghouz hace ya más de un año.

Esta incursión otomana incomoda a Damasco y Moscú ya que supone un freno para su avance hacia Idlib; más aun teniendo en cuenta la asociación turca con milicianos sirios adscritos a grupos de la esfera yihadista. De hecho, ante la enconada situación, Ankara y Moscú llegaron a sellar el referido cese de hostilidades en marzo que, en teoría, sigue vigente, pero que ha sido incumplido en varias ocasiones. Todo ello en una situación como la actual en la que tanto Rusia como Turquía mantienen sus puestos de control y patrullas prácticamente conjuntas en el área.

Desmentidas las informaciones sobre el envío de soldados de Egipto a Siria

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos negó este jueves informaciones de los medios de comunicación turcos que alegan que Egipto transfirió a docenas de sus soldados para luchar junto a las fuerzas del presidente Bachar al-Asad.

El OSDH citó fuentes descritas como "fiables" señalando que "no hay ninguna verdad en lo que Anadolu (agencia oficial turca de noticias) está promoviendo sobre el envío del Gobierno egipcio de docenas de soldados para luchar junto a las fuerzas de Al-Asad y las milicias leales a ellos en Siria".

Anadolu había indicado previamente la presencia de oficiales y pilotos de nacionalidad egipcia dentro de los territorios sirios, que supuestamente participaron en operaciones militares además de ataques aéreos en varias regiones sirias, lo que fue negado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

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