Mientras, Estados Unidos sigue sumando posiciones en el país de Oriente Medio

Turquía intensifica los ataques en Siria

AFP/OMAR HAJ KADOUR - Soldados turcos están de pie ante la gente que se manifiesta mientras aseguran un tramo de la autopista M4, que une las provincias sirias septentrionales de Alepo y Latakia, Siria

Turquía aumenta la ofensiva en la guerra de Siria y ha atacado en las últimas horas objetivos en el entorno de Alepo, ciudad al norte del país árabe cercana a la frontera turco-siria; en lo que significa una nueva escalada de tensión, a la que se suma el aumento de efectivos de Estados Unidos en la provincia de Al-Hasaka. 

Este domingo, efectivos del Ejército turco y grupos leales bombardearon varias aldeas en el enclave de Alepo, en el norte de Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), entidad radicada en Reino Unido que cuenta con una amplia red de informadores sobre el terreno. En lo que significa una nueva muestra de que la ambición del país dirigido por el presidente Recep Tayyip Erdogan no disminuye en este sentido. 

Sumado a esto, el sábado facciones pro-turcas también protagonizaron una ofensiva contra un automóvil que transportaba civiles cerca de la aldea de Al-Makran, al oeste de Ras al-Ain, en el límite de la frontera turco-siria, matando a una persona e hiriendo a varias, según información recogida por el medio Al-Ain News. 

Soldados turcos se ponen a cubierto tras una explosión cercana en las afueras de la ciudad de Ariha, en la provincia de Idlib, Siria, el martes 12 de mayo de 2020

Además, el jueves pasado las fuerzas turcas también bombardearon varias localidades norteñas y la zona de la presa de Al-Shahba, con violentas escaramuzas protagonizadas por las tropas otomanas y las milicias kurdas.

Prosigue así la beligerante actividad turca en la guerra civil de Siria, donde se entrometió hace meses para hostigar a los kurdo-sirios con la excusa de responder a la etnia kurda, a la que acusa de llevar a cabo ataques terroristas al sur de Turquía. 

Turquía penetró con sus tropas en el norte de Siria para establecer puestos de control y perseguir a los kurdo-sirios. Unas posiciones establecidas tras el acuerdo alcanzado con el Departamento de Estado de EEUU, por el que se instauró el año pasado una zona de seguridad al norte de suelo sirio, de la que debían salir los kurdos por exigencia de Recep Tayyip Erdogan y a la que debían ser destinados los miles y miles de refugiados sirios que alberga Turquía y que huyeron de la guerra civil. Esto generó polémica porque el Ejecutivo de Donald Trump abandonaba de esta forma a su suerte a grupos kurdo-sirios como las Unidades de Protección del Pueblo (YPG, por sus siglas en turco), integradas en las opositoras Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), asociadas momentáneamente con el presidente Bachar al-Asad para echar al enemigo común turco a pesar de que estaban circunscritas a la oposición al régimen oficial sirio; las cuales fueron básicas en la derrota de Daesh en Siria hace un año, cuando cayó el bastión de Al-Baghouz. 

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se dirige a los miembros de su partido en el Parlamento, en Ankara, Turquía

Una guerra, la de Siria, que enfrenta al Gobierno de Bachar al-Asad, apoyado por la Rusia de Vladimir Putin, con los insurgentes atrincherados en el último reducto rebelde de Idlib, donde Turquía se posicionó hasta el punto de exigir la retirada de tropas rusas tras una cumbre protagonizada por Ankara y Moscú el pasado mes de febrero, la cual no dio resultados. 

La Administración Al-Asad ha venido argumentando que su objetivo en el conflicto bélico del país árabe es acabar con el terrorismo yihadista integrado en la resistencia de Idlib, para reunificar y pacificar todo el país; todo ello frente a un bando opositor insurgente y una nueva oposición representada por los intereses que defiende Turquía, nación que recibe el apoyo de mercenarios a sueldo procedentes de ex filiales de grupos terroristas como Al-Qaeda.

En estos momentos, diversas fuentes hablan de una presencia de hasta 20.000 soldados turcos en suelo sirio, en la zona norte, con una treintena de puestos propios alrededor de Idlib.

Convoy militar americano en el pueblo de Khirbet Ammu, al este de la ciudad de Qamishli, Siria
Estados Unidos aumenta su presencia

Mientras, la influencia de EEUU crece y el gigante norteamericano ha enviado otro convoy con material militar y logístico a la provincia nororiental siria de Al-Hasaka. 

Convoy militar americano cerca de la ciudad de Tel Tamr, en el norte de Siria

Hasta 50 vehículos, incluidos camiones y blindados, incursionaron el domingo por la noche en territorio sirio procedentes de Irak, donde la nación estadounidense está posicionada también. Entraron por el paso de Al-Walid, que está siendo controlado por fuerzas norteamericanas, según informó la agencia siria de noticias SANA. Precisamente, por Al-Walid el país dirigido por Donald Trump también aporta semanalmente material bélico y logístico a efectivos de las citadas FDS.

Este movimiento se suma a la creación de una base por parte estadounidense en Deir Ezzor, al este de Siria, para reforzar sus posiciones dentro del conflicto bélico que se desarrolla en el país de Oriente Medio desde 2011.

El presidente de EEUU, Donald Trump

El propio OSDH señaló en su página web que se han detectado refuerzos masivos estadounidenses en la localidad de Al-Yazira, justo al oeste de la zona rica en petróleo de Deir Ezzor. Varios analistas ven precisamente en el crudo la principal razón por la que la Administración Trump ha retomado intensamente el interés por Siria, a pesar de su salida momentánea cuando estableció el pacto con Turquía para abandonar sus posiciones y permitir la creación de la zona de seguridad donde se situaron las fuerzas turcas para perseguir a los kurdo-sirios. 

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