La ONU envía más de 1.781 camiones con ayuda humanitaria al noroeste de Siria para hacer frente a la pandemia del coronavirus

Turquía pide a EEUU que designe a las milicias kurdo-sirias como organización terrorista

photo_camera AFP/ADEM ALTAN - El ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu

Al menos 71 civiles, entre ellos siete menores de edad, han perdido la vida en el mes de mayo en el que es considerado uno de los conflictos más crueles y sangrientos del actual sirio, siendo esta la cifra más baja desde el estallido de la guerra en marzo de 2011, de acuerdo con los datos publicados por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Mientras tanto, en EEUU, el presidente estadounidense culpó al grupo de activistas de extrema izquierda Antifa (antifascista) de alentar la ira en las protestas que se han extendido a lo largo y ancho del país, tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía. Ante esta situación, Ankara ha instado a Washington a tomar medidas enérgicas contra lo que consideran que es Antifa en Siria, refiriéndose a las milicias kurdo-sirias del YPG. 

Prisión dirigida por las Unidades de Defensa del Pueblo Kurdo (YPG)

El ministro de Asuntos Exteriores de la nación euroasiática, Mevlut Cavusoglu, ha pedido a EEUU que “muestre solidaridad con su país, aliado de la OTAN, cuando los militantes Antifa entrenados por el grupo terrorista PKK/YPG atacan a los soldados turcos en Siria”. En este sentido considera que si EEUU designa a Antifa como organización terrorista debe hacer lo mismo con las Unidades de Protección Popular -YPG, por sus siglas en inglés-, la milicia armada del Partido de la Unión Democrática sirio, brazo político del Partido turco de los Trabajadores del Kurdistán -PKK, por sus siglas en kurdo -, según ha informado la Corporación de Radio y Televisión de Turquía (TRT). “Cuando Antifa desenfunda sus armas en soldados turcos en Siria y opera con el PKK/YPG para perpetrar ataques contra nosotros, Estados Unidos debería mostrar la misma sensibilidad”, ha recalcado en una entrevista que ha sido recogida por TRT. 

Un corredor humanitario en tiempos de la COVID-19

Nueve años después de que estallase este conflicto, hablar de Idlib -el último bastión rebelde del país- es hablar de emergencia humanitaria. Naciones Unidas ha mostrado su preocupación por el impacto de la pandemia del coronavirus en la población siria, cuyo sistema de salud ha sido diezmado desde el inicio de este conflicto y por ello ha iniciado una serie de operaciones transfronterizas con el fin de seguir proporcionando asistencia humanitaria. 

La esperanza que se ocultaba bajo el nombre de ‘Primavera Árabe’ quedó enterrada bajo las cenizas de la guerra en Siria, un conflicto que ha provocado la muerte de miles y miles de personas. La llegada del coronavirus cambió por completo el panorama internacional y, en parte, el desarrollo de esta guerra. En marzo, Rusia y Turquía pactaron un alto el fuego en la región de Idlib; un cese de hostilidades que ha sido interrumpido por Rusia quien ha bombardeado este miércoles el noroeste de Siria por primera vez desde el inicio de esta tregua. En este contexto, las autoridades sirias han decidido abrir la carretera que una la provincia de Raqqa y Alepo, tras siete años cerrada. El Ministerio de Salud de esta nación ha anunciado que el número total de casos por la COVID-19 ha llegado a 123, de los cuales al menos seis han muerto. 

En los primeros cinco meses de 2020, más de 135 camiones de la ONU han cruzado desde los dos puestos fronterizos autorizados por el Consejo de Seguridad desde Turquía, con alimentos, artículos de salud y otro apoyo humanitario fundamental. En el mes de mayo, Naciones Unidas ha intensificado su presencia en Siria con el envío de 1.781 camiones, el mayor número de vehículos de ayuda humanitaria que han cruzado la frontera desde que el Consejo de Seguridad autorizase por primera vez las operaciones en 2014.  La agencia de noticias turca Anadolu ha informado este miércoles de que al menos 112 camiones con suministros han entrado en Idlib a través de la puerta fronteriza de Cilvegozu, en la provincia de Hatay, al sur de Turquía.

Dos gemelos de nueve meses junto a su madre y dos hermanos que huyeron de la violencia en la aldea de Susa, en el noreste de Siria. La familia emprendió un arduo viaje al campamento de Al-Hol

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud ha entregado 20 toneladas de suministros médicos a Al-Qamishli en el noreste de Siria, la segunda entrega de este tipo en dos semanas. Los suministros se distribuirán a los centros de salud pública de las provincias de Al-Hasakah, Raqqa y Deir Ezzor, de acuerdo con los datos emitidos por esta institución. “Durante las últimas dos semanas, la OMS ha distribuido más de 55 toneladas de suministros médicos por carretera. 

“Estas han sido las primeras entregas a la gobernación de Al-Hasakah en el noreste de Siria en los últimos dos años”, ha destacado la doctora Akjemal Magtymova, Representante de la OMS en Siria. “Estos son tiempos difíciles en los que la atención mundial se centra en la respuesta a la pandemia del coronavirus. Al tiempo que se une a los esfuerzos mundiales y nacionales para luchar contra esta crisis, la OMS también sigue apoyando los servicios de salud básicos y prestando servicios a las comunidades en situación de riesgo en el noreste, así como en toda Siria”, ha añadido.

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