Esta iniciativa se enmarcaría en el intento de radicalizar a los musulmanes indios para generar fundamentalistas bajo la coordinación de Ankara, lo que beneficiaría a Pakistán

Turquía podría estar financiando organizaciones radicales islamistas en India

photo_camera AP/BURHAN OZBILICI - Fotografía de archivo, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, derecha, y el primer ministro de Pakistán, Imran Khan, se dan la mano después de una conferencia de prensa, en Ankara, Turquía, el viernes 4 de enero de 2019

Organizaciones radicales islamistas de India podrían estar recibiendo soporte y financiación por parte de Turquía en zonas tan importantes como Kerala y Cachemira, según ha difundido el medio de comunicación Hindustan Times.

"Hay un esfuerzo por radicalizar a los musulmanes indios y reclutar a fundamentalistas coordinados desde Turquía", manifestó un alto funcionario del Gobierno de India, subrayando las sospechas de Nueva Delhi sobre la aparición de Turquía como "el centro de las actividades anti-India" después de Pakistán.

El movimiento geoestratégico se ha venido desarrollando en los últimos años después de que Imran Khan, primer ministro paquistaní, se aproximase al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, al mismo tiempo que India establecía importantes lazos con Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU), los que aparecían como los dos benefactores clave de Islamabad en Asia occidental y que actualmente son enemigos diplomáticos de Qatar, que es un socio preferencial del régimen turco de Erdogan. El Reino y Emiratos fomentaron en 2017 un bloqueo político y económico sobre el Estado qatarí, junto con Egipto y Bahréin, después de acusar a la monarquía del Golfo de apoyar el terrorismo transfronterizo. Qatar sufrió un gran golpe financiero por este embargo, lo que propició su acercamiento a Turquía e Irán como nuevos socios preferentes. 

El intento de Ankara de expandir su influencia entre los musulmanes del sur de Asia tiene como telón de fondo el tono continuo del presidente Erdogan para desafiar el dominio de Arabia Saudí en el mundo islámico a nivel mundial y ofrecer una Turquía conservadora y reformada al más puro estilo otomano como modelo para otras naciones islámicas. En este sentido, se pueden entender también las buenas relaciones que mantiene el país euroasiático con la República Islámica de Irán, gran representante de la rama chií del islam, contrapuesta a la suní patrocinada por el reino saudí, gran rival diplomático en Oriente Medio del régimen de los ayatolás. 

Manifestantes enmascarados de Cachemira sostienen banderas paquistaníes, una con espadas y la palabra Jihad escrita en ella, durante una protesta en Srinagar, India, el viernes 8 de julio de 2016

Recep Tayyip Erdogan se quiere convertir en el gran estandarte del islam y los musulmanes; muestra de ello es el último hecho simbólico y relevante de reconvertir en mezquita el museo de Santa Sofía en Estambul. El templo se había convertido en una mezquita después de la conquista otomana de Constantinopla, ahora Estambul, y de mezquita pasó a museo en 1934 para volver a ser mezquita ahora por decreto del Estado turco. El cambio encaja con el plan a largo plazo de Recep Tayyip Erdogan para proyectarse como un protector global de los musulmanes, al igual que los líderes del antiguo Imperio Otomano. 

Precisamente, el año pasado se dieron pasos en la dirección de construir una alianza de países islámicos no árabes junto con naciones como Pakistán y Malasia, con la nación euroasiática como gran representante. Irán y Qatar, socios de Turquía, también fueron invitados a esta iniciativa. En este escenario, Islamabad acabó aproximándose a Ankara después de que Nueva Delhi profundizase sus citados lazos diplomáticos con Riad y Abu Dhabi, un bando del que está alejado el régimen de Erdogan.

Sin embargo, Imran Khan se retiró de la reunión en el último minuto debido a la presión saudí; aunque pudo arreglar la situación con Erdogan, incluso emulando algunas de sus políticas en su país.

Las autoridades indias creen que la agenda política de Erdogan ha llevado a su Gobierno a expandir su influencia sobre los musulmanes del sur de Asia, particularmente los de India, como ha destacado Hindustan Times.

Funcionarios indios dijeron que el Gobierno turco había financiado al líder separatista radical de Cachemira Syed Ali Shah Geelani durante años. Precisamente, sigue existiendo un conflicto enquistado entre India y Pakistán por la región de Cachemira y esto no pasa desapercibido para el mundo musulmán.

El líder separatista de Cachemira Syed Ali Shah Geelani

Según Hindustan Times, el Ejecutivo de Erdogan ha estado financiando seminarios religiosos en India reclutando fundamentalistas para radicalizar a ciudadanos e incluso adhiriendo a la causa a radicales de nuevo cuño mediante viajes con todos los gastos pagados a Turquía de cara a reforzar sus aprendizajes islámicos. 

Determinadas fuentes de seguridad se refirieron también a una organización radical islamista con sede en Kerala que habría recibido fondos de Turquía durante algún tiempo. "También somos conscientes de que algunas personas de este grupo viajan a Qatar para conocer a algunas personas de Turquía de cara a buscar fondos para sus actividades", indicó un funcionario gubernamental, según la información de Hindustan Times. 

Además, los funcionarios manifestaron que Ankara, junto con Islamabad, también han estado financiando a Zakir Naik, el controvertido predicador islámico acusado de radicalizar a los musulmanes a través de Qatar. Diversas agencias indias han estado persiguiendo a Naik, que actualmente tiene su sede en Malasia, por pronunciar discursos de odio supuestamente utilizados para incitar a actividades terroristas.

El polémico predicador islámico indio Zakir Naik llega durante la ceremonia de apertura de la Cumbre de Kuala Lumpur 2019

Turquía se ha convertido en el "nuevo Dubái" de Pakistán a menor escala, agregó una de las fuentes del funcionariado, en referencia a la ciudad de Emiratos Árabes Unidos que solía ser el segundo hogar de los servicios de inteligencia de Pakistán entre 2000 y 2010 y el epicentro de las actividades contra India en el oeste de Asia. Durante esta década, Pakistán pudo radicalizar a algunos indios y volverlos contra su propio país. También es en este punto donde los fundadores del grupo terrorista indio Mujahideen se empezaron a radicalizar, según Hindustan Times. Sin embargo, desde 2014, Emiratos se ha convertido en uno de los socios más cercanos de India.

Los funcionarios de seguridad indios creen que gran parte de este esfuerzo de radicalización financiado por Ankara se estaba llevando a cabo en coordinación con el Estado paquistaní. De hecho, Recep Tayyip Erdogan fue el único líder mundial que habló en contra de India ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el conflicto de Cachemira. También, en una visita a territorio paquistaní a principios de este año, continuó afirmando que Cachemira es tan importante para Turquía como lo es para Pakistán.

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