Turquía detiene a 11 personas vinculadas con el secuestro de un disidente iraní
Turquía ha llevado una operación policial en la que ha detenido a 11 sospechosos de haber colaborado con Irán en el secuestro de un disidente en territorio turco. El secuestrado sería Habib Chaab, una figura de la disidencia iraní, que llevaba 14 años exiliado en Suecia, desde donde supuestamente dirigía la rama sueca del Movimiento por la Lucha Árabe de Liberación de Ahvaz (ASMLA, por sus siglas en inglés).
Este grupo está acusado por Irán de haber cometido varios atentados, entre ellos uno de 2018 en la ciudad de Ahvaz que habría dejado 25 muertos en un desfile militar. Fuentes ligadas al ASMLA, sin embargo, afirman que ese ataque fue posteriormente reivindicado por el autoproclamado Estado Islámico.
Habib Chaab se habría trasladado según las fuentes a Turquía el pasado octubre, donde habría de encontrarse con una mujer que habría llegado el día antes desde Irán con un pasaporte falso. Sin embargo, según las investigaciones turcas que han acabado con la detención de estos 11 sospechosos, Chaab fue conducido hasta una gasolinera donde fue drogado, introducido en una furgoneta y trasladado a Irán a través de la frontera oriental de la provincia de Van. Apenas días después de su desaparición, medios iraníes anunciaban su detención en el país.
Según medios oficiales turcos, se cree que Naji Sharifi Zindasti, un conocido narcotraficante, podría estar detrás de la ejecución del secuestro, a cambio de la retirada de la condena a muerte que pesa sobre él en Irán, y que le ha mantenido en Turquía desde 2007.
El entorno de Chaab afirma que la mujer que le habría llevado hasta Turquía le habría ofrecido dinero, algo que ya le habría dado con anterioridad, ya que Chaab se encontraba endeudado. El hecho de que en un primer lugar tuvieran previsto encontrarse en Qatar, refuerza el pensamiento de que es un movimiento orquestado con Irán en terrenos en los que se mueve con facilidad.
La forma en la que Chaab desapareció en Turquía se asemeja a otra muy reciente de otro disidente iraní, Ruholá Zam, que fue ya ejecutado el pasado sábado en Irán. En el caso de Zam, que también se encontraba exiliado en Francia, fue atraído hasta Irak, de donde desapareció para después, al igual que en el caso de Chaab, ser anunciado como detenido en Irán.
Turquía también tiene muy presente la muerte de otro periodista disidente, esta vez saudí, Jamal Khashoggi, que fue asesinado en la Embajada saudí en Turquía, después de que fue engañado para viajar hasta el país. La rápida detención de estos 11 sospechosos busca dar un golpe de autoridad para demostrar que Turquía no quiere ser escenario de este tipo de acontecimientos, ya que en noviembre otro disidente iraní fue asesinado en Estambul, en un ataque que se vincula también a la inteligencia iraní.
