Las autoridades turcas han acusado al movimiento de Fethullah Gülen de orquestar el golpe militar fallido de 2016

Turquía ordena la detención de 700 personas por vinculación al movimiento de Fethullah Gülen

photo_camera PHOTO/ Servicio de Prensa Presidencial vía AP - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en el centro, acompañado por el ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, asisten a una ceremonia de la academia militar en Ankara el jueves 24 de enero

La purga continúa. La Policía de Turquía ha lanzado este martes una operación para detener a más de 700 personas –entre funcionarios y militares-- por supuestamente mantener vínculos con el movimiento del predicador islamista Fethullah Gülen (FETÖ) que, de acuerdo con el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan, fue el encargado de orquestar el intento de golpe militar fallido del 15 de julio de 2016. 

Fue también en 2016 cuando el mandatario turco designó oficialmente al movimiento del clérigo Fethullah Gülen como grupo terrorista y anunció que iba a perseguir a sus miembros, a los que ha denunciado en repetidas ocasiones por “conspirar” para derrocarle. El último movimiento de fichas del presidente turco ha tenido como objetivo, una vez más, este movimiento.  Durante las últimas horas se han producido redadas simultáneas en al menos 43 provincias, según ha informado la cadena de noticias turca NTV.  Estas redadas han sido ordenadas por diferentes juzgados y están dirigidas tanto a militares como a funcionarios. 

Por un lado, el Ministerio Público ha emitido órdenes de arresto contra 228 personas sospechosas de apoyar al clérigo Gülen. Mientras que la Oficina del Fiscal General de la ciudad costera de Izmir han ordenado la detención de al menos 101 oficiales en activo y 56 exsoldados que se habían retirado, renunciado o fueron despedidos.  

Fotografia de archivo, oficiales del ejército turco escoltan a un hombre del intento de golpe de Estado del 15 de julio de 2016. PHOTO/CAVIT AKGUN/DHA-DEPO PHOTO via AP

Otra de las operaciones está dirigida contra 71 empleados del Ministerio de Justicia y contra 201 miembros de las Fuerzas Armadas, la mayoría con rango de suboficiales, 101 de ellos en activo. Sin embargo, la orden de arresto más importante está relacionada con el supuesto amaño de un examen, realizado en 2009, para acceder a determinados cargos en la Policía. Al menos 467 personas están acusadas de haber participado en este engaño, por lo que las autoridades han ordenado su detención.  Acto seguido, se iniciaron operaciones simultáneas en 67 provincias bajo la coordinación de la Dirección General de Lucha contra el Contrabando y la Delincuencia Organizada (KOM).

Tras el golpe de Estado de julio de 2016, Ankara ha investigado a más de 130.000 funcionarios públicos y ha ordenado la detención preventiva de cerca de 50.000 personas.  El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su partido han acusado en reiteradas ocasiones al movimiento de Gülen de estar detrás del golpe militar que tuvo lugar hace cuatro años, algo que éste último niega firmemente. La oposición de Turquía considera que los eventos de la noche del 15 de julio fueron un “golpe planeado” destinado a liquidar a los soldados de la oposición y a los miembros de las organizaciones de la sociedad civil. 

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Desde entonces las autoridades tucas lanzan regularmente campañas de arresto con el pretexto de anular a la comunidad de Gülen, lo que es paradójico ya que, durante la pasada década, la alianza entre este movimiento y el partido de Erdogan (AKP) fue la que permitió a los seguidores del predicador acceder a numerosos cargos en la Administración. 

Esta nueva oleada de detenciones ha coincidido con la vista que se reanudará mañana en Estambul en la que se espera que se dicte sentencia en las causas judiciales de 11 defensores de los Derechos Humanos, según ha informado este martes Amnistía Internacional. Entre los acusados figuran el expresidente de Amnistía Turquía, Taner Kılıç; su exdirectora, Idil Eser, y varios miembros más de Amnistía Turquía.
“La difícil situación de estos y estas activistas muestra que Turquía se ha convertido en un país donde defender las libertades de otras personas puede costarte tu propia libertad y donde se criminaliza la lucha por los Derechos Humanos. Esta sentencia es una prueba de fuego para el sistema de justicia de Turquía; exigimos que se ponga fin ya a esta prolongada saga de injusticias”, ha lamentado Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa. 

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“Desde el momento en que fueron detenidos, quedó claro que se trataba de un enjuiciamiento de motivación política encaminado a silenciar a la sociedad civil independiente dentro de Turquía. Tras meses en prisión y años ante los tribunales, y sin que se haya presentado ninguna prueba creíble para justificar los cargos formulados contra ellos, cualquier sentencia que no sea la absolución total para los 11 activistas sería un escándalo”, ha añadido, según ha informado Amnistía Internacional a través de un comunicado de prensa. 

La purga contra miles de personas en Turquía no cesa, sino que se ha incrementado tras el golpe de Estado de 2016. Las consecuencias de esta represión han provocado el cierre de al menos 1.300 ONG y 180 medios de comunicación, así como el despido y la detención de más de 130.000 funcionarios.  El miedo ha llevado a Erdogan a no quedarse de brazos cruzados y a colocar, una vez más, a Fethullah Gülen en el centro de todas las miradas. 

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