El Ejército de Turquía se ha retirado de tres de sus puestos militares en el noroeste de Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos

Turquía se retira de tres de sus puestos militares en el noroeste de Siria

photo_camera AFP/AREF TAMMAWI - Tropas turcas a pie y en vehículos militares en la ciudad de Atareb, en la zona rural occidental de la provincia siria de Alepo, controlada por los rebeldes, el 19 de febrero de 2020.

El Ejército de Turquía se ha retirado de tres de sus puestos militares en el noroeste de Siria, según ha informado este miércoles el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.  Los activistas de este organismo han asegurado que las fuerzas turcas abandonaron sus posiciones en las aldeas de Harras, Al-Souda, Al-Manajir y Al-Shabliyah, después de haber incendiado sus cuarteles. Sin embargo, a pesar de que Turquía haya replegado sus fuerzas en esta región, el presidente Recep Tayyip Erdogan ha anticipado una operación turca en el noroeste de Siria advirtiendo de que es “solo cuestión de tiempo”. 
“Las fuerzas turcas han abandonado sus puestos militares ubicados en las aldeas de Shabliya, Wasuda y Manyir, ubicadas en la ciudad de Tal Tamr, capital de la provincia de Al-Hasaka”, han recogido varios medios locales. No obstante, hace una semana y según este mismo observatorio, las fuerzas militares de Erdogan se retiraron de sus posiciones en las aldeas de Helewah, Jamus, Arishah, Mahmoudiyah, Al-Sudah, Al-Said y Kherbet Jammu en la zona de Tal Tamr - Abu Rasin.  Esta región es de gran importancia, ya que está bordeada por un lado por la carretera entre Hasaka y Ras Al-Ain, y, por otro, por la carretera que une Alepo y Qamishli. Esta retirada de posiciones ha coincidido con el despliegue de al menos 300 vehículos militares turcos cerca de sus puestos de observación en la provincia de Idlib, según ha recogido la cadena turca Haberturk. 

Tanque

La incursión turca en Siria ha tenido profundas consecuencias en el plano estratégico.  Esta retirada se ha producido varias horas después de que las negociaciones entre Ankara y Moscú para reducir la escalada de tensiones fracasaran una vez más. Ankara no ha logrado alcanzar los resultados deseados, según destacó Erdogan, que ha insistido en que las negociaciones entre ambos países “están muy lejos de satisfacer las demandas de Turquía”. “La intervención en Idlib es inminente, y no dejaremos la región al régimen sirio. Hemos tomado todas las medidas necesarias para llevar a cabo nuestro plan en Idlib y para implementarlo en cualquier momento sin que nadie se lo espere”, ha admitido. 

Erdogan

El Kremlim ha respondido asegurando que una ofensiva de estas características sería “el peor de los escenarios” y ha apostado por continuar con las negociaciones, aunque en un futuro cercano no haya previsto ninguna conversación telefónica entre ambos mandatarios. “Tenemos planeado seguir con las negociaciones con los representantes turcos para no permitir una escalada de tensiones en Idlib”, ha señalado Dimitri Peskov, portavoz del Kremlim. 
Estas declaraciones han preocupado mucho al Ejecutivo estadounidense quien ha advertido de que ambas potencias están “muy cerca” de continuar con los enfrentamientos en Idlib. “Consideramos que los turcos y los rusos cada vez están más cerca de perpetuar un conflicto más amplio en esta región”, ha señalado el asistente del Secretario de Defensa de EEUU, Mark Esper quien además ha instado a ambos países a “buscar una solución para evitarlo”. 

La cooperación entre Rusia y Turquía para mantener la calma en el país parece nunca llegar. Rusia apoya al presidente sirio mientras que Turquía está del lado de los rebeldes que intentan quitarle el poder. Sin embargo, este intento de mantener la calma fracasó en enero, fecha en la que ambas fuerzas intensificaron los ataque en esta región.

Ruso

 La provincia de Idlib – el último bastión controlado por los rebeldes-- se encuentra en las manos de una serie de grupos armados, entre los que destaca el grupo terrorista Hayat Tahrir al Sham.  A punto de cumplirse nueve años del comienzo de la guerra civil, Damasco ha recuperado prácticamente la totalidad del territorio sirio. El conflicto armado de Siria ha marcado un antes y un después en las relaciones entre Ankara y Moscú.  El presidente de Turquía y su homólogo ruso han convertido Idlib en un campo de batalla, en el cual los que sufren las consecuencias son los miles de civiles que han tenido que abandonar sus hogares en búsqueda de un futuro mejor, un futuro en donde tengan garantizada su seguridad. 

Siria

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos ha informado esta semana que, desde el pasado mes de diciembre, este conflicto ha provocado el desplazamiento de más de 900.000 personas, de las cuales al menos el 80 por ciento son mujeres y niños. La ONU ha reclamado un “alto al fuego” en esta región por “el rápido deterioro” de la situación humanitaria y el “sufrimiento de los civiles”, según el secretario general de esta institución, António Guterres. Las víctimas de esta escalada de tensiones no han elegido su destino, sino que es la dirección hacia la que les han obligado a caminar las potencias extranjeras, un destino en el cual no se les está permitido huir de la violencia.  

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